Isis reivindicó la matanza de 80 personas en Afganistán

Domingo 24 de julio de 2016

La organización Estado Islámico (Isis) reivindicó ayer uno de sus atentados más sangrientos cometidos en Kabul, matando a al menos 80 personas durante una manifestación pacífica de la minoría chiíta hazara.
"80 personas murieron como mártires y 231 resultaron heridas", indicó en un comunicado el ministerio del Interior afgano.
A través de su agencia de prensa Amaq, la organización yihadista afirmó que "dos combatientes del Isis detonaron sus cinturones explosivos en una concentración chiita en el barrio Dehmazang" de la capital.

Según los servicios de inteligencia afganos, el NDS, "tres asaltantes participaron en el ataque", pero "solo uno tuvo éxito", lo que deja entrever que el balance de víctimas podría haber sido mayor.
"El primero detonó sus explosivos, el segundo lo consiguió parcialmente, pero la explosión lo mató, y los agentes del NDS mataron al tercero", precisó esta fuente.
El ministerio del Interior había indicado inicialmente que el ataque había sido cometido "probablemente por un kamikaze que iba a pie" en medio de la multitud. Pero el presidente Ashraf  Ghani evocó poco más tarde "varias explosiones", sin dar más detalles.
Este atentado, el primero desde el 30 de junio en Kabul, parece ser el primero de esta magnitud en la capital afgana reivindicado por el Isis desde su implantación en el país a principios de 2015.
Los manifestantes, que marchaban en un ambiente agradable, exigían que una línea de alta tensión en construcción abasteciese de electricidad a la provincia de Bamiyán (centro), la más atrasada económicamente del país, donde vive gran parte de la comunidad hazara.
Las milicias de los talibanes, rivales del Isis, negaron rápidamente cualquier implicación y lo atribuyeron a "tentativas de crear divisiones en el seno del pueblo afgano".
La minoría hazara, de unos tres millones de miembros, padeció décadas de persecuciones y miles de ellos fueron exterminados a fines de los años 90 por la red Al Qaeda y por los talibanes, en su gran mayoría pastunes sunitas, que gobernaban el país.
Estos últimos meses han sido objeto además de secuestros y asesinatos, que levantaron una oleada de indignación en las redes sociales.
La seguridad en Afganistán, país de mayoría sunita, se degradó en los últimos meses, tras la partida del grueso de las tropas extranjeras.
Ese empeoramiento de la situación obligó a Estados Unidos a cambiar de planes, para mantener a 8.400 soldados en el país, en lugar de los 5.500 inicialmente previstos.
El general estadounidense Nicholson, comandante de la operación militar de la Otan "Apoyo Decidido", expresó su pésame a los allegados de las víctimas, al igual que la embajada estadounidense.
Para los servicios de inteligencia afganos, los combatientes del EI en el este del país, que fueron blanco de varios ataques aéreos de las fuerzas estadounidenses estas últimas semanas, quisieron responder con el atentado en Kabul.
La operación, según esta fuente, la planificó "el comandante Abu Ali en Achin, en la provincia de Nangarhar", fronteriza con Pakistán y escenario de enfrentamientos.


Ignoran el ultimátum kurdoárabe para abandonar la ciudad de Manbij
BEIRUT. El grupo yihadista Estado Islámico(Isis) ignoró ayer el fin del plazo de 48 horas que le dieron las fuerzas kurdoárabes para que abandone la localidad siria de Manbij, una localidad estratégica en el norte del país.
"El periodo de 48 horas se acabó" y "los yihadistas "no han respondido" a esta oferta de retirada, indicó a la AFP un comandante del Consejo militar de Manbij bajo anonimato.
Los combatientes del Isis atacaron por el contrario las posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza militar kurdoárabe apoyada por Washington, afirmó ese responsable.
Un comandante de las FDS dentro de Minbej confirmó a la AFP que ayer proseguían los combates, principalmente "cerca de los edificios de la Seguridad en el centro".
La coalición internacional dirigida por Estados Unidos bombardeó posiciones del Isis, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos (Osdh), y que las fuerzas aliadas prosiguen su avance.
Las fuerzas kurdoárabes afirmaron el jueves que habían lanzado su ultimátum de 48 horas para salvar el máximo de civiles aún presentes en la localidad.
Ese anuncio se produjo dos días después de los ataques aéreos de la coalición internacional que acabó con la vida de unos 50 civiles cerca de Manbij.
Indignada, la oposición siria pidió a la coalición que suspendiera sus bombardeos en Siria para poder abrir una investigación, exigida también por militares y ONGs.