Para los empresarios las asimetrías de la frontera son impositivas

Lunes 16 de enero de 2017 | 20:00hs.

Misiones vive por estos días una incesante caída de la actividad comercial, principalmente porque misioneros y turistas eligen al Paraguay y, en algunos casos, al Brasil, como destino para compras de todo tipo. En el último año, sólo en Posadas cerraron 400 comercios, producto de estas diferencias. Diferencias que desde el sector comercial y empresarial de la provincia aseguran que son producto de la política nacional. Afirman que pensar en implementar en Misiones un sistema de zona franca provincial podría ayudar, aunque ven difícil que desde el gobierno nacional se permita a Misiones tener un régimen impositivo diferenciado.

Alejandro Haene, vicepresidente de la Confederación Económica de Misiones (CEM), sostiene esa explicación. “Las asismetrias con Paraguay son una sumatoria de cuestiones que la hacen muy difícil de comparar. Por supuesto que cuando Argentina en diciembre de 2015 devalúa su moneda y se altera el tipo de cambio las diferencias se acentuaron exponencialmente pero hay que tener presente que Paraguay viene creciendo a tasas chinas desde hace casi una década. Pero más allá de lo anterior, los costos de Paraguay en todos los aspectos salariales, tributarios, laborales, de logística, servicios y demás cuestiones son de entre un 50 por ciento y hasta un 80 por ciento más bajos que en Argentina”. Agregó que “además tenemos los impuestos provinciales y municipales que en Paraguay son una tasa fija en donde el comercio está categorizado y no como en Argentina donde la base imponible son siempre las ventas”.

En el mismo sentido, se expresó Carlos D’Orazi, comerciante posadeño y miembro de la Cámara de  Comercio e Industria de Posadas (CCIP). El empresario aseguró que el problema de las asimetrías “es absolutamente una cuestión de impuestos” y sostuvo que si comparamos a la Argentina con otros países además de Paraguay, Chile por caso, la situación es la misma.
Ejemplificó que “un split de 3.000 frigorias en el mundo, en Chile, Taiwán o Singapur, cuesta entre 170 y 190 dólares. O sea, menos de 3.000 pesos. En Paraguay, solo tienen que cargarle a eso un 10% de impuestos. En Argentina, tenemos que cargar más del 20,40%. Así, la diferencia solo está en los impuestos”, afirmó.

Para resolver este problema, ambos consideran que es necesario, y urgente rever la política impositiva y laboral. De esa manera, se podrían disminuir los costos y permitir a las empresas locales ser más competitivas en la oferta al público.“De la única forma que es factible disminuir el famoso costo argentino es reviendo la normativa tributaria y previsional a nivel nacional y lo mismo a nivel provincial y municipal. Tenemos que convencernos que la presión fiscal actual llegó a números que nunca habríamos previsto y no hay signos de que esto vaya a cambiar en lo inmediato”, manifestó Haene.

Por su parte, D’Orazi sostuvo que en primer lugar no se debe “cargar con impuestos que sólo, distorsionen el valor de mercado” y que se debe frenar el ingreso de mercaderías del exterior de manera  ilegal, para eso “se debe exigir a los distintos organismos el cumplimiento real de lo que dicta el código aduanero.

A su vez, los empresarios ven con buenos ojos la posibilidad de hacer de Misiones una gran zona franca. “Las zonas francas que hay en el país no han tenido el fin útil pregonado en la ley que las creó porque una vez que uno sale de la zona se deben tributar todos los impuestos. Las zonas francas sirven si tienen un fin industrial”, dijo Haene.  No obstante, expresó que “es muy difícil que desde la Nación le den la posibilidad a Misiones de tener regímenes diferenciados”. Por su parte, D’Orazi consideró que es probable que una zona franca ayude a mejorar la situación, pero sostuvo que esa medida, o cualquier otra “merece un estudio muy profundo y criterioso, para que la medida sea definitiva y no un parche que no soluciona el problema de fondo”.