De la cuna del reggae y playas paradisíacas

El Caribe, tiene tantas facetas con payas similares, únicas, transparentes con arenas finas y blancas, e islas remotas. Cada una de ellas le agrega el valor de su historia, sus resort all inclusive y la calidez de sus habitantes. Todo ello hace que al momento de decidir cual visitar, queda en evidencia que es casi imposible optar por una o por otra. Y queremos visitarlas todas!

Esta vez la parada será para conocer un poco sobre las bellezas y la historia de Jamaica, Puerto Rico y las Islas Gran Caimán, un recorrido similar a los que ofrecen los cruceros que parten de Miami y pueden tener una duración de entre cuatro y ocho días ( 420 dólares navegando durante cinco día desde Miami pasando por Ocho Ríos y Grand Cayman. Carnival.com).

Cuna del Reggae

Apenas se pisa Jamaica, se entra en la onda de la isla el reggae y, toda la cultura de este estilo musical se respira en toda la ciudad. Ocho Ríos es la parada obligada de muchos cruceros, y como muchos destinos dentro del Caribe ostenta algunos de los resorts y spas más lujosos. Una vez que se fue el estrés tomando el sol de la isla, se puede ir en busca de una noche de baile y música reggae.

Pero si la idea es visitar unicamente Jamaica, desde Posadas, varias agencias proponen al turista que solo se preocupe de armar las valijas, en este sentido Viajes Batia propone ocho noches, combinando dos de las mejores playas en Jamaica: Negril y Montego Bay. Los vuelos que tienen salida en Asunción de Copa Airlines, vía Panamá, llegan directamente a Montego Bay, “uno de los destinos preferidos de playas y excursiones en Jamaica”, aseguran desde la firma (u$d 2227, cotización aproximada).

Para quienes bajan del crucero en Ocho Ríos, pueden acceder a variadas excursiones con diferentes costos. Se pueden contratar traslados a Dunn's River Falls y a la playa Bamboo Blue, lugares exóticos y muy cerca, (para cuatro personas aproximadamente u$d 110).

Las cascadas más famosas de Ocho ríos, Dunn’s River Falls, y sus visitantes deben tener en cuenta que se tiene que ir con el calzado adecuado, ya que la idea de recorrer las cascadas es por la misma cascada mojada y resbalosa (ojotas no sirven). Si no se tiene el calzado apropiado, se puede comprar en el lugar (Aproximadamente u$10 el par). También se dispone en alquiler de un locker para dejar algunas pertenencias mientras dura el paseo.

Cuando ya esta todo listo se forma un grupo de mas o menos 15 personas con un guía, y comienza la caminata sobre la cascada, al finalizar este aventurero recorrido se llega a la playa donde los visitantes pueden disfrutar de un buen chapuzón.

La experiencia en sí es muy buena y algo único para realizar. Desde que se ingresa al parque hasta que termina el paseo, se tarda aproximadamente dos horas. A la salida hay pequeños negocios donde comprar recuerdos de la isla.

La siguiente parada en la excursión es la playa Bamboo Blue, una exótica playa de arenas blancas con un mar turquesa que invita zambullirse. Hay un parador para comprar comida y bebida, es un lugar tranquilo, el agua transparente y cálida y el color de la arena es increíble. 

Después de dos horas en la cálida playa Bamboo Blue, es hora de partir hacia un tradicional y caribeño paseo de compras que es un pequeño mall en dónde es posible encontrar casi lo que uno quiera, sobre todo joyería. 

En los mercaditos que hay de camino al puerto, el regateo está a la orden del día, por lo que es bueno saberlo a la hora de efectuar alguna compra. Los vendedores piden un monto y el turista se termina llevando el objeto por menos de la mitad del primer precio.

La magia de El Viejo San Juan 

Hacer turismo en Puerto Rico hoy en día no es tan económico como lo fue una vez. La Isla depende fuertemente de las importaciones, tanto de bienes como de combustible, y eso se ve reflejado en los precios de todo, incluyendo el mojito que uno pide en el bar o la gasolina que usa el taxi hasta el aeropuerto. Pero hay todavía algunas atracciones que se pueden conseguir a poco precio, incluso gratis. 

Lo más atractivo y característico del Caribe son sus playas de fotografía, y Puerto Rico (desde Asunción 18,909 por persona), en este aspecto no se queda atrás, entre ellas se destacan la Playa Isla Verde, muy buena para nadar y jugar con la arena. Otra es la Playita del Condado es una bahía protegida ideal para los niños y para hacer snorkeling

Por su parte, en Crash Boat, como a una hora al oeste de San Juan, es excelente para nadar y hacer snorkeling y en Poblado de Rincón y la playa María's, con buen oleaje. Las playas a la entrada de la Reserva Forestal Guánica así como la de los Seven Seas en el poblado de Fajardo 

Otra opción es El Bosque Nacional El Yunque, es un buen oasis cuando hace mucho calor. Los senderos están bien mantenidos y suelen estar cubiertos de neblina, y uno se puede bañar en cascadas o en lagunas de la senda Big Tree.

El Morro, es un lugar ideal para paseos, especialmente al atardecer. La verdosa explanada al pie del fuerte ofrece espectaculares panoramas desde todas las direcciones. Es un buen lugar para hacer picnic o hacer volar una chiringa.

Y para cerrar la visita dentro de esta magnífica isla , para la cual se requiere Visa para el ingreso, por su dependencia de los Estados Unidos, está el Viejo San Juan. Ubicado al pie de El Morro está la Ciudad Vieja, el corazón colonial de San Juan. En años recientes, el Viejo San Juan ha prosperado, con calles más limpias y pobladas. Han abierto nuevos restaurantes, tiendas y cafés y muchas de las casas vetustas han sido remodeladas. Pero es también un sector de trabajo, donde está la sede de gobierno y la mansión del gobernador, junto con otras oficinas públicas y privadas. Además recibe a numerosos cruceros, lo que ha generado el surgimiento de varias tiendas de lujo.

Y el infaltable recorrido, para sentir que se está en la Puerto Rico que contagia vida con sus ritmos, un buen lugar es la Plaza del Mercado, un mercado de frutas y vegetales en Santurce, el sector de la ciudad considerado hogar de los mejores restaurantes de Puerto Rico. El lobby del  hotel El San Juan en Isla Verde tiene música en vivo y pista de baile los fines de semana. Las bebidas, por supuesto, no son gratis pero no cobran para entrar. 

El Caribe intensamente turquesa

Al principio suena como una parada más, un lugar más en el Caribe, con aguas transparentes y arenas blancas. Pero al llegar aquí, una realidad turquesa golpea la vista y deja a más de uno boquiabierto: las aguas que bañan a las islas son de unas tonalidades pocas veces vistas. Este es el denominador común de las tres islas, Grand Cayman, Little Cayman y Cayman Brac. Al clásico cristalino del Caribe se le suma un profundo color turquesa que convierte a las aguas en una joya.

Todo aquí es pequeño, es un destino de estilo boutique. Quizá por esto Caimán resulta inolvidable para ir en pareja, pero con los cinturones poco ajustados: el lugar se jacta de ser la capital gastronómica del Caribe. Y no defrauda.

Visitadas principalmente por estadounidenses (representan el 78 por ciento de los turistas), las Islas Caimán son bastante más que lo que las exenciones fiscales han hecho de ellas. Sí, es cierto, allí está arraigada la libertad monetaria.

Esta situación sigue vigente en la actualidad, y por esta razón –salvo excepciones– en las islas casi no se pagan impuestos. Pero el estereotipo frívolo de paraíso fiscal se desdibuja desde el primer momento en que se pone un pie en el aeropuerto Owen Roberts, donde una pequeña banda en vivo recibe a los viajeros.

Además, en 20 minutos ya se puede estar con los pies en el agua, disfrutando de la playa y de esos 26 grados que, en el Caribe –sea la temperatura que fuere– siempre se sienten como 30.

La playa más extensa y famosa está en Grand Cayman: la Seven Mile Beach resume todo lo que cualquiera puede imaginar como paraíso terrenal. Es una de las infaltables en cualquier lista de “las mejores playas del mundo”. Se recorre caminando en un par de horas.

En las tres islas todo está cerca. Las Caimán son como un barrio grande, no mucho más que eso, con el detalle de sus increíbles playas y un mundo submarino que atrae fuertemente a buzos de todo el mundo. De hecho, Little Cayman es el destino más buscado para estas actividades bajo el agua.

Bloody Bay Wall ostenta no sólo una barrera de coral con tortugas verdes, rayas y peces de todos los colores sino también una colección de barcos hundidos que son verdaderos laberintos submarinos llenos de sorpresas.

Desde George Town, se pueden ver los inmensos barcos de los que desembarcan día a día miles de cruceristas. Y desde donde parten rumbo al próximo destino caribeño. ¿Sabrán esos viajeros que, probablemente, esta sea la mejor escala de todo el itinerario?

La sensación al abandonar Caimán es que se está dejando atrás un lugar único. Las playas, la gente, sus comidas y, sobre todo, los atardeceres, pintan un cuadro que ni las mejores postales pueden replicar. Como el increíble sabor que tiene un plato de langosta, mientras el sol cae sobre el agua y los pies se hunden en la arena.