Un engrillado aconsejó al presidente del país

Domingo 13 de agosto de 2017
Neri Farina relata la vida del ex dictador y dice que persiste el miedo en el país.
José Patricio Guggiari, del partido Liberal, asumió la presidencia de la República del Paraguay el 15 de agosto de 1928 y ejerció hasta 1932.
Meses más tarde de haber asumido, el 15 de diciembre, decretó la movilización general de los reservistas y ordenó formar cuadros con jóvenes de cierta formación académica, según refiere el historiador paraguayo Julio Sotelo.
Cuentan que, en el año 1929, el Presidente de la Nación consultó a Fernando Oreggioni, sobre quién podría ser el ciudadano encarnaceno capaz de conseguir mulas, burros y otros animales de carga para el ejército, ya en incursión por territorio chaqueño ocupado por los bolivianos.
Oreggioni, que se desempeñaba como vicecónsul de Uruguay, le recomendó a Vicente Antonio Matiauda.
Según el escritor citado, el mandatario paraguayo conocía con anterioridad a Matiauda, cuando éste ejercía la profesión de abogado como apoderado de los Barthe. Pero esta vez, Matiauda estaba preso “por crímenes cometidos en el Alto Paraná, siendo capataz de los Barthe”, cuyas propiedades se extendían a Misiones.
Según la citada crónica, bajo esta acusación había sido traído a Encarnación, “engrillado y esposado. Le hicieron recorrer por la ciudad, a cuyos habitantes se les presentó como el más fiero de los criminales de la época”.
Fue el presidente Guggiari quien ordenó liberarlos de los grillos y esposas y le pidió cooperación para que consiguiera, “300 bestias de cargas, entre mulas, burros y caballos”, para enviar a la zona de guerra.
Matiauda se comprometió a cumplir el pedido en un mes y fue liberado, para cumplir la misión y volver en ese lapso.
Por cumplir su palabra, fue liberado de culpa y cargo.

Primer paso
Así empieza el primer antecedente para que el joven Alfredo Stroessner Matiauda ingrese a la Escuela Militar, consigna el historiador.
El segundo paso, entre otros, para el inicio de la carrera militar de quien sería el dictador paraguayo, fue una reunión entre los que se encontraban Ángel Clérici, intendente municipal, Luis Irrazábal, comandante de la IV Región Militar, el jefe político José Cáceres y Hugo Wilheim Stroessner.
En ese encuentro proponen que Alfredo Stroessner se enliste como cadete, para que terminara allí sus estudios prometiéndole costearles los gastos.
También se confirma que estudió en Misiones. El mayor Luis Irrazábal indicó que “era un buen candidato para cadete, excelente estudiante, formado en una escuela de Posadas, un joven metódico y disciplinado”.
La beca sería otorgada a Stroessner Matiauda por el presidente de la Nación, a raíz aquel gesto de su tío Matiauda y de haber cumplido con la palabra empeñada.
De esta manera, Alfredo Stroessner Matiauda ingresó a la Escuela Militar el 1 de marzo del año 1929, con apenas 16 años.

El autor de El Último Supremo
Bernardo Neri Farina, periodista y escritor paraguayo, es autor del libro El Último Supremo, una crónica que relata la vida del ex mandatario paraguayo.
Utilizó datos recopilados durante casi 20 años de carrera como cronista. En diálogo con El Territorio, comentó cómo fue el proceso de investigación anterior a la publicación y el impacto generado en forma posterior.
El libro se publica, según consignó, debido a la escasez de información del dictador al respecto. “Había todavía cierta nebulosa sobre lo que fue el stronsismo y lo que fue Stroessner, en ese momento, muchas incógnitas”, recordó Farina.
Por otro lado, reconoció la falencia en formación histórica en las escuelas del vecino país. “En la escuela estudiamos la guerra de la Triple Alianza, luego la guerra de Chaco y parece que la historia termina ahí”. “No se habla de lo que pasó entre medio de las guerras, tampoco lo que vino después”.
Admite que sigue siendo difícil, al día de la fecha, tocar el tema, ya que sigue considerándose tabú. Para no herir susceptibilidades, debió omitir entrevistas, evitar involucrar a familias que estuvieron involucradas, para bien o para mal con el stronissmo.
Bernardo se reconoce como el primero en publicar una obra sobre el ex dictador, que hable sin adjetivaciones, remitiéndose a sus fuentes. Todas las obras anteriores se encuentran a favor o en contra de ese régimen, según sus palabras. “Escribí tomándome un tiempo de investigar mis fuentes, con las características propias de un cronista, sin la metodología histórica, tratando de llegar lo más cercano posible a la verdad”.
El libro es, actualmente, fuente de consulta para historiadores, universidades, habiendo lanzado más de tres ediciones.
Además de El Último Supremo, escribió varias obras más referidas a Stroessner, como ser “El Paraguay bajo el Stronismo, 1954-1989” o “Páginas de nuestra historia 1811-2011”. Estas obras, sin embargo, tienen un enfoque distinto a su primera publicación.


La placa en la escuela Humberto Benítez es de Posadas. Cuando tenía ocho años, junto a su madre, quedó detenido por el régimen de Stroessner sólo por tener el mismo nombre y apellido de su padre, que integraba la resistencia guerrillera contra el dictador. Al cursar estudios secundarios en el colegio que hoy lleva el nombre de Roque González, una placa y fotografía le haría recordar cada momento vivido en su familia. Allí figuraba como uno de los alumnos que estudió en esa institución el mismo Stroessner.
Benítez no sólo recuerda su encierro, sino lo que implicó soportar por muchos años la figura del dictador.