Satisfacción en Iguazú tras la temporada turística de invierno

A pocos días de finalizar la temporada turística de invierno, los diferentes sectores vinculados al turismo en Puerto Iguazú coincidieron en destacar satisfactoriamente el movimiento de visitantes de julio, teniendo en cuenta la complicada situación de los primeros seis meses del año, en los que la economía se resintió en la Ciudad de las Cataratas.
En ese sentido, el presidente de Iguazú Turismo Ente Municipal (Iturem), Leopoldo Lucas, expresó su satisfacción por la temporada al calificarla como muy buena y analizar que “el crecimiento fue gradual, porque la segunda semana comenzó a aumentar la ocupación hotelera en el destino y durante la tercera y cuarta se notaron los picos más altos”.
Además, el funcionario municipal se refirió a los primeros meses del año y también al convencimiento en relación a la manera de planificar los trabajos en equipo.
“Veníamos de meses con muchas dificultades que afectaron nuestra actividad turística. Creemos que esta buena temporada es el trabajo de la gestión y el trabajo en equipo entre el sector público y los empresarios. Trabajando juntos podemos lograr cosas increíbles”, opinó.
Por otro lado, desde el Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, el gerente de la empresa Iguazú Argentina se refirió al movimiento en el máximo atractivo turístico natural.
“En el 2011 se eligió a Cataratas como maravilla del mundo y al año siguiente el parque fue visitado por muchos turistas. Ese número importante recién se pudo superar el año pasado (2015), que históricamente fue el año que más turistas ingresaron al parque. Este año, en julio, habrá sido el tercer mes de julio de la historia en visitas”, dijo Alcides Capra.
Por otra parte, el gerente de la empresa a cargo de los servicios al visitante, también destacó los meses que preocuparon al sector turístico. “Fuimos de un extremo a otro, porque abril, mayo y junio fueron meses muy complicados y julio fue un mes muy bueno, muy positivo”.
En consecuencia, los días del presente mes fueron diferentes en cuanto al movimiento comercial en la ciudad turística y con la llegada de los turistas oriundos de Buenos Aires los atractivos turísticos estaban colmados de visitantes, mientras que los hoteles superaron el 90 por ciento de ocupación en algunos casos y ocupación plena en otros.