Un reto a la vida

Sábado 17 de enero de 2009
Manos a la obra. | Las chicas de la fundación, preparan los churros para vender en las calles posadeñas.


Andrés González tiene 23 años, es de Mataderos, Buenos Aires, y hace un año y medio se recupera de su adicción a las drogas. Hace unos años, se encontraba jugando en las inferiores del Club Nueva Chicago, soñaba con poder jugar en primera división y vivir del fútbol. Pero los malos hábitos y las juntas inadecuadas lo alejaron de aquel anhelo de adolescente. Hoy, lucha diariamente para sanarse y poder empezar una vida nueva. “Agradezco a Dios por esta segunda oportunidad. Me sacó de una vida muy difícil, mi corazón estaba vacío y todas las cosas que pude tener materialmente no me llenaron en sí. Realmente esta es una oportunidad muy buena para salir adelante y saber que el día de mañana pueda tener una vida nueva”, dijo el joven en diálogo con El Territorio.
El caso de González es uno de los tantos que se atiende diariamente en el Centro de Rehabilitación Reto a la Vida, donde se valora la creencia religiosa para superar las adicciones.
Esta fundación, es una entidad civil sin fines de lucro creada en España en 1985, con el fin de trabajar en el campo de las adicciones, considerando el flagelo que esto produce en nuestra sociedad, llevando a las personas a la marginación y destrucción total.
El primer centro en establecerse en nuestro país fue en la localidad bonaerense de Berazategui, luego en Eldorado, catorce años atrás, y dos años después en Posadas, siendo un referente territorial de países limítrofes en materia de contención y rehabilitación.
Hace 16 años Miguel Ángel Benítez (32) comenzó su rehabilitación en Reto a la vida  y hoy plenamente recuperado dirige la ONG en Misiones como una prueba viviente de que se puede salir adelante. Justamente, los coordinadores que lo acompañan son chicos que se han recuperado en el establecimiento y que se ocupan de controlar todas las áreas.
En Eldorado hay 42 internos, mientras que en el centro de la capital misionera hay un grupo de 70 varones, 36 chicas y 12 niños, muchos de ellos hijos de las internas.
El predio tiene una casa grande para hombres, otra para mujeres y niños y una tercera en la que residen seis matrimonios. Hay un gran salón de actividades con comedor y cocina. “Quisiéramos seguir ampliando el lugar, pero cada vez más se complica obtener los recursos necesarios para agrandar el espacio que ya nos ha quedado chico”, admitió Benítez.
Los internos se acercan a rehabilitarse de manera totalmente gratuita a la ONG. Generalmente, “son llevados por sus padres o porque tocaron fondo con las drogas o el alcohol”, explicó Benítez. El director de Reto a la vida añadió que “antes, no aceptábamos menores de 16 años, por la responsabilidad que ello implicaba, pero luego de ver la cruda realidad, tuvimos que replantearnos el tema de la admisión, ya que cada vez más, los chicos se drogan desde temprana edad”, dijo Benítez en relación a la demanda que tiene la fundación.
Cuando la persona llega a la institución y si así lo requiere, lo internan para su mayor control. Los misioneros que necesitan de atención, generalmente son trasladados a otro centro del país durante unos meses, así evitan su reincidencia con el consumo de sustancias.
Tanto Benítez como los coordinadores, se organizan para contener las necesidades de los que habitan en Reto a la vida. “Básicamente, intentamos inculcar una cultura de trabajo en los chicos a través de talleres ocupacionales. Consideramos que es la mejor manera de mantener la mente ocupada y sentirse útil. Y tomamos esto como una herramienta para combatir el ocio”.
En el Centro de Rehabilitación, se aprenden diversos oficios como carpintería, herrería, pintura, jardinería, cocina, electricidad, lavado de coches y repostería.
“Arrancamos desde temprano, a las 6 de la mañana con un momento devocional y lectura de la Biblia. Luego desayunamos y comenzamos con las actividades laborales”, explicó el joven director del centro.

Cuando la ayuda se hace desear
Generar los fondos para poder subsistir y mantener toda esta estructura, es una materia que no todos pueden realizar, en los tiempos que corren. “Nos autosustentamos con las actividades que hacemos desde que comenzó todo. Gracias a los talleres ocupacionales, todo lo que se recauda, lo utilizamos para comprar comida, medicamentos, productos de higiene y limpieza, materiales para construir y por supuesto, pagar todos los servicios que implican mantener la organización. Hoy contamos con dos lavaderos de autos, venta de churros a cargo de las chicas y toda la mano de obra de los diferentes oficios, con los que mantenemos la fundación”,  explicó Rodolfo Gómez (56), Coordinador de Reto a la Vida en Posadas.
La fundación sólo recibe del gobierno provincial a través del Ministerio de Desarrollo Social una colaboración de 800 pesos mensuales, lo que significa menos de cinco pesos por las casi 130 personas que integran el Complejo de Posadas. El depósito del subsidio fue retrasado en más de una oportunidad, según comentaron los responsables de Reto a la Vida.
“Siempre trabajamos de manera independiente, y en algunas ocasiones muy puntuales recibimos colaboraciones. Por ejemplo, cuando realizamos las dos últimas casas, tenemos que destacar al Iprodha que nos facilitó los materiales para la construcción de las mismas, a través de un préstamo que le estamos devolviendo lentamente, como así también a Emsa, que nos realizó las instalaciones eléctricas”, añadió el director provincial.
De obtener un acuerdo formal con algún organismo del gobierno, tanto Benítez como Gómez, están convencidos que pueden llevar adelante un proyecto muy ambicioso, para mejorar la capacidad de hospedaje para los pacientes. “Nosotros siempre articulamos y ofrecemos de alguna manera, un servicio al gobierno pero sin un acuerdo formal. A veces nos sentimos como verdaderos fantasmas, porque estamos trabajando en un tema tan delicado como es combatir estas adicciones, y estamos desprovistos de acuerdo, lo que significa no poder contar con ningún tipo de ayuda. Con un acuerdo formal, se podría conseguir un  fondo de funcionamiento que nos permita sostenernos con más tranquilidad y poder proyectar hacia el futuro”.
Cabe destacar, que Reto a la Vida es la única organización de este tipo en todo el nordeste argentino, motivo por el cual hoy se encuentra albergando las necesidades de chicos del Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa y parte de Paraguay, dando una respuesta social a tanta demanda.


El dato
76
Es la cantidad de personas que se encuentran en lista de espera para poder tratar sus adicciones en la sucursal posadeña de Reto a la Vida. Esta cifra, ha marcado un crecimiento del 200% en la demandada, respecto al año anterior.


Frases
“En nuestro país, tenemos sedes en Buenos Aires, San Nicolás, Córdoba, Santa Fe, Eldorado, Tucumán y Posadas”
Miguel Ángel Benítez
Director


“Detrás de Capital Federal y Gran Buenos Aires, Misiones es la zona con el porcentaje más alto de adictos a las drogas y alcohol”
Rodolfo Gómez
Coordinador



Esperando el tanque de agua
 “…Hace unos meses pedimos un tanque de agua a la vice gobernación de la provincia, y nos dijeron que ya estaba gestionado y listo para retirarlo. Cuando lo fuimos a buscar al lugar, nos informaron que no había ningún tanque. La misma situación se repitió por lo menos en seis ocasiones y nos decían que no estaba o que no lo habían recibido aún. Honestamente, la situación nos cansó, hasta que tuvimos que terminar comprándolo nosotros mismos, porque no podíamos esperar tantos meses para poder tomar agua. A veces te cansa golpear tantas puertas y que te digan que sí para sacarte de encima en el momento, pero después te ignoren o te humillen, indicó  Rodolfo Gómez (56), Coordinador de Reto a la Vida en Posadas.