Le puso el pecho

Jueves 7 de diciembre de 2017
De menor a mayor. Con el puño apretado y la ilusión intacta. Independiente dio vuelta anoche una final ajustada contra Flamengo para dar el primer paso rumbo a la gloria. Luego de un arranque adverso, lo dio vuelta, ganó 2-1 con los goles de Emmanuel Gigliotti y Maximiliano Meza y llevará una ventaja a Río de Janeiro, donde el próximo miércoles se jugará la revancha.
En el mítico estadio Maracaná, el Rojo buscará levantar la Copa Sudamericana y ganar un título internacional después de siete años.
El arranque no fue el esperado para el equipo argentino. Porque no pudo imponer condiciones. Ni siquiera arrinconó a su rival como suele ocurrir en los primeros minutos de los partidos coperos.
Fue Flamengo el que manejó los hilos del partido. Con pelota al piso y andar sereno, el equipo brasileño se plantó de igual a igual en el Libertadores de América. No sufrió la presión de la hinchada local que colmó el estadio. Y encima se encontró rápido con el gol que abrió la cuenta y potenció sus buenas intenciones.
Iban apenas 8 minutos cuando voló un centro perfecto desde la izquierda y Rever, en el corazón del área, le ganó el duelo a Alan Franco, y metió un cabezazo potente y ajustado para el 1-0. Fue un baldazo de agua fría para el Rojo.
Lo que era tranquilidad y optimismo empezó a mutar en apuro y nerviosismo.
Pero con la obligación de salir a empatar se vio lo mejor de Independiente. Reaccionó el equipo de Holan. Y empezó a empujar a los brasileños contra su arco. Con Martín Benítez y Maximiliano Meza flotando en tres cuartos de cancha, desde las bandas hacia el centro.
Como ninguno se estacionaba en un punto fijo, complicaban a los defensores de Flamengo y les ganaban en el mano a mano cuando estaban lanzados la carrera.
El empate llegó cuando el Rojo ya lo merecía. Había avisado con un centro de Benítez que no llegó a conectar Barco. Y concretó con una gran jugada colectiva. De derecha al medio: Meza, Benítez y Gigliotti. Definición exacta y de primera del ex delantero de Boca para desatar el grito del 1-1.

Se tiñó de Rojo
El equipo argentino apretó los dientes y empezó a dominar a los brasileños. Concentrado, al límite, Independiente ya no perdió más las pelotas divididas en el medio y con la mezcla ideal de fútbol y garra fue arrinconando a Flamengo.
Antes de que se cumplan 10 minutos en el segundo tiempo el Rojo consiguió darlo vuelta con un verdadero golazo. Desbordó Barco por la izquierda, sacó un centro seco y Meza clavó una volea memorable en la puerta del área para darle el triunfo a su equipo en Avellaneda.