Karl Lagerfeld, el hombre que nunca mira atrás ni se cansa de diseñar

Martes 10 de octubre de 2017 | 23:30hs.
Lleva más de 60 años trabajando en el mundo de la moda, hace pocos meses recibió la más alta distinción que de París la Grand Vermeil. Nacido en Alemania hace 84 años no se cansa de trabajar, diseñar e innovar y su lema es jamás mirar al pasado.

Nació el 10 de septiembre de 1933 en Berlín, en el seno de una familia acomodada en la que le daban todos los justos y lo mimaban mucho, según sus propias palabras. 

De hecho, una vez le contó al diario británico The Guardian algo que reitera en cada entrevista: que de chico, en los tiempos de la post guerra,  sus padres le habían comprado seis bicicletas cuando sus vecinos no tenían ninguna.

Asegura que en lugar de sentir algún tipo de remordimiento, todos los días se subía a una diferente y jamás las prestaba.

“Cada día usaba una distinta para que los demás se pusieran celosos”, le gusta rematar la historia.

Lagerfeld es conocido por sus dichos irritantes, como cuando dijo que la cantante británica Adele estaba “demasiado gorda”, o cuando tildó a Diana de Gales “linda y dulce, pero tonta”.

Sin embargo, quienes lo conocen íntimamente aseguran que es muy distinto a lo que muestra para afuera y que -una prueba de ello- es que mantiene el mismo equipo de trabajo de hace 30 años, algo inusual en el mundo de la moda.

“Es un ser delicioso, contrario a lo que se cree y a lo que dejan entender sus frases asesinas”, dijo hace poco el historiador de moda Olivier Saillard.

"Cuando entré en Chanel nadie quería ponerse su ropa ni llevar sus accesorios y me atrajo la idea de resucitar algo que estaba muerto", reveló alguna vez el diseñador

Amante te “todos los aspectos de la cultura”, Lagerfeld diseña para varias casas al mismo tiempo y en estilos bien diferentes,  fotografía, edita, ilustra y hasta dirige las campañas publicitarias, jamás se queda quieto y mucho menos detenido en el tiempo.

Es el único diseñador de los años 50 que se mantiene activo y sorprendiendo en las pasarelas.

En 1955 comenzó a trabajar en Pierre Balmain, diez años después entró a Chloé y al mismo tiempo empezó a colaborar con Fendi.

En 1983 aceptó el reto de ser el director creativo de Chanel, casa que conservaba su ilustre pasado pero no sus clientes.

"Cuando entré en la Maison nadie quería ponerse su ropa ni llevar sus accesorios. Nadie vestía Chanel. Así que me lo tomé como un reto. Los dueños me habían dicho que si no funcionaba iban a vender. A mí me atrajo la idea de resucitar algo que estaba muerto", reveló alguna vez el diseñador.

La gran diferencia que tiene con Coco Chanel, quien diseñó hasta los años 87, cuando murió, es que mientras ella no aceptada el progreso y los cambios y despotricaba  contra la minifalda y la modernidad, Lagerfeld siempre supo dónde estaba el cambio y se amoldó a ellos.

Tanto es así que en 2004 diseñó una colección para H&M, siendo uno de los primeros grandes diseñadores que dio ese paso.  
 
En 2015, cuando la editora de Vogue Ann Wintour le entregó  un premio honorífico en los British Fashion Awards, aseguró que “la moda es la expresión personal de un mundo en transformación. El diseño es el arte de observar esos cambios y anunciarlos en ropa que millones de personas puedan vestir. Karl dominó ese proceso”.

En lugar de quedarse relajado con sus logros y pensando en diseñar para señoras millonarias, Lagerfeld apuntó a los millenials y hasta dotó sus pasarelas de instagirls,

El año pasado se negó a ir a una retrospectiva en Alemania en la que se celebraba sus 60 años en la moda y el argumento que dio, al ser entrevistado por The New York Times, resume su éxito y vigencia.

“No quería ver todos esos vestidos viejos. Me interesan más los que estoy intentando diseñar ahora. “Personalmente, no hago ningún esfuerzo por recordar”.