Un día como hoy: condena de tres años prisión por robar un teléfono

Un hombre fue condenado a tres años y seis meses de prisión el 23 de junio de 1998, por haber robado un teléfono del hospital de la localidad de Bernardo de Irigoyen, en un arrebato de nervios porque, según él, no le habían pagado unos trabajos realizados en ese centro asistencial.

A ese delito, se le sumó una causa anterior por incendio doloso, por lo que se lo declaró reincidente y eso provocó el aumento de la pena a cumplir.

Leonel Closs, por entonces con 29 años, oriundo de Bernardo de Irigoyen, se maldijo por la mala pasada que le había jugado el alcohol la noche del 20 de julio de 1997. A tal punto, que cuando se le pasó la borrachera al día siguiente se dijo a si mismo: "Para qué traje esta porquería?", en alusión al aparato telefónico que robó.

Y arrepentido por su acto, lo entregó ese mismo día a la comisaría de la localidad, en donde también relató lo que había sucedido.

El joven gomero volvió a contar su accionar a los integrantes del Tribunal Penal Uno de Eldorado, al señalar que había actuado así porque durante el tiempo que trabajó en el hospital -aproximadamente un año y medio- nadie le había pagado.

"Entonces pasé por la sala del doctor Carlos Borejko, arranqué el teléfono y salí por la ventana", dijo.

Aquel día, Closs, en estado de ebriedad, se dirigió al sector destinado a los médicos de guardia, ingresó, apagó la luz y arrancó el teléfono digital marca Siemmens. Luego lo colocó en una bolsa de plástico y se alejó del lugar.