Como es tradición, este viernes 8 de diciembre se arma el árbol de Navidad. La costumbre cristiana pero de origen pagano es uno de los momentos preferidos por los niños y atesorados por los adultos, ya que da inicio a una etapa del año en la que priman la alegría, el amor y los encuentros con familiares y amigos. El pino ornamentado además de decorar el hogar con el espíritu navideño, alberga a sus pies los presentes que el Niño Dios o Papá Noel regalarán a cada uno de los integrantes de la familia en Nochebuena, por lo que su armado está plagado de goce e ilusión. Sin embargo, pocos conocen las razones y los simbolismos que atañen a esta costumbre.
La tradición de armar el árbol de Navidad es seguida por las familias argentinas desde hace más de 200 años. Esta costumbre que nació en Europa como parte de la cosmovisión celta, se trasladó luego a Estados Unidos y finalmente desembarcó en América Latina de la mano de los inmigrantes europeos. Según relatan los diarios de la época, en la Argentina se armó por primera vez un árbol navideño en 1807, cuando un inmigrante de origen irlandés que deseaba recordar las costumbres de su país decoró un pino en una plaza pública.
Para los católicos, la forma triangular del árbol representa a la Santísima Trinidad, que significa Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, mientras que las luces simbolizan la luz de Cristo.
Los significados de los adornos
• Esferas: para los católicos, las esferas simbolizan los rezos que se hacen durante el período de adviento y los colores responden a su naturaleza. Las rojas refieren a peticiones y las doradas son de alabanza.
• Estrella o puntal: representa la estrella de Belén, que guió a los Reyes Magos hasta el pesebre donde nació Jesús.
• Campanas: se dice que estos adornos sirven para llamar a las buenas energías al hogar.
• Una casita: su colocación tiene por objetivo la protección de Dios al hogar.
• Un paquete de regalo: este clásico de los adornos simboliza los vínculos familiares.
• Un corazón: se cuelga en el árbol para que prime el amor y la unión de la pareja.
• Ángeles: representan a cada uno de los integrantes de la familia que ya no están.
• Un pergamino o tarjeta: Sirve para colocar en él todos los deseos de la familia, las intenciones y las gracias.
• Luces: Simbolizan la luz de Cristo, que en la antigüedad era representada con velas.
Finalmente, todos los años deben agregarse adornos nuevos, uno por cada integrante de la familia.