“Es una lucha que debe continuar”

Guillermo Owen Crippa (66) fue protagonista de una de las mayores hazañas que se realizaron en las Islas Malvinas en el conflicto bélico que enfrentó al país con el Reino Unido en 1982.

Piloteando en solitario una Aermachi, una aeronave de entrenamiento, atacó una flota británica que había desembarcado en el puerto de San Carlos. La misión en un principio era solamente sobrevolar el lugar para aportar información a las fuerzas argentinas. Sin embargo, su espíritu de patriotismo lo llevó a hacer algo más, mucho más.

Era consciente de que no podría hundir ninguna nave, pero sí podría dañarlas. Así que no lo dudó. Fueron él y su pequeña Aermachi las estrellas de aquel heroico ataque, del que Crippa pudo escapar ileso.

El héroe argentino se retiró de la fuerza como teniente de navío y recibió, además de otros reconociemiento, la máxima distinción que otorga el país: La Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate.

Es así que, con motivo de celebrarse en pocos días, el 2 de abril, los 36 años de aquel conflicto armado que marcó a fuego no solamente a sus protagonistas sino a todo el pueblo argentino, Owen Crippa fue invitado por el Liceo Naval Storni de Posadas para dar una charla. En ese marco, concedió una entrevista a El Territorio.

Los héroes también tienen miedo, entonces... ¿a qué le teme Owen?

Soy una persona que tiene mucha fe, mucha fe. Yo creo en Dios y creo que él gobierna mi vida. Quiero que los que me rodean sean felices y entonces puede que el temor esté en que alguno de ellos no sea feliz porque eso repercutiría en mí. Eso puede ser un temor que yo tenga.

Cuando se acerca un nuevo aniversario de la guerra, ¿qué se le pasa por la cabeza a un ex combatiente?

Nada. Para mí Malvinas es todo el año, no específicamente el 2 de abril ni el 14 de junio. Para mí lo es todo el año y es un compromiso para las generaciones futuras tratar de tirar una semilla para ir mejorando nuestro país. Es una tarea.

Se van a cumplir 36 años de Malvinas ¿Cuál es su análisis al respecto?

Ninguna guerra vale la pena. Sí vale el reclamo por las Islas Malvinas porque es parte de nuestro territorio, nuestra soberanía está incompleta si no están las islas en la órbita de nuestro Estado y es una lucha que debe continuar no por los medios bélicos sino por distintos tipos de presión para que vuelvan a nuestro poder.

¿Cómo ve a nuestro país actualmente?

Muy triste. En el país hace muchos años que se está produciendo una terrible degradación institucional donde se han perdido valores, se nos ha mentido muchísimo. Es un país que vale la pena, es un hermoso país que vale el esfuerzo recuperarlo. Confío mucho en ustedes, en los jóvenes, trato de charlar mucho porque tengo cuatro hijos y ya tengo nietos, y mi idea es que sigan en este país peleando, porque vale la pena.

Hay que mejorar las instituciones, hay que comprometernos como sociedad. No todos los cambios tienen que venir de arriba sino que tiene ser la sociedad -la mayoría de la nuestra es una trabajadora, honrada, honesta- la que tiene que estar presionando para que se cambie de carril a aquellos distorsionan los valores.

¿Cómo fue el momento de aquel ataque en solitario a la flota británica?

Estaba absolutamente concentrado en el ataque, en lo que estaba haciendo, tratando de sobrevivir y cumplir lo que tenía que hacer, lo que me habían encomendado.

¿Cómo ve la situación de los veteranos de Malvinas hoy?

Hay provincias como Santa Fe donde se les da mucho soporte, mucho apoyo. Después hay otras provincias que todavía hacen discriminación entre veteranos de cuadro y veteranos conscriptos, que es malísimo. Creo que eso está pasando en las provincias de Chaco y Río Negro, dos provincias que tiene mucha gente que combatió, muy valerosos, tienen emblemas de combatientes. Fijate que todos los muertos en combate que tiene Río Negro son personal de cuadro: oficiales y suboficiales, no tienen ningún soldado y, sin embargo, la legislación de la provincia no los considera veteranos, eso es muy triste. Hay que empezar a trabajar para cambiarlo.
Le planteo una situación hipotética. Si se llama a una nueva guerra para recuperar las islas, ¿cuál sería su reacción?

Primero, no creo que se cometa tamaña imprudencia. Creo que hay otros modos de presión más allá de una guerra que pueden hacer que se cambie esta situación. Segundo, en caso de que ocurriese por una circunstancia terrible ya por mi edad no podría hacer ni pretender hacer lo que hice en su momento, y si pudiese no están los medios porque nuestras Fuerzas Armadas están desmanteladas.

Por María Elena Hipólito
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