Hallaron un fémur en el templo donde realizaron ritual satánico

Viernes 19 de enero de 2018 | 07:20hs.
Vecinos del barrio Lomba Grande contaron a la Policía que Alves vivió ocho años en el vecindario.
De la misma manera que se hizo el martes, la búsqueda de los restos de los dos niños que fueron descuartizados en medio de un ritual satánico el año pasado en Novo Hamburgo, se volvió a repetir durante la jornada de ayer y en el mismo barrio donde se concretó el primer procedimiento por parte de Bomberos y la Policía. En este caso, la exploración de los peritos en criminalística fue en una propiedad que pertenecería al misionero Jorge Adrían Alves, el hombre sospechado de haber traído a las víctimas desde Corrientes a Novo Hamburgo.

Cabe recordar que Alves continúa prófugo de la Justicia brasileña y es apuntado como la mano derecho de Jair da Silva, el Jair de los Cerdos, quien habría pedido el ritual macabro brujo junto a Silvio Fernandes Rodrigues.

La vivienda requisada por los pesquisas se encuentra en la calle Porto das Tranqueiras, en el barrio Lomba Grande de Novo Hamburgo, a poco más de 200 metros del lugar donde parte de los cuerpos de los niños fueran encontrados en septiembre del año pasado.

Según vecinos de la zona, Alves vivía hacía ocho años en el lugar y no tenía actitudes sospechosas.

Ante esta situación, y la investigación en sí, el delegado policial Rogério Baggio Berbicz afirmó que el caso está bajo secreto de sumario, aunque añadió que la pesquisa se prolongó por 60 días más. "No puedo hablar nada sobre el caso", puntualizó el referente policial en un breve contacto que mantuvo con un medio local.

Hallaron un fémur
Por otro lado, durante la búsqueda realizada el martes en el terreno donde estaba emplazado el templo satánico del brujo, los investigadores localizaron un hueso fémur, que será periciado en las próximas horas.

Por el momento, las cabezas de los niños mutilados son el centro de la atención de los peritos, quienes aún no han hallado rastros certeros que puedan conducir hasta ellos. De todas maneras, desde la policía de Novo Hamburgo no se confirmó si faltaba un fémur entre las partes de los hermanos descuartizados. Cabe recordar que según los estudios forenses las víctimas fueron un niño de 8 a 10 años y una pequeña de entre 10 y 12 años.

Ayer por la noche los profesionales utilizaron el reactivo conocido como luminol dentro del templo, a los fines de ubicar más rastros de las víctimas.

Dicho método para detectar vestigios de sangre hasta el cierre de esta edición no había arrojado resultados nuevos, sostuvo un portavoz de la investigación en el vecino país.