La adrenalina juvenil opacó al frío en los ensayos de la costa

Martes 18 de julio de 2017
La capital misionera tiene numerosos atractivos que la hacen interesante para turistas y locales. La Estudiantina es una de las perlitas que, si bien muchos no entienden del todo esa trascendencia, es una fiesta que se destaca con características únicas en el mundo.
Así lo viven en la piel los estudiantes que la protagonizan y sobre todo quienes año a año se despiden de ella.
Ayer, con una sensación térmica de 5 grados, los chicos de diferentes escuelas se acercaron a la costanera posadeña, una vez bajado el sol (insólito horario elegido) para calentar la ciudad con sus tambores y bailes. Fue el primero de muchos ensayos que precederán a la gran fiesta que se vivirá en septiembre.
Realmente la helada temperatura se hacía sentir con fuerza hasta los huesos y hasta entumecía las extremidades de quien paseara por la costanera capitalina. Sin embargo, los jóvenes estudiantes arremetieron con sus chanchas y le hicieron frente al viento frío con sus pasos de baile.
Franco Eizumi (18) es uno de los directores de banda del colegio Pedro Goyena y aseguró que ya desde diciembre comenzaron a sacar ritmos y pensar temas para representar en la gran fiesta estudiantil. Si bien la usual cábala no le permite hacer público el tema que eligieron para este año, Franco adelantó que será un homenaje.
Alrededor de entre 50 y 60 chicos integran la banda de música de esta institución y afirman que se vive con muchas ganas, y constantemente se van sumando chicos a la celebración. “Hay algunos que se animan ahora y después se dan cuenta que no quieren salir de la estudiantina”, contó Julieta Barreto (17), una de las directoras de baile, mientras Franco agregó: “La idea siempre es divertirnos, no competir”.
Ambos cursan el último año de la secundaria y estiman que todo el período se vive con una mezcla de alegría y nostalgia. “Queremos aprovechar al máximo todo, porque después no se recupera”, estimó Julieta. “Este, por ejemplo, es nuestro último primer ensayo”, explicó.
Mientras los chicos del Pedro Goyena se reunían en las inmediaciones cercanas a El Brete, los alumnos de la Comercio 6 ensayaban su primera formación en el cuarto tramo de la costanera, cerca del embarcadero de la Prefectura naval Argentina. Allí, Nahuel Navarro (18) participa de la fiesta desde 2013 y dijo que a pesar del frío, la jornada se vive “con todas las ganas”. Adelantó que los directores ya tienen el tema confirmado aunque no se lo transmitieron a todos los chicos aún, teniendo en cuenta que en esta escuela el número de alumnos que participan en banda llega a veces hasta 150.
Una de ellas es Tamara Kreulich (17) que como cada vez más chicas, disfrutan formar parte de la banda de música. A unos metros, las alumnas que se lucen con el baile, parecían haber entendido a la perfección la coreografía que su directora Tamara Márquez (17) les había marcado por primera vez.
Con cinco años bailando en la Estudiantina y habiendo sido mascota cuando era más pequeña, Tamara lleva a la fiesta en las venas y hasta “le dan ganas de llorar” si piensa que este es su último año. “No quiero que termine”, sumó quien dirigirá a más de 100 alumnas y armó toda la coreografía sola, mientras sus compañeros sacaron los primeros ritmos.
Los chicos de ambos colegios también entendieron que la Estudiantina implica un desembolso económico y por eso vienen, además de probar ritmos o pasos, organizando algunas ventas para poder cubrir esos gastos que la celebración requiere.
Por otra parte, con respecto a la nueva regulación de intervenir los instrumentos durante los ensayos, para reducir el nivel de ruido en la ciudad, algunos alumnos ya se acataron a la disposición y ayer llevaron sus cajitas intervenidas, mientras que otros lo harán en el plazo de esta semana.