Historia de un campeón: nació con 940 gramos y sobrevivió a 4 infartos

Jueves 27 de julio de 2017

Más de 70 días en una incubadora tuvo que pasar Tiziano Vázquez, un bebé que nació prematuro y que debió someterse a estrictos cuidados durante sus primeros meses de vida.
Carlos (55) y Analía (37), padres del niño, abrieron la puerta de su hogar del barrio San Isidro a El Territorio para dar testimonio de una historia que involucra a un verdadero campeón.
En el tercer mes de embarazo de Analía comenzaron las complicaciones: se le nublaba la vista, se le hinchaba todo el cuerpo y padecía de presión alta.  Esta situación no la vivió con el nacimiento de su primera hija.

La intervención de la médica Silvina Rey fue fundamental en la vida de Tiziano y Analía. Es que la obstetra, quien atendía a la futura mamá cada vez que iba al Caps de Villa Blosset, era la encargada de derivar la orden para que la internen en el hospital. Sin embargo, desde Emergencias no la recibían por no contar con historia clínica.
“Cuando me iba a la guardia del Madariaga me mandaban de vuelta a mi casa, sólo me daban pastillas para la presión alta. Hasta que la doctora Rey -que además de trabajar en el centro de salud atendía en el hospital- fue la que intervino en forma directa para que me internaran, hoy le debo la vida de mi hijo a la doctora”, comentó Analía.
“Mi mujer tenía toda hinchada la cara, sufría dolores continuos por la falta de oxígeno, el cordón que hacía la comunicación de ella con el bebé cada vez se hacía más imposible”, comentó Carlos Vázquez, pareja de Analía.
Por su parte, Analía añadió: “Yo no podía decir que me estaba muriendo porque lo que sabían eran ellos, los doctores y enfermeros”.        
A partir de allí, la situación empeoró cada vez más para la salud de Analía. Los médicos dijeron que había que intervenirla, ‘sacar al bebé’ para proteger a la madre. Al respecto Carlos criticó: “Hace cuatro meses tenía la patología de preeclampsia y no nos atendían”.
El 21 de octubre del año pasado, Analía debió ser derivada de urgencia a terapia intensiva. Ese día, cuando apenas cursaba la semana 28 de su embarazo, nació Tiziano.
“A Tizi lo vi por primera vez a las dos semanas, era muy chiquitito, estaba tapado con una bolsa y tenía la cabeza vendada, era horrible la impresión de ver así a mi bebé”, recordó la madre.
Pero el estado de salud del recién nacido corría riesgo. “Lo controlaban cada tres horas, permaneció en incubadora más de 70 días, la doctora nos decía que la situación de Tizi era día a día, que no debíamos hacernos ilusiones”, recordó Analía.        
A días de haber nacido, Tiziano sufrió su primera situación extrema, un paro respiratorio lo dejó al borde de la muerte. Poco tiempo después, otros tres infartos, pero las intervenciones de los profesionales evitaron el deceso.
“Los doctores lograron resucitar a mi hijo, tuvieron una mano santa”, valoró Carlos, y agregó: “El médico hace su parte, pero si Tiziano no estaba bendecido, no lo iba a lograr, él tuvo que ver en que hoy esté vivo”.
Pasaban los días y la situación de Tiziano seguía compleja, debía alimentarse por jeringa, después empezó a tomar leche por sonda, hasta que su madre a escondidas le daba el pecho para que pueda respirar por sí mismo. “Todos los días que observamos con vida a Tiziano es una batalla ganada”, afirmó con emoción Analía.
Recién el 30 de diciembre de 2016 Tiziano conoció su hogar. “Pudimos salir cuando él llego a los dos kilos, en casa fue más fácil que Tizi suba de peso”.
“Es una situación difícil, pasar noches llorando sin saber si a la mañana siguiente mi bebé estaría con vida, pero a una familia que debe afrontar este momento le diría que crean en los doctores, que son mágicos”, sostuvo.
En el hospital, la familia de Tiziano conoció a otras personas que tienen hijos en riesgo de muerte. El continuo contacto hizo que formaran una relación de amistad, se comunican por WhastsApp y se dedican mensajes de aliento ante cada situación que les toca vivir a sus niños.
“Hoy poder ver crecer a Tiziano es un milagro, tiene 9 meses, pesa más de 6 kilos y medio, es mañero, terrible, por la noche se despierta, pero prefiero que sea así, que haga desastre, pero que esté con mamá”, cerró entre lágrimas Analía.

“La prematurez alcanza al 10% de los partos”

“El milagro es del bebé y los papás”, había dicho a este medio el obstetra David Halac, de la Unidad de Terapia Intensiva de Neonatología del Hospital Materno Neonatal. “Pese a los avances de la ciencia y la medicina, todavía no pudimos reducir la tasa de prematurez, que alcanza al 10 por ciento del total de partos”.
En ese sentido, Mónica Kostecki, jefa de la Unidad de Terapia Intensiva, explicó las razones de la prematurez pueden variar: “Desde una madre que sufre presión alta, alguna enfermedad crónica o quizás el simple hecho de que el bebé quiere salir antes”.
“Cuando más prematuro es, más riesgo puede acarrear. Siempre decimos: la mejor incubadora es la panza de la mamá”, señaló Halac.