Facundo, a un año del día que cambió su vida

Sábado 24 de febrero de 2018
Facundo Zorrilla (16) llevaba una vida normal. Disfrutaba de sus hermanos más chicos, era un excelente alumno en uno de los colegios más exigentes de la ciudad y también colaboraba en la verdulería de su familia, pero además de eso, tenía sueños y todo un futuro por delante, el cual fue abruptamente modificado por un automovilista alcoholizado que destrozó todo a su paso. 
El lunes no será una jornada más para él y su familia, ya que se cumplirá exactamente un año del día que modificó su vida por completo. 
Era un domingo 26 de febrero del 2017 cuando el joven se encontraba ayudando a su tío a cerrar la verdulería hasta que un Chevrolet Classic fuera de control subió a la vereda, destrozó todo a su paso y lo dejó a al borde de la muerte. 
El accidente ocurrió en pleno mediodía, sobre la avenida Urquiza entre San Martín y Las Heras, y desde ese día Facundo estuvo más de un mes internado, mientras que el conductor, Lucio Walter D. (35), permaneció varios días detenido pero terminó recuperando la libertad. 
El adolescente había sufrido la fractura de una de sus piernas, pero cuando lo llevaron al hospital Madariaga detectaron que tenía un pulmón comprometido y esa lesión lo tuvo debatiéndose entre la vida y la muerte durante 25 días en el área de terapia intensiva. 
Hoy, a poco de cumplirse un año de aquél dramático día, Facundo se recupera favorablemente de sus lesiones, pero el accidente le dejó secuelas que modificaron su rutina de por vida. 

“Todavía no nos recuperamos”
En el mismo lugar donde en 2017 fue atropellado, Facundo y su madre, Felicitas, recibieron a El Territorio y recordaron cómo fue el duro año que les tocó atravesar. 
“Todavía no nos recuperamos de lo que pasó. Él se tiene que volver a operar de la pierna y en la parte del pecho, por la operación del pulmón, le quedó muy fea la cicatriz. A él le extirparon medio pulmón del lado izquierdo porque el auto, al levantarlo hasta el techo, lo hizo caer de espalda después y se fisuró una costilla. Le quisieron suturar y no pudieron”, fueron las primeras palabras de Felicitas.
Por la fractura en su pierna izquierda, el joven recién hace tres meses pudo volver a caminar, gracias a la ayuda de una muleta. “Nosotros nos hacemos cargo del tratamiento con el hospital, lo único que pagamos hasta ahora es la rehabilitación. Porque él no caminaba. Pagamos kinesiología en un clínica privada y ahora recién volvió a caminar. A esa pierna le pisó la rueda del auto, le apretó contra una jirafa”, dijo.
Felicitas sólo tiene agradecidimientos para el personal médico que atendió a Facundo y cuenta con crudeza lo que fueron los primeros días después del alta y los traumas que quedaron en su familia. 
“Nosotros pensamos que era la pierna no más. Recién en el hospital se detectó el problema del pulmón porque le empezó a salir sangre del oído. Estuvo 25 días con riesgo de vida hasta que se recuperó”, contó y luego señaló: “los primeros días fueron horribles. Él andaba solo por todos lados y de un momento a otro había que hacerle todo. Lloraba él, lloraba el papá y lloraba yo. Nosotros somos seis y él es el más grande. Los hermanitos ayudaron mucho, pero también quedaron mal desde ese día, todos vivimos con susto, estamos con psicólogos”. 
La madre recuerda como si fuera ayer el día del accidente. “Eso fue cerca de las 13.30, él -por Facundo- vino a buscar una lechuga y le preguntó al tío si quería ayuda, entonces empezaron a juntar todo y pasó lo que pasó. Fue una explosión tremenda y verlo tirado ahí a mi hijo fue horrible. Él estaba todo cortado por los vidrios también”, recordó. 

“Que vaya preso”
Facundo, en contrapartida, agradece no recordar nada sobre el accidente. “A mi se me borró todo lo que pasó. Ese día yo estaba ayudando a mi tío, para terminar rápido todo e ir a comer porque ya estaba el asado. Yo ahora vengo bien, camino con la muleta, me tengo que operar y ahí ya está. Mi vida cambió muchísimo”, dijo ante los grabadores de El Territorio por primera vez. 
Y vaya si cambio la vida del muchacho. Facundo tenía pensado ingresar a la Escuela Militar pero el suceso truncó todos sus deseos. 
“Nosotros queremos que él -por el conductor implicado- se haga cargo de lo que corresponde, de una indemnización. A él le arruinó la vida, él estaba por ir a la Escuela Militar a los 16 años y ahora no puede ingresar. Ya teníamos todo previsto y organizado y ahora cambió todo por completo. Él iba a una escuela técnica, ahora se llevó casi todas las materias. Él quedó medio perdido, ni las tablas sabía. El horario ahora está aprendiendo de nuevo, a él se le borraron esas cosas”, graficó su madre. 
El momento del accidente no recuerda, pero los días en internación parecen ayer para Facundo y asegura que cuando ve otro caso de alcohol al volante todo se le viene a la cabeza. 
“Se me viene a la mente porque lo que me pasó fue muy feo. Cuando salí de terapia medio que ya tenía más esperanzas porque le veía a mi mamá, a mi papá, a mis tíos, todo el tiempo. Ahí me sentí más acompañado y eso me ayudó. Cuando estuve en terapia le veía un minuto a cada uno y no a todos”, narró. 
Y continúo: “Yo ahí pensaba en mis hermanitos y como no les dejaban entrar yo quería ver una foto aunque sea de ellos y tampoco me dejaban entrar eso. Entonces me sentía muy solo. Fue muy feo”.
La familia y sus amigos fueron clave para su recuperación. Y lo agradece. “Cuando estuve en sala mis amigos todo el día estaban conmigo, eso es para rescatar. Y cuando ya vine a casa, venían todo el día y me acompañaban. Ahora sí, todo el día estoy con ellos. Nos sentamos en la vereda, me da miedo todavía pero ya pasó. Pasan muchos locos acá. Yo siempre veo como pasan fuerte por acá, eso no cambió nada”, criticó. 
Hubo un día en que Felicitas volvió a cruzarse con el acusado y contó que no pudo contenerse reclamarle el hecho de, por lo menos, no acercarse a pedir disculpas. Su hijo, por su parte, con total sinceridad, expresó que no sabe cómo podría reaccionar si el destino algún día lo cruza con el hombre que modificó su vida. 
“Yo soy muy nervioso. Digo la verdad, porque cuando a le tocan a alguien de mi familia o le insultan yo reacciono, yo siempre les defendía. Yo en el Janssen siempre tenía problemas porque no me quedaba callado cuando me insultaban por mi color de piel o cuando decían algo de mi familia. Esa misma bronca tengo, no sé como me voy a poner si lo veo en frente mio. Yo quiero que vaya preso y ya está”, expresó por último.