Megaoperativo en Itapúa: decomisaron cinco avionetas ilegales en una estancia

Sábado 20 de noviembre de 2004
POSADAS. En un informe publicado por El Territorio el mes pasado, el suspendido fiscal encarnaceno Eduardo Petta San Martín había dicho que el grueso del contrabando de cigarrillos que ingresa desde el Paraguay en la Argentina lo hace por vía aérea. Señaló, entre otras cosas, que en el sur del Paraguay hay decenas de pistas clandestinas y que el movimiento de las mafias es impresionante.
Ayer, autoridades judiciales y policiales de la vecina Encarnación demostraron que el polémico funcionario, conocido por su encarnizada lucha contra los cárteles que operan en la frontera argentino-paraguaya, tiene razón. En una redada que duró diez horas, secuestraron cinco avionetas, armas de fuego y dinero en efectivo.
Durante el extenso allanamiento fue detenido un grupo de personas, en su mayoría pilotos y mecánicos.
El escenario del megaprocedimiento fue la estancia Pindoyu-í, ubicada en la zona de Pindoyú (distrito de San Pedro del Paraná). El predio se encuentra a unos 120 kilómetros del municipio encarnaceno. Es propiedad de Roque Antonio Zarza Scholer, hijo de un ex intendente del mismo nombre e integrante de una de las familias más tradicionales de Itapúa.
Todo comenzó alrededor de las 9, cuando una comisión conformada por el fiscal Francisco Vergara, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas y policías antinarcóticos allanaron el campo en cuestión. 
“Venimos en busca de drogas y encontramos otra cosa. La intensa actividad aérea existente en esta pista nos hacía presumir de la existencia de esta práctica relacionada al narcotráfico”, le informó el fiscal a un diario asunceno.
Esa intensa actividad la corroboró con las aeronaves que encontró en el predio. Cuando llegaron los investigadores, en el lugar había cuatro avionetas bimotor, tres con matrícula argentina y una brasileña.
Al rato, aterrizó en la pista existente en la estancia otra máquina. Era un Pipper PA 31, bimotor, que llegaba, después se supo, procedente de la Argentina. Cuando vio a los uniformados, el piloto quiso escapar, pero los agentes hicieron que desistiera de la maniobra: le cruzaron una camioneta en el camino.
Oficialmente se informó que el comandante de la nave traía 43 mil pesos, supuestamente destinados a la compra de cigarrillos para introducirlos de contrabando en suelo argentino.
Fuentes consultadas indicaron que el piloto tenía pensado llevar las gruesas a una estancia de Córdoba. Añadieron que, por los datos que manejan, hacia esa provincia parten desde Itapúa entre ocho y doce vuelos diarios con mercancía ilegal.
En horas del mediodía, llegaron al campo funcionarios de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, que inspeccionaron las avionetas y establecieron que no había documentos de ninguna.
En cuanto a la pista, la abogada Ignacia Jiménez, asesora jurídica de la Dinac, aclaró: “Se encuentra habilitada desde hace dos años, pero no para la operación comercial”.
Sólo a unos pocos metros de donde aterrizan los aviones, en dos depósitos, los agentes encontraron apiladas alrededor de 400 cajas (unas 20 mil gruesas) de cigarrillos de las marcas “Melbour”, “Derby”, “Rodeo” y “51 Suave”. Allí también hallaron armas de grueso calibre. Sería el arsenal de los encargados de cuidar que los negocios se concreten sin contratiempos.
San Pedro del Paraná, el distrito donde los Zarza tienen su estancia, está en la mira de los antidrogas paraguayos porque el municipio es prácticamente controlado por grupos mafiosos, dedicados tanto al narcotráfico como al tráfico de cigarrillos.