Sufrieron dificultades motrices y hoy juegan al básquet en sillas de ruedas

Jueves 30 de junio de 2016
Cuando la luz parecía apagarse en sus vidas, ellos supieron torcer la suerte de su destino. Con perseverancia, renacieron a través de un deporte. Se trata de personas que, en su mayoría, sufrieron accidentes y no pueden caminar. Sin embargo, juegan al básquet en silla de ruedas.
Son quince los integrantes de la Escuela Municipal de Básquet Adaptado de esta ciudad. La esperanza tocó sus puertas para unirlos bajo el sello de una misma pasión: el básquetbol. Un deporte que lo definieron como “el mejor del mundo”, con una sonrisa inmensa.
Es que pese a las dificultades motrices que padecen los integrantes del equipo, dentro de la cancha los obstáculos y recuerdos tristes desaparecen.
Allí se sienten seguros y miran la vida desde una nueva perspectiva marcada por lazos de amistad, disciplina y entrenamiento constante. Mediante esto, cada martes y jueves, de 15 a 17, el equipo  de básquet adaptado para personas con discapacidad  -que resulta el primero en la provincia- motiva a sus integrantes a superar sus límites.
Desde hace seis meses, las clases se dictan en el Polideportivo Ernesto Finito Gehrmann de esta ciudad, donde el equipo entrena con determinación.
En la escuela se refuerzan las técnicas de pase del balón, velocidad y lanzamiento al aro, que terminan en un partido del juego que más les gusta y, ahí, sobran los motivos para celebrar la vida.
“Probé este deporte y no me quiero ir más de acá. Estamos viendo de poder federarnos y participar de torneos fuera de la provincia”, expresó Noelia Olivera, capitana del equipo y vecina hace varios años de Posadas.

Ejemplos de vida
En cada uno de los entrenamientos, el equipo de la Escuela Municipal de Básquet Adaptado deja de lado sus andadores, muletas y sillas de rueda, las convencionales, y con la fuerza de sus brazos encestan el balón en el aro.
 “Son verdaderos ejemplos de vida para muchas personas, ellos pueden hacer todas las cosas igual que uno, pero a su manera. Hay chicos que venden quinielas, lavan automóviles, hacen tatuajes o están estudiando”, contó el entrenador Marcelo Bogado, quien hace diez años dicta clases de básquet.
Explicó que el básquet adaptado presenta mínimas diferencias con el deporte convencional, “se respeta los cuatro tiempos y los diez minutos en cada uno de ellos. La única diferencia es que hacen dos remadas con las silla de ruedas -avanzan-, mientras tienen unos pocos segundo el balón en su regazo. En ese tiempo tiene que pasar, porque si no se cobra una falta que es caminar”.
Son jóvenes y adultos, de 14 a 38 años, que tras haber sufrido un siniestro vial, laboral o afectaciones de nacimiento hallaron dificultades para movilizarse por sus propios medios.
El juego capta su atención y los lleva a tener que estar atentos en todo momento, mientras se escucha el ruido que hace el balón en el suelo.
“Son muy unidos, un ejemplo de vida”, expresó Marcelo mientras seguía con la vista el juego. De repente, se acercó una de las jugadoras que se encontraba en medio del juego.
Con un balón de básquet en el regazo la joven Noelia Olivera contó cómo fue su llegada al equipo y una de las partes más importantes de su vida.
“Después del accidente que tuve en el 2012 tuve que aprender hacer todo de nuevo, empezar de cero. Terminé la rehabilitación en Posadas y empecé a jugar al básquet, este es el mejor deporte del mundo”, relató.
Y con los ojos llenos de lágrimas prefirió evitar hablar de ese difícil momento y más bien de sus proyectos a raíz de esa situación. Tras un suspiro profundo recuperó la voz y compartió uno de sus mayores anhelos; poder crear una fundación para mejorar las condiciones de adaptabilidad de las personas con discapacidad.
“Muchas veces se hace muy difícil moverse solo, por la falta de adaptabilidad. La idea es que haya más igualdad”, señaló (ver: Proyecta Crear una Fundación).
 Por otro lado, en nombre del equipo no dudó en contar que el próximo desafío es “poder federarnos para poder viajar a otras provincias como Chaco, Corrientes o Santiago de Estero”. Un objetivo que esperan alcanzarlo muy pronto mediante el esfuerzo y entretenimiento.

Concientizar
Desde su habilitación, la Escuela de Básquet Adaptado no paró de crecer. Para poder seguir sumando más personas se requiere de diez sillas de ruedas estándares. Ayer, cerca de las 15, entre risas y chistes, contaron los beneficios de prácticar este deporte.
“En agosto queremos hacer un torneo amistoso con las provincias de Tucumán y Santiago del Estero. Es una idea que tenemos y que esperamos que se pueda cumplir con ayuda de la provincia”, sostuvo Bogado, quien dicta las clases junto al preparador físico Germán Rosillo.
Con el fin de concientizar acerca de la situación de discapacidad, mañana se dictará una charla en el campus del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya. El taller está previsto para las 9.
“Nuestra idea es recorrer la provincia y concientizar. Promocionar este deporte adaptado para todos”, precisó el entrenador.

Proyecta crear una fundación

En el 2012, la vida de Noelia Olivera tomó un rumbo inesperado, luego de haber sufrido un siniestro vial que la dejó en silla de ruedas.
Desde ese momento, sus días no fueron nada fáciles, pero no se rindió. Hoy, después de varios años, esos tiempos son sólo un recuerdo que la impulsan a luchar por uno de sus sueños en pos del bienestar de otros. Quiere crear una fundación para personas con discapacidad. “Después de mi accidente aprendí a vivir de nuevo, a tener que empezar de cero. Mi objetivo ahora es crear la fundación DIA (Derechos, Igualdad y Accesibilidad) y poder mejorar la adaptabilidad de otras personas en una situación similar”, aseguró.