El 90% de los chicos contenidos en hogares tiene más de 5 años

Domingo 26 de febrero de 2017
En los hogares, los chicos tienen contención y cariño, pero necesitan una familia, evidencian. | Foto: Natalia Guerrero

En Misiones, funcionan 21 hogares convivenciales que contienen a niños y adolescentes sin cuidados parentales. Estas instituciones atienden a una población de 409 chicos de 0 a 21 años.
De este total, el 90 por ciento tiene más de 5 años, según un informe aportado a El Territorio por la Defensoría de los Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Provincia.
El tiempo de permanencia en estas instituciones de cuidados alternativos puede ser desde meses hasta años. Por ejemplo, en Misiones, el 60 por ciento de los chicos está alojado hasta dos años en un hogar.

Desde la Defensoría, detallaron que la prioridad es que el niño crezca en familia y que si se puede dar la revinculación con su hogar de origen, es la mejor opción.  
La adopción -explican- es una institución jurídica que tiene por objeto generar un vínculo filial para proteger y garantizar el derecho de niños y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia que le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades afectivas y materiales, cuando estos no le pueden ser proporcionados por su familia de origen, teniendo como principio rector de esta figura el Interés Superior del Niño.
La adopción se otorga sólo por sentencia judicial y emplaza al adoptado en el estado de hijo, conforme con las disposiciones del Código Civil y Comercial argentino. Luego de haberse tomado una medida excepcional de protección, transcurridos 180 días, debe procederse a la declaración de estado de adoptabilidad del niño, cuando las medidas concernientes a la revinculación familiar y/o vinculación con la familia extensa no tuvo el resultado esperado. Es a partir de allí es que un niño o adolescente -como última instancia- puede ser dado en adopción, restituyendo el derecho a vivir en familia.
Sin embargo, hay una gran brecha entre la letra, el aparato jurídico y las necesidades afectivas y materiales de los chicos que conviven en una institución.
Muchas veces, la oportunidad de reunirse con una familia se posterga en vueltas burocráticas o por la falta de adoptantes, algo que suele suceder con los niños que ya han cursado la primera infancia.
El sacerdote Alberto Barros, impulsor de la Fundación Tupá Rendá, que tiene a cargo el hogar de niños Padre Mugica, reflexionó sobre el “acto de amor heróico” de aquellas personas que adoptan niños grandes y adolescentes, incluso hermanos. Recordó que la adopción más importante que se vivió en el hogar fue la de la familia Rzepeski Boccalón, que llegó desde Buenos Aires en busca de un hijo y adoptó a cinco hermanos.
“Fue una alegría, fue muy significativo porque además el matrimonio contaba el apoyo que tenía de su entorno, de su comunidad, de la parroquia, y es una prueba de que se puede adoptar a chicos grandes o a grupos de hermanos, es el amor el que se pone a prueba y sale fortalecido”, indicó.
Y apuntó que hubo otros casos de adopciones de chicos de 9 y 10, 12 años. “Cuando un niño tiene una familia y lo va a buscar al hogar, los otros chicos preguntan ‘y a mí cuando me van a buscar’, eso te llena de tristeza, porque un hogar es una comunidad familiar, los chicos reciben mucho amor y contención, pero ellos quieren una familia”.
El padre señaló que en el hogar también hay un caso de un joven que tiene 18 años, “entonces hay que preguntarse qué falló para que ese chico llegue hasta esa edad en un hogar, y después qué sucede; eso es algo que cada hogar gestiona. Por ejemplo, desde nuestro hogar se está viendo con las autoridades cómo se lo puede ayudar, pero queda ese vacío esa cuestión inconclusa de que un chico no pudo encontrar una familia que lo integre a su historia”.
Como anécdota, relató que ayer en el hogar Mugica, una chica celebró sus 15 años, “durante meses preparó su fiesta con la ayuda de todos, estaba muy ilusionada y contenta, pero también me pregunto qué será de su vida en unos años, habrá una familia para ella también y para tantos otros chicos”.

Causas del egreso
Un estudio de Unicef responde este planteo: la adopción es la tercera causa de egreso de chicos de un hogar. Primero, egresan porque vuelven con sus familias de origen y en segundo lugar está la mayoría de edad, según un estudio de ese organismo difundido el año pasado. 
En cuanto a los motivos de ingreso a estas instituciones o programas alternativos de cuidado familiar, son la violencia doméstica y el maltrato: el 44 por ciento de los chicos y chicas sin cuidados parentales se alejó o fue separado  de su hogar por esta razón. Luego se ubican el abandono o abuso.

Por Silvia Godoy
silviaedithgodoy@gmail.com