Cultivos abandonados en la tierra colorada

Domingo 16 de julio de 2017

Hasta el inicio de la década del 80 fueron cultivos muy conocidos en la provincia, pero luego, pronta o lentamente, fueron desapareciendo. Se trata del tung, el algodón, la soja y el arroz, en los casos más emblemáticos. Aunque también hay quienes recuerdan que alguna vez en Misiones se sembró más maíz, porotos, girasol y también más cítricos. Entre los recuerdos, también sobresale la historia experimental del café misionero.
En algunos casos, la afectación por plagas o la dificultad para vender a compradores de la época fueron desalentando su cultivo en la provincia. Pero en su momento de gloria, llegaron a movilizar cientos de trabajadores.
En el caso del tung, hubo una mítica industria en Santo Pipó que llegó a influenciar a toda su región por la demanda de ese cultivo y de soja. Se trató de la Tungoil, que hoy tiene sus inmensas instalaciones abandonadas como ruinas de un gran pasado agroindustrial en la tierra roja.

Con nostalgia, algunos recuerdan el potencial perdido, que quizás algún día pueda recuperarse con el sustento de una industria química y tecnológica acorde al nuevo siglo. Con algo de esa esperanza, hay productores que no se animaron a cortar sus plantas de tung en Leandro N. Alem (página 6).
Por otra parte, técnicos de la agricultura enfatizaron que la historia de los cultivos que fracasaron en Misiones nos deja la  enseñanza de articular siempre trabajos técnicos con un horizonte comercial.

El arroz empezó acá
Las primeras referencias sobre el cultivo de arroz en Argentina corresponden a Félix de Azara, quien señaló que dicha producción fue introducida por los jesuitas en la tierra colorada en el siglo XVII.
Hasta 1930, Misiones aún figuraba entre las provincias productoras más importantes del mapa argentino junto a Tucumán, Salta y Jujuy. Y luego de la aplicación de una protección arancelaria se extendió a las provincias de Corrientes, Entre Ríos y la zona Centro de Santa Fe.
Para 1980, aproximadamente, el arroz fue perdiendo fuerza en Misiones, según cuenta José Stevenson, ingeniero agrónomo.
Destacó que toda la zona Sur de Misiones era arrocera en esos tiempos y que su abuelo contaba con varias hectáreas del cultivo entre Azara y Apóstoles. Allí también había trigo.
Actualmente, tanto Corrientes como Entre Ríos figuran entre las principales productoras del país y, en Misiones, la cuna de ese cultivo, casi no quedan rastros.
Néstor Oliveri, ex director nacional del Inta, aseguró que la soja entró por Misiones al país, en su pleno auge, a mediados de los años 60, 70 y hasta los 80.
También se hacía más en la zona Sur de Misiones y Norte de Corrientes. Y cuando el gobierno nacional comenzó a impulsar el cultivo en todo el país (en 1973), la provincia y parte de la vecina Corrientes tenían la mayor superficie de soja implantada del país (página 8). Y no sólo eso.  Además, en el Inta Cerro Azul, estaba el criadero de semillas de la oleaginosa más importante del país. Era ese instituto el que se encargaba de seleccionar los materiales que eran distribuidos a semilleros en todo el país y luego a los productores.

El algodón y el café
Otro de los cultivos que también tuvo lugar en la provincia en otros tiempos es el algodón, que hoy distingue a Chaco. Dicha producción fue eliminada de Misiones por órdenes de la Nación, debido a cuestiones sanitarias ajenas a la tierra colorada.
Oliveri señaló que el algodón fue siempre un cultivo tradicional y estaba presente en la provincia desde tiempos inmemoriales. Lo hacían especialmente pequeños productores emplazados en la zona Centro como Alem, Oberá y San Javier. Era producido por colonos minifundistas por dos motivos: el buen precio y las desmotadoras que había en Alem y Oberá, firmas muy importantes.
Fue un cultivo que llevó adelante un grupo de colonos que por cuestiones religiosas no trabajaban con tabaco. Fue una mala decisión de la Nación, que prohibió su cultivo en la década de los 90 en la tierra colorada, lo que ocasionó el declive. “El auge lo tuvo a mediados del 60, prácticamente todo el 70 y parte del 80 también”, añadió el ingeniero agrónomo.
Por su lado, Stevenson analizó que las malas decisiones y la falta de políticas agrarias más concretas fueron la causa de la casi desaparición de muchos cultivos que se hacían en la provincia (página 7).
El café en Campo Grande también fue un cultivo muy importante. Se hacía entre cerros y movilizaba la economía de toda esa zona. Incluso se procesaba en Primero de Mayo y luego se enviaba a Buenos Aires. Casi no hay registros oficiales de eso en Misiones. Sólo los vecinos del paraje recuerdan con añoranza la época en la que el café era oro para la zona.
Tuvo sus buenos años en la década del 70, y ya para 1985 comenzó a decaer. Hoy los lugares donde antes había incontables líneos de café, queda nada más que monte. Aún así se pueden divisar plantas de esa época y otras más nuevas (página 10 y 11).

La Tungoil
Crisan González (67) vive en cercanías de las ruinas de la Tungoil. Recordó que de muy joven estuvo trabajando en la fábrica que llegó a movilizar kilómetros de camiones para llevarse la soja de la provincia. También de productores de tung que llegaban desde varios municipios vecinos a entregar su producción para fabricar aceite.
“En la época de la Tungoil había más de 100 personas y se trabajaba en tres turnos. Se trabajaba mucho el tung y la soja. Después en el 80 más o menos se fundió todo”, recordó en diálogo con El Territorio.
Acotó que “con el tung se trabajaba todo el año, toda la parte de la fábrica que está atrás era para hacer aceite de tung. Yo igualmente trabajé más con la soja. Trabajábamos adentro de los silos cuando la soja quedaba dura, ahí había que entrar para palear y hacer que vaya saliendo”.
Resaltó como dato del gran movimiento que “con la soja se trabajaba mucho, había épocas que las filas de camiones eran de varios kilómetros para cargar. Todos los choferes estaban con turnos y a veces hasta se peleaban por las demoras que había. Hubo mucho movimiento y después que se fundió todo quedaron pocas casas con luz”.

El arroz que está volviendo
La directora general de Economía Agraria, Efigenia Gauto, también recordó las experiencias con el algodón y el arroz en la provincia. Diferenció que en la actualidad están fomentando el arroz de secano para pequeños productores, ya que su manejo es más sencillo y asegura una alternativa para el consumo familiar.
“El algodón tuvo su desaparición a mediados de los 90 con el ataque del picudo algodonero (un insecto) y porque a Formosa y Chaco no les convenía que se extendiera el cultivo. La fibra de algodón que se obtenía en Misiones era de mayor calidad porque la planta producía bien en nuestro clima”, recordó la técnica.
Y prosiguió: “Así las cosas, la gente que estaba en la zona de San Javier, Mojón Grande, fue dejando de plantar y la motadora que estaba en Leandro N. Alem cerró. Y al no tener donde entregar su producción, el cultivo se fue dejando de lado. Mucha gente que hizo algodón, lo hizo también como una opción para no plantar tabaco por una cuestión religiosa”, recordó.
Por otra parte, Gauto se refirió al arroz y diferenció que en la actualidad hay una variedad del cultivo que están incentivando en las chacras misioneras.
“El arroz tradicional o de inundación, se le dice así porque en un momento del cultivo hay que inundar las plantaciones, ya casi no existe en la provincia. Ahora se hace mayormente en Corrientes y Entre Ríos. El arroz que sí se está haciendo e incentivamos es el arroz de secano que se cultiva sin necesidad de inundar plantaciones”.
Y detalló que “el arroz de secano, puede andar muy bien para la agricultura familiar para los productores más pequeños. Se está plantando en menos de un cuarto de hectárea, ya con eso les asegura arroz para su consumo familiar del año. Se requiere tener una descascaradora porque la cáscara del arroz es muy pegada, muy dura”, explicó.

En Colonias Unidas, el tung también se muestra en baja
POSADAS. La Cooperativa Colonias Unidas, en Hohenau (Paraguay), produce actualmente aceite de tung para su exportación. En una visita de El Territorio, en mayo del 2013 se pudo apreciar el intenso movimiento de entrega de tung para la extracción de aceite.
 El gerente comercial de la entidad, Wilfrido Hempel, comentó esta semana que la producción de aceite se sigue haciendo, pero va en baja por la escasa rentabilidad del cultivo.
“Estamos produciendo aceite de tung pero no es mucho. Todo lo que se hace es para exportación. La cosecha se hace de abril hasta junio o julio. En los últimos años fue cayendo su producción porque al ser una cosecha manual tiene más costos y a veces no es tan rentable”, explicó.
Pese sus altibajos en la entidad se valora la diversidad que puede ofrecerse a sus asociados con el procesamiento agroindustrial.

Valorado protector para la madera

El aceite de tung es un producto elaborado a partir de la resina de las semillas del árbol tung, originario de la China, aunque también se cultiva en otras latitudes, como Sudamérica o el sur de los Estados Unidos. Se trata de un protector de la madera bastante difícil de encontrar, aunque a través de Internet puede adquirirse sin problemas. Su principal ventaja, frente a otro tipo de aceites, como el de teca o el de linaza, es que se trata de una sustancia mucho más resistente. Además, no altera el colorido original de la superficie tratada, debido a que es bastante transparente y amarillea menos. El poro de la madera queda sellado tras la aplicación de este producto y su superficie se endurece de forma que se logra una mayor protección.