“Será un YPF Repsol más, nos tendremos que acostumbrar”

Domingo 20 de mayo de 2012
Frente. | El despintado cartel del hotel, conocido primero como “Palace”.

El centenario edificio del Hotel Savoy es hasta el momento una propiedad privada que fue declarada monumento histórico de Posadas y de Misiones, con las reglamentadas exenciones impositivas y las obligaciones de mantenimiento. Tras dos décadas en esa especie de limbo, el propietario (una empresa con raíces fuera de la provincia) tomó este año la decisión  de demolerlo para emprender una nueva construcción, e inició los trámites municipales para obtener el permiso de demolición. “No lo podemos tener apuntalado toda la vida”, expresaron oportunamente a este medio, y es en este contexto que la Cámara de Representantes de Misiones anunció recientemente la puesta en marcha de un proyecto de expropiación del inmueble.
De esta manera, con esta actitud, la más sustancial asumida en esta materia en los últimos tiempos, se pone, de algún modo, punto final a los tironeos, las especulaciones de uso y las profecías de derrumbe. El Savoy, que tuvo un raro sino de identidad, de origen y futuro difusos, será en un tiempo, si prospera el proyecto provincial, un Museo.
Y desde que se conoció la noticia, los posadeños, alentados quizá también por la reciente expropiación por parte del Estado de las acciones de Repsol, pero guiados por un  verdadero sentimiento de pertenencia, se han convertido esperanzadamente en expertos tasadores, y alientan la decisión del cuerpo legislativo provincial.

 

Escenario de contienda

La propiedad pertenece a la firma Taguato Sociedad en comandita por acciones (Secpa) y fue valuada, según informara oportunamente a El Territorio su representante legal, en casi 4 millones (3, 8 millones) de dólares. Es normal en estas operaciones que el valor de mercado pretendido resulte mayor que la tasación fiscal de la oferta y por ello, las partes suelen, tras arduas negociaciones, hallar un punto intermedio. Si eso ocurriera, definitivamente el Savoy será reciclado a su nuevo uso. Aunque se pronostican algunos nubarrones en ciernes.
El Territorio entrevistó el jueves al respecto al abogado Víctor Marroco, representante legal del propietario, quien manifestó:  “suponíamos que ello ocurriría, y lo veo, al propietario, preparado anímicamente. Ya había tomado conocimiento por su lado. Será un YPF Repsol más, y nos tendrémos que acostumbrar, como Cuba se acostrumbró, o ahora Venezuela. Aunque muchos no lo crean”.

 

Ayer difuso
Esto en cuanto a su futuro. En cuanto a su pasado, El Territorio, en el intento de verificar la fecha de su real inauguración consultó viejos Boletines Municipales de Posadas que dan cuenta de la actividad de Domingo Barthe en aquellos años, particularmente entre 1915 y 1917.
En diciembre de 1914 se lo nombra Comisionado por motivo de salud y se lo declarará incorporado al Concejo recién en 1916. Era entonces uno de los principales proveedores de la municipalidad.
En noviembre de 1915 solicitó conexión eléctrica en su casa ubicada en la manzana 81 (la de la Catedral)
El 19 de mayo de 1916 había solicitado permiso para construir una pieza en la casa de su propiedad (en las oficinas de Correo y Telegrafo) sobre San Martín entre Colón y San Lorenzo.
El 3 de agosto solicitó permiso para construir en su propiedad de calle Colón 479, así como para blanquear el edificio; y el 23 solicitó permiso para cercar con un muro de su propiedad ubicada en calle Sarmiento esquina Colón.
El 15 de septiembre solicitó que se le otorgue la línea correspondiente a su propiedad en la calle Colón esquina Sarmiento (expediente 1655) y el 19 de noviembre solicitó permiso para la construcción de un edificio destinado a usina que dé suministro de corriente eléctrica al hotel de su propiedad, casa de negocio y adyacencias en calle Sarmiento entre Colón y San Lorenzo. Domingo Barthe ya no ejercía cargos directivos en el Concejo municipal del que había sido presidente y vice. Su última aparición en ese recinto fue en diciembre de 1915 tras expirar el mandato conferido unos años antes. Poco tiempo después viajó a Francia, siendo reemplazado por uno de sus hijos: Jorge Barthe.
Un documento histórico revela la fecha probable de la inauguración del Palace Hotel (luego Savoy): el memorial presentado el 31 de diciembre de 1918 por el gobernador Barreyro da cuenta que Barthe prometía la apertura para el año siguiente, 1919. El emprendimiento posadeño formaba parte de un plan turístico mayor que abarcaba también levantar un hotel en Iguazú y a la flota de Barthe para llegar hasta allá. Sin embargo no se han podido hallar pruebas de la existencia física del Palace Hotel hasta 1924: un artículo periodístico publicado en el semanario El Deber, de Posadas, del 21 de abril que informaba que su propietario era Oscar Adam. Sobre el cambio de nombre, también hay dudas.
Se mencionó hasta el hartazgo que se llama Savoy desde 1925; sin embargo un aviso publicitario de abril de 1929, publicado en La Nota antiguo órgano difusor de los intereses correntinos en Misiones, lo sigue denominando Palace Hotel. Mismo nombre puede leerse en la publicidad de la Guía General de Misiones, editada por Atanasio Sosa en 1929. 

 

Las razones de levantar un hotel
En las encendidas demandas que contra Barthe promovió el abogado paraguayo Juan León Mallorquín, defensor de mensúes, se menciona por primera vez que el Palace Hotel se levantó para recibir a los invitados al casamiento de Ana Barthe. Sin embargo, tras haber consultado las Actas de Matrimonio de la Catedral de Posadas,
El Territorio no pudo constatar que entre 1910 y 1921 se haya concretado esa unión. Enigmas del pasado, como se ve, no faltan.