Amelia sigue internada pero ya logra mover sus extremidades de la parte derecha

Sábado 25 de febrero de 2017 | 07:00hs.
Mientras se recupera, Amelia cuida a su hijo Santino todos los días.

Pasaron más de tres meses del accidente de tránsito que provocó un severo traumatismo de cráneo a Amelia Bannan. Tras estar internada por varias semanas en el Hospital Madariaga, la policía fue trasladada a la clínica privada Neuma Respiratoria para continuar con la recuperación  física y psíquica. 

 

Este tratamiento permite a Amelia tener continuo contacto con sus familiares y Santino, su pequeño hijo de dos meses, a quien dio a luz cuando aún estaba en coma.

 

Por esta razón y con el objetivo de apoyar a la policía, y acompañarla en la recuperación, la familia Bannan, oriunda de San Pedro, trata de instalarse en Posadas. “Buscamos un alquiler  que no sea tan caro porque queremos estar cerca de Amelia”, dijo a El Territorio César Bannan, hermano de la mujer.

 

A su vez, señaló que el interés por conseguir una casa o un departamento en la ciudad capital se debe a que Norma, la otra hermana de Amelia, está  hospedada en la casa de una familia conocida, pero tiene a su  cargo a su hija de dos años y Santino. “Es más que nada para tener más privacidad y poder estar con los chicos”, expuso.

 

En este sentido, el hombre explicó que “Norma se va a dedicar a full a Amelia, ella es psicopedagoga y daba clases en San Pedro, pero va dejar todo hasta que se recupere y yo voy a tratar de  viajar tres veces por semana”.

 

Estar rodeada de afecto y por los allegados son dos pilares fundamentales que ayudarán a que Amelia se recupere de forma más rápida.

 

 Al respecto, César contó que “el día que se reencontró con su nona se le erizó la piel, esto pasó porque ella le tiene mucho cariño y ella de a poco va asimilando las cosas”.

 

El panorama médico al principio no era alentador para la familia Bannan, pero Amelia demostró una gran fortaleza para salir adelante. “Neurológicamente ella nos responde más que a los médicos”, comentó César.

 

Si bien el proceso de evolución de la paciente es lento, su familia entiende que es más rápido de lo que estimaban los médicos. “Por la gravedad de la fractura se diagnosticaba muchas secuelas neurológicas, pero ella está respondiendo bien a todo y eso es favorable”, sostuvo el hombre.

 

Por el momento, Amelia presenta dificultades en el habla y no logra abrir la boca; por lo tanto no puede comunicarse, aunque sí escucha. “Cuando le hablamos ella nos mira, pero no logra comunicarse todavía”, relató.

 

Amelia está internada hace doce días en la clínica y ya logra mover sus extremidades de la parte derecha, las cuales las tenía paralizadas desde que despertó del coma. “Ahora sólo falta trabajar en la parte cognitiva y en la motriz empezar a recuperar la fuerza”, expuso César.

 

Tratamiento con bótox
Para ablandar los músculos,  comenzar con la recuperación del habla y empezar a comer por sí sola, Amelia se someterá a un tratamiento de inyecciones de bótox.

 

Las ampollas llegaron en pocos días, por lo tanto la paciente podrá comenzar con el tratamiento cuanto antes.

 

“A veces se sienta en la cama y toca el piso con los pies, entonces nos mira como diciéndonos que siente el frío del suelo y esas son cosas que ella va incorporando  día a día”, relató el  hermano. Y adicionó que “esos días también comió un chupetín, si bien no abre la boca igual logró comerlo”.

 

Por otro lado, para una mayor comodidad y para que Amelia cuente con la posibilidad de recorrer otros espacios de la clínica , la familia está tramitando con la obra social una silla ortopédica.  “Con eso podrá a salir a pasear y tomar aire”, apuntó César.
Si bien la obra social del Estado cubre todos los gastos médicos,  la familia Bannan agradece la solidaridad de la comunidad de San Pedro que realizó tres  festivales a beneficio de Amelia.

 

“Estamos muy agradecidos porque desde el principio estuvieron con nosotros, porque todo demanda mucho gastos”, esbozó César.

 

Amor de madre

A pesar de que Amelia carece de fuerzas en los brazos, la  familia busca la manera de que pueda compartir momentos de cercanía con Santino. “Lo ubicamos en su pecho y ella le acaricia la cabeza despacito”, relató.

 

Y prosiguió: “La vez pasada él tenía  hipo y ella sola trató de acomodar la sábana y lo tapó”.

 

El día que Amelia fue sometida a la cesárea para dar a luz a Santino, fue el momento en  que reaccionó y abrió los ojos. Luego siguió con los movimientos de párpados.

 

La intervención quirúrgica fue el 24 de diciembre del año pasado, Santino estuvo un mes en el Hospital Neonatal y luego recibió el alta.

 

 El accidente automovilístico se había registrado el 1 de noviembre en Santa Ana, cuando el Chevrolet Onix en el que viajaba Amelia junto a otros cuatro policías, volcó y terminó su marcha en la banquina.