Un consorcio israelí trabajará en el Acuífero Guaraní

Lunes 25 de abril de 2005
El consorcio formado por la empresa israelí Tahal, e Hidroestructuras, Seinco, Hidrocontrol y Arcadis Hidroambiente, pertenecientes a los cuatro países del Mercosur, quedó habilitado para iniciar los trabajos de hidrogeología en el Acuífero Guaraní, uno de los mayores reservorios de agua dulce del mundo.
El consorcio ganó la licitación internacional que convocó la Organización de Estados Americanos (OEA) y el viernes firmaron, en Montevideo, los contratos para el inicio de los trabajos.
El consorcio israelí-Mercosur será el encargado de ejecutar estudios de hidrogeología, termalismo y modelo regional del acuífero durante un plazo de 28 meses y a cambio de un pago de 1,3 millones de dólares.
Este es el segundo contrato de servicios que se suscribe para estudios del proyecto: el primero, para la cartografía y confección del mapa del acuífero, fue otorgado a la empresa canadiense Tecsult International Limited, que desde comienzos de año inició los trabajos.
El Acuífero Guaraní es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo, con unos 37 mil kilómetros cúbicos acumulados.
Está ubicado en la parte este y centro-sur de Sudamérica y se estima que tiene una superficie total de poco menos de dos millones de kilómetros cuadrados (1.190.000), de los cuales 850 mil corresponden a Brasil, 225 mil a la Argentina, 70 mil a Paraguay y 45 mil a Uruguay.
En el Acuífero sudamericano, el agua puede ser encontrada a profundidades que van desde los 50 a los 1.500 metros y con temperaturas que varían entre los 33 y los 65 grados.

El proyecto
El Proyecto para la Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní, que tiene su sede en Montevideo, se creó con el propósito de apoyar a los cuatro países para elaborar e implementar un marco común institucional, legal y técnico que maneje y preserve el acuífero para las generaciones futuras; también permitirá aumentar el conocimiento acerca del recurso y proponer un marco técnico, legal e institucional para su gestión coordinada entre los países por cuyo suelo corre el acuífero, en consonancia con los intereses internacionales.
Los recursos para los estudios técnicos provienen del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, del Banco Mundial, y la OEA es la agencia ejecutora internacional del proyecto.

La advertencia
Sin embargo, la mayoría de las organizaciones ambientalistas de la zona ven alarmados el repentino interés en los estudios vinculados al agua y a las termas, aunque el Banco Mundial sostenga que es en "preservación del acuífero de la contaminación y el desarrollo sustentable".
La voces de alarma aseguran que cada vez que el Banco Mundial habla de preservación de recursos y desarrollo sustentable, "implica el no uso de un recurso por parte de los habitantes de la región o país donde se encuentra, porque tiene que ser preservado -privatizado- para ser entregado a multinacionales, ya que según el Banco y los países del primer mundo, el agua es una mercadería más sujeta a las leyes de la oferta y la demanda del mercado".
En ese mismo sentido las advertencias señalan que la OEA, por ejemplo, fomenta la creación de centros de aguas termales con fines terapéutico o turísticos, aunque desalienta el desarrollo de proyectos nacionales que impliquen la utilización del agua por los pueblos de la región, ya que la deben reservar para cuando escasee en el "primer mundo", es decir, cuando los demás países la necesiten.
De todas maneras, la municipalidad brasileña de Santana do Livramento (en la frontera con Uruguay), ya anunció que en poco tiempo comenzará a exportar agua dulce embotellada hacia países de África y Medio Oriente.
Esta ciudad del Estado de Río Grande do Sul y su vecina uruguaya Rivera están emplazadas sobre una zona de recarga del Acuífero Guaraní. Con el plan de la Municipalidad, se embotellará agua en forma directamente del Acuífero, captada por los pozos de 120 metros de profundidad con que cuenta la comuna.
El organismo encargado de la administración de los servicios de agua y saneamiento de la ciudad registra que a través de 38 pozos son captados 30 millones diarios de litros de agua, de los cuales los habitantes de la ciudad solamente consumen un 40%. El excedente (18 millones diarios de agua dulce) es el que se pretende comercializar.
En Brasil se aprobó el pasado 31 de octubre de 2004 una reforma de la Constitución por la cual se establece que el agua no debe ser considerada como un recurso económico o mercancía para obtener lucro, sino como un derecho humano fundamental para la vida. Solo el Banco Mundial podría impedir que este municipio comercialice el agua, aunque esa entidad  es uno de los organismos más consustanciados con la privatización de los recursos hídricos en el mundo entero.


Particularidades de un sistema codiciado

El Acuífero Guaraní es un reservorio de agua subterránea. Se trata de un conjunto de rocas arenosas que está por debajo del nivel del terreno que tiene agua en sus poros y fisuras. Estas rocas se depositaron allí entre 245 y 144 millones de años atrás.
Se dice que este acuífero es transfronterizo porque se desarrolla por debajo del territorio de cuatro países sudamericanos. La denominación Guaraní responde a que su extensión coincide con la que ocupó la Gran Nación Guaraní, población aborigen que habitó en la zona.
Al acuífero se accede por medio de perforaciones realizadas por máquinas perforadoras. En general, a través de esas excavaciones se va introduciendo una tubería vertical, hasta penetrar en las capas que contiene el agua para extraerla. En ese nivel se coloca un filtro que permite el ingreso de agua a la perforación y su extracción.
Las características de las perforaciones varían según la profundidad a la que se encuentra el agua. El diámetro final de las perforaciones oscila en general entre 15 y 20 centímetros y su profundidad puede ir desde unos pocos metros (50 por ejemplo) hasta 1800 metros en algunos casos. En estas últimas y debido a que la temperatura del agua se va incrementando a medida que se aumenta la profundidad de extracción, se puede obtener agua con temperaturas entre 50ºC y 65ºC. La temperatura del agua también varía de acuerdo a la profundidad, entre los 33 y 65 grados. Los especialistas indican que la temperatura aumenta un grado cada 30 metros, serían 30 grados para 1.000 metros.
Parte del agua de lluvia que precipita en la región ingresa al acuífero, infiltrándose o a través de ríos, arroyos y lagos, que por sus lechos permiten el pasaje de agua hacia capas de terreno más profundas. Este agua que ingresa se denomina recarga y se cuantifica mediante un volumen anual. Para todo el sistema se estima que la recarga es de 166 Km³ al año. Las reservas permanentes de agua del acuífero, es decir la que se encuentra almacenada en poros y fisuras de la roca son del orden de los 45 mil Km³.
El acuífero es un relleno sedimentario, un depósito de arena de origen eólico, saturado de agua, donde se calcula que existe un volumen de agua almacenado de 40 mil a 50 mil km3, con variaciones en la potencia y el espesor de ese paquete sedimentario que estaría entre 200 y 800 metros. Así, el acuífero podría abastecer durante 200 años a la población mundial a razón de 100 litros diarios por habitante.
El agua del acuífero está a nivel del suelo en una zona de Brasil, donde están las rocas portadoras de ese acuífero que son áreas de recarga: el acuífero se recarga donde afloran la areniscas y a través del basalto que está en superficie, o fracturado.
Se estima que el acuífero es sólo de agua dulce, aunque existen zonas en Entre Ríos donde extraen agua salada, aunque no está claro si tiene áreas con agua salada o los pozos llegan a otras formaciones que contienen agua salada. Con la adjudicación de la OEA a Israel, en los próximos cuatro años se podrá saber con más certezas acerca de este sistema.
La Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo) impulsa hace más de un año una perforación en un terreno ubicado a la vera de la ruta Nacional 14. Las estimaciones  indican que habría aguas termales a 1200 metros, con 42 grados de temperatura.


El futuro
Los pronósticos más pesimistas aseguran que en unos diez años, el agua comenzará a ser parte de los conflictos internacionales y que para el 2025, existirá una falta de provisión del 52% del líquido.
Hasta el momento, el Banco Mundial procedió a reunir toda la información legal y jurisprudencial de los países, provincias, municipios y regiones involucradas. La propiedad hasta ahora es formalmente gratuita pero, el nacimiento de sus usos la hará objeto de comercio.
Los recursos naturales han estado en el dominio público o privado del Estado pero hasta el Siglo XX estaban en una situación intermedia de uso libre aunque sometido a algunos pagos por gastos de tratamiento.


¿Dónde está el agua subterránea?

De acuerdo a un informe del Instituto Nacional del Agua, el elemento más importante del acuífero está alojado en formaciones geológicas antiguas, correspondientes a los períodos Triásico, Jurásico y Cretácico Inferior, rocas que tienen entre los 200 a 132 millones de años. En esa época, cuando África y Sudamérica aún estaban unidas, los depósitos comenzaron a desarrollarse en ambientes fluviales y lacustres, que en la literatura geológica se los conoce como formación Tacuarembó o también Piramboiá.
Luego, como resultado de un clima más seco, se desarrolló un gran desierto de arenas bien seleccionadas (semejante al actual Sahara) que también abarcó la región que ocupa el acuífero en los cuatro países, constituyendo después el acuífero principal del Sistema dentro de la formación geológica denominada Botucatú o Rivera. Estos sedimentos abarcaron dentro de la Argentina: el Litoral y región chacopampeana norte y central resultando espesores variables entre los 200 metros y los 600 metros. Luego de esta etapa, y a través de grandes fracturas profundas, todos los sedimentos anteriores fueron cubiertos por coladas de lavas basálticas, que acompañaron la separación entre los continentes mencionados, constituyendo la efusión basáltica de mayor extensión mundial comprendiendo un millón de kilómetros cuadrados en los cuatro países del Mercosur.
Dejó volúmenes de rocas muy diversos: en Misiones más de 800 metros de espesor de coladas de lavas superpuestas, en la margen oriental entrerriana más de 600 metros, en tanto que la región Chacopampeana presenta escasos metros y con presencia irregular discontinua.
Luego de todos estos eventos geológicos se comienzan a producir y reactivar fallas y estructuras geológicas que en muchos sectores alteraron el orden estratigráfico establecido, las orientaciones originales y las alturas, En ese escenario, las rocas más permeables que afloraban comenzaron a llenarse de agua por infiltración desde la superficie (producto de las lluvias y ríos), circulando en forma lenta, -en el orden de los pocos metros por día- desde las áreas de afloramiento (áreas de recarga) hacia las de hundimiento y confinamiento (áreas de tránsito y descarga).