Misiones y Corrientes, en la mira por los niños descuartizados en Brasil

Martes 9 de enero de 2018 | 10:45hs.
El templo se ubica en la región metropolitana de Porto Alegre. | Foto: Agencia BRS
Tal como estaba previsto, la Policía y las autoridades brasileñas a cargo del "Operativo Revelación", el cual develó que el descuartizamiento de dos niños que posiblemente sean argentinos se produjo en el marco de un ritual satánico, revelaron ayer más detalles de la investigación que sacude al sur de ese país y que también podría repercutir de forma directa en Misiones.


En una conferencia de prensa realizada ayer, investigadores de la Policía Civil brasileña revelaron la identidad de los cuatro sujetos que están detenidos desde diciembre, como así también la de los tres individuos que permanecen en condición de prófugos, entre ellos un hombre de nacionalidad argentina acusado de ser quien consiguió los dos menores para el sacrificio.


Tal como informó El Territorio en su edición del sábado, el estremecedor caso comenzó a ser investigado el 4 de septiembre, cuando dos cuerpos pequeños aparecieron descuartizados y sin cabezas en un matorral del barrio Lomba Grande, en la ciudad de Novo Hamburgo, a unos 45 kilómetros de Porto Alegre y a unos 550 kilómetros de Porto Xavier, localidad limítrofe con Misiones.


La Policía del vecino país trabajó en silencio sobre el caso y con el correr de los meses fueron apareciendo pistas que permitieron revelar la escalofriante trama detrás de los crímenes.



Los primeros procedimientos se dieron a fines de diciembre, cuando los uniformados brasileños lograron capturar al líder de un templo satánico en la región metropolitana de Porto Alegre y a dos seguidores suyos, quienes habían pagado 25.000 reales para realizar el ritual a cambio de prosperidad y éxito en unos negocios inmobiliarios que tenían por delante.


La pesquisa continuó en silencio y los uniformados guardaron esos resultados bajo llave hasta los primeros días de enero, cuando se informó la primera parte de los resultados y ayer terminaron de brindar todos los detalles del caso.


Según consignó el portal G1.globo.com, los detenidos son: Silvio "El Brujo" o "El Maestro" Fernandes Rodrígues, referente a nivel sudamericano de magia negra; Jair Da Silva, uno de los seguidores que encomendó el ritual; Andrei Jorge Da Silva, hijo de Jair; y Marcio Miranda Brustolin, otro seguidor


Por su parte, los tres sujetos que permanecen prófugos y tienen pedidos de captura se tratan de: Anderson Da Silva, otro hijo de Jair; Paulo Ademir Norbert Da Silva, otro agente inmobiliario que habría participado del ritual; y Jorge Adrián Alves, ciudadano de nacionalidad argentina y que sería discípulo de El Brujo.



La pista argentina del caso

En sintonía a lo adelantado el sábado, los investigadores confirmaron que la sospecha que recae sobre el argentino es que se trata de la persona que tuvo como función la de conseguir a los dos niños que terminaron siendo descuartizados en el ritual y luego descartados en bolsas y cajas de cartón en un matorral.



La información que ayer agregaron los voceros del operativo es que se cree que este sujeto, el cual aparentemente también sería un forajido en Argentina y que tendría vínculos tanto en Misiones como en Corrientes, consiguió a los dos menores en una zona de frontera a cambio de un camión Mercedes Benz robado.



En este contexto, cabe recordar que las dos víctimas aún no pudieron ser identificadas, dado que sus ADN no fueron encontrados en los bancos de datos brasileños, ni tampoco nadie reclamó por ellos hasta el momento. Ante esta situación, la principal hipótesis es que los menores son argentinos y se cree que pudieron haber sido traídos desde un barrio pobre de Corrientes, añadió el portal Hora de Santa Catarina.


"Los bancos de datos argentinos están siendo revisados ​​para ver si dan con los ADN de los niños encontrados, los oficios ya fueron enviados a autoridades del país vecino y también se verificará si el argentino tiene parentesco con los hermanos", expresó en la conferencia de prensa Moacir Fermino, delegado de la investigación.


Según el delegado, los sospechosos niegan tener relación con las muertes y dicen no conocer a El Brujo. Sin embargo, también afirmó que uno de los testigos puede ser incluido en la lista de personas protegidas, debido a las amenazas que sufrió, ya que adujo "estar corriendo riesgo de muerte".



Ante los medios, los pesquisas también expusieron algunos de los elementos incautados durante el allanamiento al templo de El Brujo. Sobre una mesa tendieron una capa y la máscara de un lobizón que fueron hallados dentro de una caja fuerte.
Además, revelaron que en el cuerpo del niño encontraron una alta dosificación de alcohol, en tanto que en la niña dieron con marcas de perforación de cuchillo en uno de sus miembros.



Fermino afirmó que un testigo relató que vio al niño atado en un pedestal y que la niña estaba acostada en el suelo, en un ambiente oscuro, iluminado sólo por velas, con los discipulos arrodillados alrededor.



Para la Policía, los niños habrían sido decapitados por medio de torniquetes, pero los testigos manifestaron que no se quedaron hasta el final del ritual. "Ellos no participaron en la ceremonia, tuvieron que dejar el lugar antes de la conclusión, porque si no podrían morir también", afirmó el delegado.


Cabe recordar que lo único que sabe hasta el momento de las víctimas es que se tratan de un niño de entre 8 y 9 años y de una niña de entre 10 y 12, quienes serían hijos de una misma madre, pero de distinto padre.