Estranguló y arrojó en el basural a su madre para quedarse con la casa

Martes 12 de septiembre de 2017
El domingo, Apóstoles se acostó con una noticia estremecedora, pero a la mañana siguiente despertó con una historia y esa historia, por sus cruentas características develadas en una investigación rápida y sin vacilaciones, dejó aún más conmovida a la ciudad.
Tras el hallazgo del cadáver, registrado el domingo a la tarde en el predio de la planta de reciclaje local, la primera confirmación fuerte para Apóstoles fue su identificación.
La víctima era Dominga Isabel Huzy (52), una conocida mujer que vivía sola en su vivienda de calle Moreno al 1.300 -a muy pocos metros del microcentro-, que tenía dos hijos y que estaba separada de su marido hace aproximadamente dos años.
La mujer había sido encontrada envuelta en dos frazadas que estaban atadas por un cable coaxial. El cuerpo fue hallado por una pareja de avanzada edad del barrio Estación que habitualmente rebusca cosas de entre la basura, hasta que en esta oportunidad uno de ellos estiró el cable de una plancha y dejó los pies de Huzy al descubierto.
El drama comenzaba a salir a luz. La pareja huyó despavorida del basural, avisó del hecho al encargado del predio y minutos después de las 17.30 la Policía ya estaba al tanto del caso.
Efectivos de la Comisaría Segunda acudieron al lugar -distante a unos seis kilómetros del casco urbano de Apóstoles- y constataron la escena. La grave situación lo ameritaba, por lo que uniformados de toda la Unidad Regional VII fueron requeridos para presevar la escena hasta la llegada de las autoridades judiciales y del personal criminalístico.
Las condiciones climáticas eran desfavorables. Los fuertes vientos y una torrencial lluvia provocaron que las labores en el escenario del hallazgo se extendieran hasta pasada la medianoche, pero afortunadamente nada se perdió ni se estropeó.
La identificación de la víctima tardó algunos minutos, pero cuando finalmente pudo ser confirmada, la investigación comenzó prácticamente al instante.
“El tiempo que pasa es la verdad que huye”, expresó un pesquisa, graficando así la importancia que significaba para ellos el pronto esclarecimiento del hecho.
De manera conjunta, investigadores de la Unidad Regional VII y el personal de la Dirección Homicidios, todos bajo supervisación del magistrado Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción Cuatro, efectuaron las primeras averiguaciones.

Cúmulo de indicios
Hasta ese momento, no había sospechosos a la vista, pero con el correr de las horas los pesquisas fueron recolectando una serie de elementos que ahora, a más de 24 horas del hecho, acorralan a uno de los hijos de la víctima y a su novia.
El primer dato que disparó el alerta en los investigadores fue el testimonio de una vecina, la cual aseguró que la víctima mantenía una relación conflictiva con sus hijos, motivados aparentemente por una disputa de la vivienda y el terreno que era ocupado por la mujer.
De acuerdo a lo indicado por las fuentes, Huzy incluso había llegado a realizar exposiciones policiales por hechos de violencia de género sufrido de parte de al menos uno de sus hijos.
Los sabuesos de la Policía fueron más allá. Obtuvieron el dato de que hace aproximadamente tres semanas se habría producido el último encontronazo entre la mujer y Rafael R. (23), su hijo menor.
Y así, casi que por decantación, los investigadores tenían un primer sospechoso en la mira y durante toda la madrugada trabajaron a destajo para recolectar más indicios en contra del joven.
Luego, a partir de otro testimonio, supieron que el joven había dicho a varios vecinos que su madre tenía planeado irse a vivir a Gobernador Virasoro, Corrientes, por lo que él y su novia iba a mudarse a la vivienda de calle Moreno. La teoría de un matricidio sumaba más aristas.
El médico policial que examinó el cadáver en el basural había dictaminado que la víctima llevaba entre 24 y 48 horas sin vida, información que coincidió con otro testimonio: el de una señora que aseguró haber visto a Huzy el viernes a la noche.
La reconstrucción del hecho comenzaba a tomar forma y todo prácticamente concluyó cuando el ex marido de la víctima y padre del sospechoso, quien reside frente a la vivienda de Huzy, señaló que su hijo le pidió prestado un camión de su empresa para efectuar una mudanza.
El sospechoso habría utilizado entonces el camión con pluma (grúa) de su padre en dos oportunidades, el sábado y el domingo, y así lo avalan tanto las grabaciones de las cámaras de seguridad de la ciudad como el testimonio del encargado de la planta de reciclaje, quien aseguró haber visto un rodado de esas características ingresar al predio durante el fin de semana.
De esta forma, se presume que en su primer viaje el sujeto cargó en el camión el cadáver de su madre junto a casi todas sus pertenencias, entre electrodomésticos y vajillas, para descartarlos posteriormente en dos montículos distintos del basural.
Luego, el domingo volvió a usar el camión, pero en esta oportunidad habría sido para trasladar los elementos del departamento que alquilaba junto a su novia, una mujer de 28 años identificada como Maira, hasta la casa de calle Moreno.
Con esta importante cantidad de indicios en su contra, los uniformados procedieron a realizar un seguimiento vigilado del sospechoso, hasta que ayer a la mañana lo vieron salir de su departamento y lo demoraron en la vía pública. Lo mismo hicieron con la muchacha, de quien se trata de dilucidar si participó en el hecho.
De acuerdo a lo indicado por fuentes consultadas, la víctima era de contextura robusta, por lo que maniobrar, cargar o trasladar su cuerpo habría sido dificultoso para una sola persona.
Sin embargo, tampoco descreen que el joven haya podido aprovechar el equipamiento de grúas que tiene el camión de su padre para subir el cadáver a la carrocería.

La pista del dije
Durante el mediodía, con autorización del juez Faría, los efectivos allanaron la vivienda de la víctima. En forma conjunta, los especialistas de la Policía y de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) ingresaron a la propiedad y efectuaron las labores periciales correspondientes.
El resultado fue, según se pudo saber, el secuestro de varias prendas de vestir de los sospechosos, como así también sus teléfonos celulares. Además, en un segundo piso de la propiedad, se halló oculto el teléfono de la víctima. Ese pudo haber sido el punto exacto del homicidio.
Luego avanzaron hacia el departamento que ocupaba la pareja bajo sospecha y también se revisó el camión presuntamente utilizado. En esta última labor, hubo otro resultado clave: en la carrocería se halló el dije de una cadenita que le pertenecía a la víctima.
Hasta anoche, los investigadores entendían que el lugar del crimen fue la vivienda de Huzy, en tanto que en el examen de autopsia se constató que la mujer falleció como consecuencia de una asfixia por compresión manual, además de presentar golpes en distintas partes del cuerpo, uno de ellos contundente en la cabeza.


“No pensamos que iba a llegar a tanto” Ayer, El Territorio recorrió Apóstoles, presenció los procedimientos y charló con varios vecinos de la calle Moreno, quienes coincidieron en señalar los conflictos mantenidos durante años entre Huzy y sus familiares directos.
Uno de los vecinos consultados, el cual optó por mantener en reserva su identidad, aseguró: “Ella vivía hace muchos años acá, pero no era de salir mucho. Era ama de casa y a veces le cuidaba los chicos a otra vecina. Pero no era de salir mucho, entonces contacto con lo demás vecinos no tenía tampoco”.
A pesar de la distancia que mantenían con Huzy, la mayoría de los vecinos fueron testigos de su relación con el muchacho ahora detenido. “La pelea por el terreno fue algo de siempre. El chico vivió un tiempo con ella, después se fue y ahora quería volver, pero ella no se quería ir, querían que vivieran juntos si el lugar es grande. Pero bueno, las peleas estuvieron siempre, nunca pensamos que iban a llegar a tanto no más. El chico también es un tanto extraño, no es que podés entablar una conversación normal con él. Estos días nos dijo que su mamá se había ido a Virasoro”, agregó otro habitante de la zona.
En cuanto a la pareja del acusado, también detenida, se supo que es una empleada comercial de 28 años, con quien habría comenzado una relación hace menos de un año.