En el acceso a Candelaria utilizan la cuestionada y polémica fotomultas

Sábado 1 de septiembre de 2012
Las polémicas “fotomultas” cuyo uso dejó de aplicarse en numerosos municipios, reaparecieron esta vez sobre la ruta 12 a la altura del acceso a la localidad de Candelaria.
Así lo determinan las imágenes fotográficas logradas en el lugar y la opinión de molestos usuarios. Gustavo A, planteó en Facebook haber visto este sistema de control vehicular en el “acceso a Candelaria y debajo de los árboles, la camioneta Kangoo blanca y una caja blanca cableada y con trípode, al borde de la banquina”.  
Se refería a los llamados sistemas de control inteligente de tránsito por la utilización de radares o equipos electrónicos que permiten la captación de infracciones a través de fotografías que es conocido como fotomultas.
Otros automovilistas aseguran haber recibido ya las multas en su domicilio, como sucedió con un conductor domiciliado en la Zona Norte de la provincia.

Qué dice la Ley
En la Ley 3824, se estableció la normativa aplicable al tránsito en el ámbito del territorio provincial.
 En el Artículo 67, referido al sistema de regulación y control de velocidad, se refiere a los elementos reguladores de velocidad y determina que los radares podrán utilizarse como medio de control de velocidad, estadística, prevención y elemento de constatación.
Observa que podrán imponerse multas como resultado de su utilización siempre y cuando cuente con la homologación de su mecanismo y su presencia esté debidamente señalizada.
Esto último no se observa en ningún tramo del lugar ni en inmediaciones donde instalaron la fotomultas móviles, tampoco nadie puede dar certeza que tenga la homologación correspondiente.

No estaría homologado
“No estamos al tanto de ese radar, es una novedad en Candelaria ¿Tiene nuestra identificación ese móvil blanco? Vamos a investigar si está homologado” dijo ayer a El Territorio la coordinadora del Consejo Provincial de Seguridad Vial, Marlene Carvallo. Por su lado el concejal Rodolfo Roetti, recordó que el Concejo Deliberante después de una semana de que se instalara el semáforo en el acceso a la localidad, se había aprobado la ordenanza. “No estamos en contra del semáforo, hacía falta, sí con la forma de aprobarse”, añadió Roetti. Sobre la fotomultas, indicó que tendría como destino detectar a los automovilistas que crucen el semáforo en rojo, aunque advirtió que “al parecer no estaría homologado”, para su funcionamiento.

Preventivo no recaudatorio
Carvallo planteó que si bien cada municipio tiene la facultad de concesionar el servicio de radar, porque tiene autonomía, de hacerlo el uso de estas fotomultas “debe estar homologado” por lo que adelantó que se pondrá a investigar al respecto.
La cuestión es, según quejas recibidas por el periodista Emilio Lattes quien registró en imágenes la instalación del citado artefacto, ya algunos automovilistas habrían recibido multas por el uso de las fotomultas de Candelaria.
Se plantea que para que las “fotomultas” tengan plena validez se requiere el cumplimiento de ciertos requisitos técnicos y legales, pues la aplicación de nueva tecnología en materia de tránsito vehicular no debe hacernos olvidar que la finalidad de las infracciones debe ser, principalmente, de carácter preventivo y no meramente recaudatorio.

Un caso polémico
Hace tres años en Garupá, la otra localidad integrante del Gran Posadas o del área metropolitana del Departamento Capital de la provincia, se disparó la polémica tras la instalación de dos radares en las rutas 105 y en la nacional 12.
El abogado Roberto Bondar, patrocinante de varios afectados por las multas de Garupá, confirmó que sigue recepcionando reclamos al respecto y calificó dicho sistema como “un curro, un cuento del tío que no tiene ningún sustento administrativo ni jurídico”.
Desde hace dos años el letrado obereño recibió decenas de reclamos al respecto y alertó sobre intimaciones compulsivas que estaría realizando el municipio de Garupá con el fin de cobrar las multas.
Aseguró que “hay gente de todo el país afectada por este sistema. Por ahí vienen de vacaciones a Misiones y al tiempo les llega la supuesta multa”, y precisó que serían cientos los obereños que recibieron las intimaciones por montos que rondan los 1.500 pesos. “Hayan pagado o no la multa en primera instancia, igual reciben la intimación. La Municipalidad de Garupá manda al voleo las cartas y con que paguen unos pocos ya hacen su negocio”, graficó Bondar. Recomienda a sus clientes intimar al municipio para que cese en el reclamo como paso previo a la denuncia penal.
“En la intimación se aclara que de persistir el acoso administrativo, se accionará por daños y perjuicios en Oberá. Con eso cesa el reclamo, porque saben que el procedimiento es ilegal”, dijo. Así, quienes reclamaron por la vía administrativa obtuvieron una respuesta favorable, puesto que se frenó el intento de cobro de las supuestas infracciones.