Familias de Ivoty Okara esperan la ayuda que prometió la comuna

Domingo 31 de julio de 2016
En la aldea, el alimento básico es el reviro y a veces poroto; piden asesoramiento para cultivar. | Foto: María Rosa Fernández
Las carencias son muchas en la aldea Ivoty Okara, ubicada a cinco kilómetros de la localidad de Bonpland.
En este pequeño espacio de tierra, las necesidades no pasan desapercibidas, ya que asentados en medio del monte, los paisanos se arreglan para subsistir sin servicios básicos ni caminos de acceso al lugar.
De a poco, el desalentador panorama de las familias parece encontrar un poco de luz, gracias a la ayuda de grupos solidarios y la asistencia de las autoridades de la provincia.
 En la zona, hace unos meses se han comenzado a unir vecinos solidarios a partir del trabajo que viene realizando en la aldea el grupo Misiones Solidarias N.A, que tomó contacto con otras organizaciones para asistir a los lugareños.
De igual forma, el último 23 de junio, las familias de la aldea se reunieron con el gobernador Hugo Passalacqua. En la ocasión, el funcionario se interiorizó acerca de la situación de las familias y planteó los objetivos para mejorar la calidad de vida de los aldeanos.
Uno de los principales problemas es la falta de servicios públicos, ya que no contaban con alumbrado eléctrico y agua potable. En este sentido, las necesidades que viven son palpables a simple vista: desde que se transita por el camino que pasa por el balneario municipal, donde se puede visualizar las carencias alimenticias, edilicias y sanitarias, hasta la falta de vestimenta y abrigo para las familias, que necesitan de la colaboración de la población en general.
El municipio de Bonpland también se interiorizó sobre la situación de los paisanos y comprometió asistencia. Hace pocos días, funcionarios municipales visitaron el lugar para relevar las necesidades más urgentes.
Las carencias serán abordadas en el marco del proyecto Juntos, que establece atención médica, alimentaria y de vivienda.

La vida en la aldea
En la aldea, un porcentaje importante de las familias depende únicamente de los planes sociales, que cobran las mujeres. Este dinero les permite cubrir el costo del alimento diario para la subsistencia.
La carencia que se vive en la aldea lleva a que las familias proyecten producir sus propios alimentos para abaratar los costos del día a día. Así también, mejorar el estado de sus precarias viviendas.
“Queremos generar nuestros propios alimentos y viviendas para ver mejor a la comunidad”, expresó un miembro de la comunidad.
“La vida se hace difícil, mucha gente nos ayuda, pero sería bueno que nos enseñen a cultivar nuestros alimentos y que podamos contar con herramientas para cultivar la tierra, plantar mandioca, maíz, que es lo que más consumimos. Ahora, la mandioca está terminando, lo que más se come es reviro y poroto cuando hay”, agregaron.
Otra de las preocupaciones de en la aldea son los animales enfermos, que tienen parasitosis. Ésto genera preocupación en la zona, ya que implica un riesgo para los niños.

Asistencia para los paisanos
Por otro lado, desde hace cinco años, el médico Rafael Silvera y promotores de salud brindan asistencia en la comunidad.
“Ellos van todos los jueves con la ambulancia al lugar y a pesar de no tener un lugar físico adecuado para la atención a los pacientes se realizan todas las atenciones primarias de la salud”, contaron.
La atención incluye vacunaciones y, cuando se detecta algún mal mayor, trasladan a los pacientes hasta el hospital de Alem. Se trabaja de una manera coordinada con los médicos del hospital local.
Al respecto, el médico Silvera  contó: “Comenzamos a trabajar a nivel de salud con los aldeanos y ha mejorado muchísimo la condición de ellos, principalmente de los niños, ya priorizamos que todos tengan las vacunas correspondientes”.
“Porque, por el hábitat en el que viven, son proclives a los parásitos de todas clases, por ese es importante incorporar sanitarios al proyecto de mejoramiento en general. La idea es sumar sin importar más que el beneficio para ellos. Sabemos que en mi área, que es la salud, aún falta mucho, pero si no bajamos los brazos y trabajamos unidos vamos a lograr muchas cosas. Ellos tienen buen peso, hay sólo dos chiquitos con el peso por debajo de la escala normal”, contó.
Algunos chicos tienen signos visibles de insuficiente nutrición. Los niños también son atendidos por nutricionistas y odontólogos, que cada semana recorren la zona para asistirlos.