Cuando el café movilizaba Campo Grande y alrededores

Domingo 16 de julio de 2017

 En los años 70 operaba en el paraje Primero de Mayo una firma que explotaba en los cerros entre 300 y 500 hectáreas con plantas de café. Tenía secadero y enviaba a Buenos Aires los granos de la bebida a granel. Actualmente, quedan algunos vestigios de lo que fue la planta de la cafetera, mientras que el monte avanzó sobre las otrora plantaciones.
El Territorio, junto a Arturo Kansel (57 años), que fue cosechero  de café entre 1976 y 1977, recorrió la zona donde aún quedan plantas de café, viejas y nuevas de siete a ocho años. “Las viejas plantaciones echaron semilla y, si bien el monte avanzó mucho, aún sobreviven plantitas en la tierra colorada. Y es que era un cultivo que crecía muy bien acá”, dijo Kansel, oriundo de la zona y que volvió a Primero de Mayo tras 30 años.
Arturo Gracizetti, vecino de Primero de Mayo, al igual que Vicente Kliñuck, recordaron los años dorados del café en la zona. Aseguraron que movilizaba muchos recursos económicos ya que Carba, la firma por ese entonces de Carlos Seguín, empleaba en épocas de cosecha a unas 300 personas.

Gracizetti era tractorista y su hermano trabajaba en la planta cafetera, mientras que Kliñuck se asentó en la zona en 1972, plena época cafetera.
Kliñuck tiene actualmente un almacén de ramos generales y carnicería en Primero de Mayo, al igual que su chacra donde lleva adelante la actividad ganadera. “El movimiento económico que generaba la infusión en la zona era enorme, incluso la calle principal de Campo Grande se llama Los Cafetales”, dijo.
Atrás de su chacra, mostró a El Territorio el lugar en el que se ubicaban las plantaciones, y donde hoy sólo se divisan cerros y monte.
Kansel recordó que en toda esa zona había líneos de café. “Todo estaba bien limpio (sin monte), cosechábamos a mano los granos, empezábamos abajo de los cerros e íbamos subiendo para recolectar todo”, recordó.
Explicó que, para cosechar los granos, se usaba un gancho para bajar las ramas y tenían en la cintura colgada una bolsa que contenía hasta quince kilos de café.
“Teníamos que recolectar los granos amarillos y rojos que eran los que estaban listos, también sacar los que eran marrones que no servían y los verdes no teníamos que cosechar. Por día teníamos que lograr unos 60 kilos de café para que nos rinda bien el pago”, recordó el ex cosechero.
“Todo esto eran cafetales, hasta la punta del cerro tenía plantas. Para la cosecha sólo se empleaban hombres, y la empresa se encargaba del almuerzo. Era mucha la gente trabajando y viviendo en la zona. Debajo de los cerros estaba lleno de viviendas de los obreros y de la empresa”, añadió.
La empresa cafetera se asentó en la zona en 1900, Kansel tenía unos 16 años cuando trabajó cosechando el café. “De mayo hasta agosto se cosechaban los granos, algunos daban hasta octubre, todo era semillas, por eso vemos ahora esas plantitas nuevas”, indicó.
Un camión pasaba a buscar a los cosecheros a las 4 de la mañana y los llevaban hasta la planta emplaza sobre la ruta provincial 8. Luego eran trasladados en otro vehículo hasta la zona de plantaciones.
“A las 7 empezábamos con la cosecha para finalizar eso de las 19. El café crecía bárbaro en la zona, la helada era lo único que complicaba y por eso se plantaban grandes árboles para cubrir la plantas de café”.
Ya en la planta cafetera, los granos se pesaban de igual forma que la yerba actualmente, se limpiaban en grandes piletas, se separaban y se pelaban para luego ser secadas, puestas en bolsa a granel y enviadas a Buenos Aires. “Era la vida del pueblo, los jóvenes no se iban ya que tenían trabajo y era bien pagado”, aseguraron los vecinos.
Las plantaciones comenzaron a decaer después de una fuerte helada y ya para 1986 se dejó de hacer café, aseguró el ingeniero agrónomo Fernando Tejedor, que trabajó como administrador en otra chacra cafetera de la zona desde 1981 a 1983.
“Carba era una empresa muy grande, dio trabajo a mucha gente y generaba un movimiento económico muy grande. Tenían hasta secadero. La gente que me contrató se inició en el cultivo de café, luego de ver una publicidad de Carba aunque también hacían otros productos”, recordó.
También coincidió en que la principal causante de la desaparición del cultivo tiene que ver con fuertes heladas. “Eran plantaciones ubicadas en serranías y bajo monte, era muy complicado hacer el cultivo en esas condiciones y la cosecha era manual”, finalizó.

En el escudo de la localidad

El escudo de Campo Grande tiene distintos elementos, entre los que se destacan los granos de café, aludiendo a la importancia que tuvo ese cultivo. Incluso la avenida principal de la localidad se llama Los Cafetales.
Sobre la simbología del escudo, está la yerba silvestre como la máxima riqueza productiva de la región; las armas del los pueblos originarios interpreta la raíz de la localidad. El camino blanco significa la ruta abierta hacia nuevos horizontes por los primeros pobladores. El árbol con la placa es el símbolo del nacimiento oficial Campo Grande, en el año 1946. Y en ambos lados, aparecen las hojas y los frutos de los cafetales.



Por Rita Saucedo
rsaucedo@elterritorio.com.ar