El despertar del té misionero

Domingo 24 de julio de 2016

Mick Jagger, Kate Middleton o David Beckham bien podrían tener un pedacito de Misiones en sus casas, sin siquiera saberlo. Así, tanto como el gol de Maradona a los ingleses, el té es bien argentino y migra desde la tierra roja a los saquitos de las principales marcas internacionales.
En el ranking mundial, nuestro país es uno de los mayores productores de té, detrás de China, India, Kenya, Sri Lanka y antes que Japón, uno de los primeros en proveer al mundo. En ese panorama, Misiones es la tierra donde nace el 95 por ciento de estos brotes.
Por ese motivo, muy cerca de Oberá, nació la Ruta del Té, con el norte de dar a conocer la trazabilidad de este producto que proviene de la Camellia sinensis y está en todas las alacenas argentinas.

“Había mucha gente que se iba a China, India a conocer una planta del té y nosotros decíamos si tenemos acá en Argentina, vení a Misiones que te mostramos. Así empezó la idea”, explicó Carolina  Okulovich, quien como cuarta generación de una familia productora decidió abrir este espacio para dar a conocer todo sobre el té.
“Hay mucho desconocimiento.Quisiera que todos sepan cómo es antes de hablar, pero si nosotros no lo mostramos, no tienen cómo saber. Entonces es responsabilidad nuestra. Acá tienen un lugar, les abrimos las puertas y les contamos sobre el té”, agregó.

Recorrer el camino
La experiencia despierta los sentidos. Caminar por los líneos de las plantaciones en visitas guiadas, degustar distintos varietales, maridarlos con diferentes platos y hasta la posibilidad de hacer un té personal con las propias manos son algunas de las actividades que ofrece la Ruta del Té para familias enteras, sommeliers avezados en el tema y hasta para quienes no hayan visto nunca la planta. También hay tours especiales para  instituciones escolares.
En el kilómetro 886.5 de la ruta nacional 14 -que conecta Oberá y Campo Viera-, se abre el gran predio que combina la Ruta del Té y el Camellias Golf Club con un restaurante propio. Está abierto todos los días y en su web www.larutadeltemisiones.com.ar se pueden hacer las reservas para, por ejemplo, la degustación de tres pasos.
En ese contexto, un antiguo chalet invita a adentrarse en la peripecia de catar las notas de la infusión o simplemente sentarse relajada y simplemente a tomar el té. Así, con todas las letras y con todo el estilo que los ingleses explotaron como propio.
Asimismo, cómo llegó a nuestro país, cómo se planta, cuál es la diferencia entre el verde y el negro, son algunos de los saberes que se acumularán tras recorrer su ruta. “La industria del té en nuestra provincia es muy importante genera muchísimo empleo, ingresa muchísimo dinero de las exportaciones. Está bueno que podamos combinar nuestra industria con la parte turística y contar como lo producimos desde la semilla hasta los hogares. Ves la planta, ves la fábrica. Sabés lo que estás tomando, eso no tiene precio”, consideró la emprendedora.

De la Argentina al mundo
 Si bien Argentina está en el séptimo lugar de productores de té en el mundo, es el único que lo hace de manera netamente industrializada.  Además de tener producción manual con mano de obra muy barata, los grandes productores como China e India tienen mucho consumo interno y, antes de exportar, se autoabastecen. Por eso, en el mercado global hay mucho lugar para el té argentino que se exporta como materia prima en su mayoría (el consumo interno de nuestro país se abastece con el 5 por ciento de la producción).
Marcas internacionales como Lipton, PG, Twinings, Tazo de Starbucks, cadenas como McDonald’s, Dunkin Donuts entre tantas otras usan té argentino para sus saquitos.
“Acá trabajamos con todas las certificadoras, todo lo que el mercado te pide para exportar: ISO, BPM, Rainforest Alliance, kosher, entre otras y eso no se sabe. Entonces, cuando damos los cursos, tenemos charlas con los técnicos, con ingenieros en alimentos que trabajan en laboratorio y los que trabajan en la certificación. El que se va, tiene un pantallazo de todo y valora el producto de su país”, graficó Carolina, al tiempo que reflexionó que, “el argentino, no sé por qué, siempre cree que lo de afuera es mejor. Y nosotros somos buenos en muchas cosas porque no es sólo en este caso. Pasa lo mismo con la yerba. Hay que empezar a valorar lo nuestro, a querer lo nuestro y a trabajar con lo nuestro que es lo que sabemos hacer, en definitiva”.
En esta línea, el fin del emprendimiento no es sólo conocer   más sobre la milenaria infusión china, sino empezar a mostrar el té argentino, “empezar a mostrar que somos capaces de producir un té gourmet de primera”, alegó Okulovich, que en su haber cuenta haber logrado que la marca Twinings elaborara un té propia y exclusivamente con materia prima misionera de su plantación y que lo llamara Campos del Té.
 “Que Twinings me ponga el mapa argentino, marcando Misiones en su página web y cuando entro veo a mi provincia, para mí es un orgullo impresionante, aunque tal vez poca gente lo sabe”, expresó emocionada Carolina.
 “Amo mucho mi tierra, sé cómo hacemos las cosas, sé cómo trabajamos y quiero que se conozca”, deslizó.

El té a las cinco
Si bien los argentinos consumen mate y café en su mayoría,  las casas de té profileran poco a poco en las principales ciudades y la costumbre que arrancó en la realeza londinense hoy  se replica en todo el mundo y ya no apunta solamente a un público femenino.
“Tomar el té con amigas” pasó de ser un estilo de vida de duquesas a ser una excusa para reunirse cada vez más asidua. El consumo va en crecimiento y en paralelo viene el deseo de conocimiento. Saber de dónde viene lo que tomamos, cómo podemos preparlo mejor, son algunas de las curiosidades que surgen a los consumidores. Así, por ejemplo, Okulovich detalla que para muchos es nuevo el té en hebras, porque si bien así se aprecian más sus características, no somos un país del consumo de la hebra como otros.
De esta manera, además de tener una producción artesanal de té en hebras verde, negro y blends exclusivos, en la Ruta del Té buscan crear distintos productos de cada uno de los 25 varietales que tienen clonados especialmente gracias al trabajo de expertos del Inta.
Asimismo, el fin es seguir incorporando el té en lo gastronómico y también incursionar en la coctelería de la mano de reconocidos bartenders nacionales.
 Tal como su semilla que cae al piso y se reproduce en tierra colorada, sin necesidad de fertilizante o agroquímico alguno, poco a poco el té se expande a todos los contextos, en un plano mucho más abarcativo que la reunión de nobles damas en la que lo celebraban a las cinco.