Más de un millón de hectáreas fueron afectadas por las lluvias
Martes 17 de enero de 2017
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, estimó que con las fuertes lluvias registradas durante el fin de semana en el centro y sur provincial, más de un millón de hectáreas del distrito están inundadas y los tambos afectados por el anegamiento de campos "pueden pasar los 1.000" establecimientos.
Contigiani informó que el gobernador Miguel Lifschitz recibió ayer por la tarde en la ciudad de Santa Fe al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y al viceministro del Interior, Sebastián García de Luca.
"La situación que ofrece la producción agrícola y tambera en Santa Fe va a necesitar del gobierno federal y de decisiones urgentísimas", expresó el funcionario provincial en diálogo radial.
Aseguró que "el evento climático de ayer, que actuó sobre todo el sur santafesino, hará que la superficie agrícola afectada (por inundación) pase el millón de hectáreas y la cuantificación de las pérdidas económicas y productivas se van a disparar".
"Ahora estaremos tal vez por encima de los 1.000 millones de dólares (de pérdida) en cultivos agrícolas en Santa Fe, y esto sin cuantificar las dificultades en infraestructura", manifestó.
Tras recordar que hasta la pasada semana, el gobierno santafesino había detectado unos 850 tambos afectados en su actividad por las lluvias registradas desde Navidad, ahora "pueden pasar los 1.000 establecimientos cuando se haga hoy el relevamiento de los tambos".
El funcionario aseguró que en el sur y centro de Santa Fe desde Navidad se registraron lluvias que "acumulan 600, 800 y 900 milímetros, lo que llueve casi en un año entero, dejando también las napas muy elevadas y suelos agrícolas con dificultad de absorber el agua". Indicó que las precipitaciones del fin de semana registradas en el centro sur santafesino "afectó severamente a las producciones tamberas y también deja en estado muy crítico a todas las zonas agrícolas".
"Hasta la pasada semana, teníamos relevados pérdidas por 950 mil hectáreas por anegamiento y 850 tambos afectados, que perdían 1,5 millón de litros diarios", expresó el funcionario, al tiempo que reclamó "asistencia federal" para atender la crisis que enfrenta el campo santafesino. "Necesitamos un fuerte apoyo del gobierno federal", indicó.
Afirmó que "ni siquiera los especialistas" esperaban que se produjera este tipo de tormentas.
Contigiani informó que el gobernador Miguel Lifschitz recibió ayer por la tarde en la ciudad de Santa Fe al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y al viceministro del Interior, Sebastián García de Luca.
"La situación que ofrece la producción agrícola y tambera en Santa Fe va a necesitar del gobierno federal y de decisiones urgentísimas", expresó el funcionario provincial en diálogo radial.
"Ahora estaremos tal vez por encima de los 1.000 millones de dólares (de pérdida) en cultivos agrícolas en Santa Fe, y esto sin cuantificar las dificultades en infraestructura", manifestó.
Tras recordar que hasta la pasada semana, el gobierno santafesino había detectado unos 850 tambos afectados en su actividad por las lluvias registradas desde Navidad, ahora "pueden pasar los 1.000 establecimientos cuando se haga hoy el relevamiento de los tambos".
El funcionario aseguró que en el sur y centro de Santa Fe desde Navidad se registraron lluvias que "acumulan 600, 800 y 900 milímetros, lo que llueve casi en un año entero, dejando también las napas muy elevadas y suelos agrícolas con dificultad de absorber el agua". Indicó que las precipitaciones del fin de semana registradas en el centro sur santafesino "afectó severamente a las producciones tamberas y también deja en estado muy crítico a todas las zonas agrícolas".
"Hasta la pasada semana, teníamos relevados pérdidas por 950 mil hectáreas por anegamiento y 850 tambos afectados, que perdían 1,5 millón de litros diarios", expresó el funcionario, al tiempo que reclamó "asistencia federal" para atender la crisis que enfrenta el campo santafesino. "Necesitamos un fuerte apoyo del gobierno federal", indicó.
Afirmó que "ni siquiera los especialistas" esperaban que se produjera este tipo de tormentas.
Corte de una arteria cardinal
Gran cantidad de turistas estaban varados en el norte de la provincia de Buenos Aires, como consecuencia del corte de la autopista que une con Rosario a causa de las inundaciones. Por lo que muchas familias habían pasado la noche en sus vehículos y otras colmaron la capacidad de los hoteles de la ciudad de San Nicolás.
La autopista Buenos Aires-Rosario quedó cerrada desde debido a la gran cantidad de agua que anegó la calzada.
Durante la mañana de ayer la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Fe informó que se habilitó la mano que va hacia esta provincia, pero la circulación era lenta, ya que debían transitar por un mismo sector en ambos sentidos.
Esto estaba generando esta mañana una cola de 20 kilómetros de vehículos en esa autovía. Además, desde anoche los turistas en tránsito colmaron los hoteles de la ciudad de San Nicolás, ya que quedaron varados cuando se dirigían en su mayoría rumbo a Córdoba a iniciar sus vacaciones. En tanto, otras muchas familias no consiguieron alojamiento o simplemente decidieron pasar la noche en sus vehículos. Turistas se quejaban porque los comerciantes de la zona encarecieron abusivamente sus precios de comidas y bebidas, aprovechando a los consumidores cautivos debido a la imposibilidad de moverse del lugar.
La autopista Buenos Aires-Rosario quedó cerrada desde debido a la gran cantidad de agua que anegó la calzada.
Durante la mañana de ayer la Agencia Provincial de Seguridad Vial de Santa Fe informó que se habilitó la mano que va hacia esta provincia, pero la circulación era lenta, ya que debían transitar por un mismo sector en ambos sentidos.
Esto estaba generando esta mañana una cola de 20 kilómetros de vehículos en esa autovía. Además, desde anoche los turistas en tránsito colmaron los hoteles de la ciudad de San Nicolás, ya que quedaron varados cuando se dirigían en su mayoría rumbo a Córdoba a iniciar sus vacaciones. En tanto, otras muchas familias no consiguieron alojamiento o simplemente decidieron pasar la noche en sus vehículos. Turistas se quejaban porque los comerciantes de la zona encarecieron abusivamente sus precios de comidas y bebidas, aprovechando a los consumidores cautivos debido a la imposibilidad de moverse del lugar.
Si querés sugerir o corregir algo sobre esta nota hace click acá
Si tenés un dato que puede ser noticia contáctanos acá
