“Hay una desatención en educación por parte del gobierno nacional”

Lunes 19 de junio de 2017

El filósofo y politólogo Eduardo Rinesi dialogó con El Territorio acerca de la inserción y egreso de alumnos en las universidades, las políticas públicas llevadas a cabo por el gobierno de Mauricio Macri, como así también el recorte presupuestario que se realizó en algunos sectores de la educación superior.
De gran trayectoria en las universidades, Rinesi está a cargo de la cátedra de Sociología en el Colegio Nacional de Buenos Aires hace más de 20 años.
Se recibió de licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Rosario e hizo la maestría en Ciencias Sociales en Flacso. En 2002 realizó el doctorado en Filosofía en la Universidad de San Pablo, Brasil.

Defensor de la educación como principio democratizador, asegura que la educación en ninguno de los niveles puede ser pensada como un privilegio sino que tiene que ser pensada como una posibilidad cierta y efectiva para todo el mundo.
Acerca de las políticas públicas en educación, comparando diez años atrás, ¿Cómo estamos hoy?
Comparando a diez años atrás creo que estamos mejor, hay una gran cantidad de conquistas que se han afirmado y se han consolidado, lo que me parece muy celebrable en Argentina. Estamos peor en otros sentidos porque me parece que hace un año y medio, las políticas públicas ciertamente han dejado de estar presididas por la idea de derecho, algo que se debatió tanto en los años anteriores, y en efecto estaba en los principios de las políticas públicas más recuperables, más reivindicables. Ahora, simplemente desaparecen del lenguaje público, y eso me parece que no es una casualidad, me parece que revela una concepción sobre las cosas. Me parece que ni (Mauricio) Macri ni nadie en su gobierno piensa que hay derechos que el Estado debe garantizar, creen que hay una distribución natural o providencial de los bienes y de los males sociales, que el mercado es un buen administrador de los recursos, y que la política no tiene que meter ahí la cola interviniendo, y eso es un problema grande para el país.

¿Eso repercute en la inserción de estudiantes en las universidades del país?
Yo creo que en líneas generales, la matrícula del sistema universitario público sigue sosteniendo una tendencia en alza, lo que me parece muy celebrable. Indica una expectativa de que los jóvenes quieren continuar sus estudios después de haber salido de la secundaria. Igual, creo que el número de egresados que tenemos es malo, podemos encontrar miles de pretextos pero la verdad es que existe una ley que dice que la escuela secundaria es obligatoria y es una responsabilidad del Estado garantizar, y en números redondos uno de cada dos chicos no tiene terminado la escuela secundaria y eso es una mala noticia. De igual manera, en general no hay ningún joven en la Argentina que quiera hacer un estudio universitario, y no tenga una universidad pública, gratuita y buena a más que un rato considerable desde su casa y eso hace que haya un aumento de los ingresos a las universidades.

Considera celebrable el número de ingresantes a la universidad, sin embargo hay que tener en cuenta el número de alumnos que permanecen como así también de los que egresan.
Yo creo que nosotros en efecto tenemos un problema en los índices de retención de estudiantes, y en la cantidad de años que permanecen en la universidad desde que ingresan hasta que egresan, que es en promedio entre 1,7 y 2 veces del tiempo que deberían estar. Eso revela todo tipo de dificultades, de los estudiantes para seguir el ritmo de los estudios, y dificultades de las instituciones para dar cuenta con las necesidades de los estudiantes. Evidentemente tenemos ahí un problema, uno querría que no solamente haya un número alto de estudiantes en las universidades, sino que puedan sostener sus estudios, poder completarlos en una cantidad de años, que no sea idéntico a lo establecido, pero que no se duplique porque parece una exageración y ahí tenemos muchas cosas que hacer. Yo creo que la desatención gubernamental en estos temas en el último año y medio, está teniendo como consecuencia no una caída absoluta en la cantidad de estudiantes que se inscriben en el sistema universitario, pero sí un aumento de la dificultad de los estudiantes para poder continuar con sus estudios.

¿Cree que las decisiones políticas son motivos de la deserción de los alumnos?
Yo creo que hay una gran cantidad de variables, sin duda. Nosotros venimos hace año y medio viendo la aplicación de un conjunto de políticas públicas que están haciendo aumentar considerablemente esto, no es una opinión, son datos lamentables y con contundente objetividad. Está aumentando el desempleo en Argentina, está disminuyendo los ingresos a las familias trabajadoras, se está haciendo más cuesta arriba la vida de las familias en sectores populares, y eso naturalmente genera condiciones menos óptimas para que los jóvenes de esas familias puedan comenzar, continuar y finalizar sus estudios. Sumale a eso una desatención grande y un desfinanciamiento importante de una gran cantidad de programas que ya no tenemos más, que permitía a jóvenes ir a la universidad. Es evidente que todo eso repercute en la posibilidad de que los jóvenes finalicen sus estudios, habría que después preponderar con precisión cuánto influye en ese conjunto de dificultades crecientes que tienen los jóvenes para continuar y terminar cada uno de esos factores, pero en líneas generales es evidente que no ayuda y tenemos una cosa que atender.

En cuanto al presupuesto destinado a proyectos de investigación, ¿hubo recortes?
Sí, evidentemente hubo una decisión de interrumpir el ritmo de crecimiento muy significativo que tenía la política de becas y de ingreso a carreras de investigadores del Conicet. Las ideas que uno lee en el diario que aparecen como presuntas maneras de resolver el problema que se ha generado a partir de los investigadores que no pueden ingresar a carreras, no parecen ser de las más virtuosas, me parece una gran falta de imaginación y un gran desconocimiento acerca de los modos de reclutamiento de profesores por parte de las universidades. Allí tenemos un problema grande, hay una desatención por parte del gobierno nacional en la educación, que se expresa en la reducción ya significativa del presupuesto tendencialmente preocupante.
A pesar de las visibles dificultades que usted menciona, el estudiante de igual modo hoy tiene otras oportunidades, becas de comedor, boleto y estudio gratis.
Si uno concibe la universidad como un derecho, jamás puede decir que los estudiantes tienen demasiadas oportunidades de nada, el Estado, las instituciones y los profesores tenemos que hacer, tenemos que generar las condiciones para que sea ese derecho efectivamente realizable, y ahí los esfuerzos nunca son muchos, nunca son suficientes. Está muy bien garantizar la facilidad a los estudiantes, el desplazamiento por la ciudad, la compra de materiales bibliográficos, el almuerzo entre clase y clase, me parece que la queja es sólo de algunos sectores y que corresponde a un pensamiento totalmente meritocrático, en el peor de los sentidos.