En su lucha por promoverse como la mejor defensa en cuanto a seguridad nacional, Hillary Clintony y Donald Trump están recalcando temas sorprendentemente diferentes. Trump se retrata como el hombre fuerte y con astucia impredecible que eliminará el terrorismo.
Clinton, en cambio, se presenta como la comandante en jefe calmada y convencional que resolverá todo tipo de crisis.
La seguridad nacional se ha convertido en un elemento clave de la campaña: no tanto los planes de ambos candidatos, sino su temperamento.
Las ideas de Trump sobre Rusia
Comentarios de Donald Trump sobre Rusia -elogiando a Vladimir Putin, criticando a la Otan- han sacudido al mundo, especialmente la campaña presidencial. Con la conducta de Rusia causando nerviosismo en Washington y otras partes, el candidato republicano ha sido acusado de tratar de quedar bien con un dictador, de tratar de minar las bases de las relaciones estadounidenses con Europa y de ser un ingenuo. Algunos de los objetivos de Trump son coherentes con opiniones estadounidenses establecidas, dicen expertos. Después de todo, Hillary Clinton trató de mejorar las relaciones con Rusia cuando era secretaria de Estado. Asimismo, gobiernos pasados de ambos partidos se han quejado de que otros miembros de la Otan no aportan todo lo que deben en la alianza. Es lo que Trump dice que va a hacer para conseguir esos objetivos y la forma en que expresa sus ideas lo que ha escandalizado a muchos expertos en política exterior. La noción de negarse a defender a aliados de la Otan si no pagan sus deudas, de acercarse a Putin pese a sus posiciones agresivas, son discordantes para demócratas y republicanos por igual.