“Se estima que el impacto fue crudo y violento”

“Por más que haya previsiones en cuanto a la concientización, colocación de elementos que regulan la velocidad, dársenas o semáforos, hay ciertas cosas que son más de una cuestión humana”. Las palabras corresponden al presidente del Consejo de Seguridad Vial, Juan Carlos Cuenca, quien dio su parecer sobre el siniestro vial que se cobró diez vidas en Fachinal. 

En diálogo con Radioactiva, el ingeniero vial dijo que “en este caso especifico ya prácticamente se comprobó que hubo un exceso de velocidad de uno de los dos vehículos, justamente a zona donde no se recomienda esos repasos porque, aparte de que la ruta es muy angosta, hay una señalización de doble raya amarilla que es la que te está indicando que no podes pasar”. 

El profesional aclaró que las causas del hecho serán establecidas por la investigación que lleva adelante el juez Ricardo Balor, del juzgado de Instrucción Seis de Posadas. Por ahora, sobre este punto, se quiere ubicar al vehículo al que habría intentado sobrepasar Omar Altamirano en su Peugeot 307. Como publicó El Territorio, este conductor habría dado aviso en el peaje sobre lo sucedido. 

“Yo estuve en el lugar del hecho, no hay marcas de frenado ni de derrape, se estima que el impacto fue crudo y directo. Un vehículo, por ejemplo, que está circulando a 100 kilómetros por hora impacte contra un paredón es brutal el daño que causa y más si no hubo una fuerza de desaceleración”, detalló el entrevistado.

Reunión conmemorativa   

Por otro lado, desde la Iglesia Adventista Séptimo Día convocaron para la jornada de hoy, a las 19.45, a una “reunión conmemorativa” a la familia Arroyo y Gadziewiez, ocupantes de la Renault Duster involucrada en el siniestro. Se trata de David Arroyo (57), su esposa Viviana Gatzewitz (35), sus hijos Karen (20) y Santiago Arroyo (9) y su sobrino Lucas Leguizamón (19). 

El encuentro, que ya se realizó el lunes en Eldorado, será en el Instituto Adventista Mariano Mores, ubicado en sobre la calle Jujuy de Posadas. Arroyo, de nacionalidad boliviana, y su esposa tienen una larga carrera pastoral que se inició en 1993 en el Sur del país, donde residieron 16 años, para luego venir a Misiones, donde trabajaron en Posadas y la Capital del Trabajo. 

La familia se dirigía a Entre Ríos a llevar a la hija mayor a la universidad, pero también para que Viviana se haga unos estudios de rutina debido a que hace unos años había podido superar un cáncer.  

El luctuoso siniestro vial ocurrió el domingo cerca de las 14 sobre el kilómetro 25 de la ruta provincial 105, a unos tres kilómetros del peaje local. Los autos involucrados fueron un Peugeot sedan 307 conducido por Altamirano, pampeano que iba a Aristóbulo del Valle, y la Renault Duster de la familia evangélica. 

En el Peugeot también viajaban  Mariela Starkievich (35) y sus hijos Evelyn  (12), Priscila (7) y Dilan Dos Santos (2), todos del barrio Hospital de Aristóbulo. Justamente Mariela llegaba a Misiones para iniciar los trámites de divorcio de su ex pareja.