La madre y sus hijos, el abrazo 30 años después

Fue difícil para los hermanos Velázquez crecer sin el cariño y las palabras de su madre. No tenían, hasta hace poco, recuerdos de sus abrazos o de sus caricias porque cuando ella se fue, el mayor de los cinco, Denis, tenía apenas seis años.

Pero la historia de los Velázquez dio un giro de 180 grados cuando el 27 de diciembre del año pasado Denis (38) encontró una solicitud de amistad en Facebook de un tal David Leguizamón.

Aceptado este contacto, el hombre se presentó como su hermano y dijo que su madre, Elsa Elvira Dávalos (53), quería reencontrarse con los hijos que estaban lejos. Habían pasado 30 años desde la última vez que la vieron.

"Pensaba que era una joda al principio pero me tiró datos muy concretos y le creí. Entonces fui a la casa de mi hermana, que vive cerca, y le conté todo. Hablamos por teléfono, coordinamos y organicé con todos para viajar el 30 de diciembre. Pasamos Año Nuevo con ella y nuestros otros hermanos", contó emocionado Denis a El Territorio.

Es así que él junto a Claudia (37) y los mellizos Hugo y Javier (35) emprendieron viaje hacia la paraguaya de Ciudad del Este para el tan esperado abrazo con su madre. Delia (31), la más chica del clan, no pudo ir al reencuentro.

Según contó Denis, que tiene un gimnasio junto a Hugo en la localidad de Jardín América, sus padres se separaron por la mala relación que tenían entre sí cuando él y sus hermanos eran muy pequeños y vivían en Puerto Rico. En ese drama familiar el juez le dio la tenencia a su padre, por lo que cada vez que Elsa quería visitar a los niños, una nueva pelea golpeaba a la puerta.

Hasta que el hombre consiguió que Elsa no pudiera hacer las visitas sin estar acompañada de un efectivo policial. "Pasaron dos años de peleas cada vez que ella iba. Entonces se cansó del maltrato, de que se arme lío y no vino más", explicó Denis.

Más allá de los ánimos de cada uno con su madre, que Denis atribuye al carácter individual, los hermanos la buscaron por varias vías. Acudieron a su abuela que vive en Montecarlo pero hasta ella había perdido contacto con Elsa. Incluso enviaron cartas al programa Gente que busca gente, pero no obtuvieron respuestas.

"No hay mucho para recordar porque éramos muy chicos cuando ella se fue. Nosotros nunca supimos su paradero y era un círculo que no se podía cerrar. La ausencia de nuestra madre nos afectó en algunas partes de la vida. Nos criamos con una madrastra pero el cariño de una madre propia no es el mismo", señaló.

Por eso, Denis describió el reencuentro como muy emotivo y se mostró contento por pasar una de las fiestas junto a ella y los siete hermanos que su madre tuvo con otra pareja en Paraguay.

"Ella nos pedía perdón todo el tiempo", contó, y reconoció: "Uno no puede juzgar a los padres y ella ya estaba perdonada desde el principio".

De la misma manera, subrayó: "Tiene una familia con un corazón enorme y siempre les contó de nosotros y que quería volver a vernos, no éramos una historia oculta. Fue muy gratificante".

La alegría de los Velázquez se completará este 10 de febrero cuando Elsa llegue a Jardín América para vivir con ellos acompañada de dos de sus hermanos más chicos. Además, el próximo 24 de febrero Elsa cumplirá 54 años y cuando sople las velas tendrá a su alrededor a todos sus hijos. Juntos podrán ponerse al día de lo ocurrido en las tres décadas perdidas y construir un futuro en el que estén unidos.