Hillary Clinton ofrece crecimiento y optimismo, en contraste con Trump

Sábado 30 de julio de 2016

Hillary Clinton lanzó las líneas maestras de su programa para llegar a la Casa Blanca, con un mensaje de optimismo en el futuro y promesas de crecimiento económico, en contraste con el panorama lúgubre presentado por el republicano Donald Trump.
Al fin de los cuatro días de la Convención Nacional Demócrata, Clinton se convirtió el jueves en la noche en la primera mujer en alcanzar una candidatura presidencial por uno de los principales partidos en toda la historia política de Estados Unidos.
Inclusive su adversario en la disputa interna, el senador Bernie Sanders, saludó la "hazaña histórica" de Clinton al conseguir ser la abanderada demócrata para las elecciones de noviembre.

En su discurso de aceptación de la candidatura, Clinton prometió un gobierno en que la prioridad absoluta estará en la recuperación económica, en especial de los sectores más desfavorecidos.
Clinton no escondió que "hay mucho por hacer", y apuntó que "hay mucha desigualdad, poca movilidad social, mucha parálisis en Washington y muchas amenazas tanto internas como en el exterior".
Sin embargo, añadió, Estados Unidos tiene "la gente más dinámica y diversa en el mundo. Tenemos los jóvenes más tolerantes y generosos que jamás hemos tenido", así como "valores duraderos: libertad e igualdad, justicia y oportunidad".
Por ello, señaló, "no dejen que nadie les diga que nuestro país está fragilizado. No lo estamos".
Clinton formuló un llamado a que "miremos el futuro con coraje y confianza. Construyamos un mejor mañana para nuestros niños y nuestro país. Y cuando lo hagamos Estados Unidos será más grande que nunca".
Esta frase es una referencia directa al lema principal de la campaña de Trump ("Que Estados Unidos sea grande nuevamente"), y deja en evidencia la tentativa de marcar distancia del devastador diagnóstico formulado por el candidato republicano hace apenas una semana en la Convención Nacional del Partido Republicano en Ohio.
En su discurso de aceptación de la candidatura republicana, Trump había trazado un panorama desolador de la situación del país. Los estadounidenses, dijo, no solo "enfrentaban un desastre económico, sino que han tenido que vivir una humillación internacional tras otra".
Al analizar el desempeño de Clinton como secretaria de Estado, Trump no se guardó palabras. "Este es el legado de Hillary Clinton: muerte, destrucción y fragilidad".
Internamente, el panorama diseñado por Trump no era mucho mejor: "Unos 180 mil inmigrantes ilegales con antecedentes criminales, cuya deportación ya fue determinada por nuestro país, deambulan libres esta misma noche para amenazar a ciudadanos pacíficos".
En respuesta a esta visión, Clinton señaló que Trump "quiere que tengamos miedo del futuro y tengamos miedo los unos de los otros", para añadir: "no tenemos miedo. Vamos a crecer ante el desafío, como siempre lo hemos hecho".
Más que pedirles a los estadounidenses que confíen en ella, solicitó que se manifiesten en contra de Trump, a quien ella califica de peligroso e incapaz de dirigir al país
Pero más allá de delinear una estrategia basada en el optimismo, Clinton también logró durante la Convención Nacional Demócrata una victoria puertas adentro en el partido. Vencedora en una ajustada disputa interna con el senador Sanders, Clinton logró en la Convención realizada en Filadelfia unificar a los demócratas detrás de su candidatura.

Dos visiones opuestas de país

En las convenciones de los partidos Demócrata y Republicano se puso en evidencia el contraste. Trump fue tan franco como siempre. Estados Unidos vive un "momento de crisis", dijo en el cierre de la convención republicana. "Nuestro estilo de vida" se ve amenazado. Sus palabras reflejaron la idea de que el país avanza en la dirección equivocada: inmigrantes sin permiso de residencia invaden la nación y matan a estadounidenses; manifestaciones contra la policía dan paso al asesinato de agentes; se cercena la libertad de expresión por el énfasis en no ofender a nadie; pactos comerciales hacen que muchos trabajos se vayan al exterior.
Los demócratas también ofrecieron un panorama sombrío del país... el del 2008. La bolsa de valores se había desmoronado, el desempleo estaba por las nubes y las empresas fabricantes de autos corrían peligro de desaparecer. Ahora, tras ocho años de gobierno de Barack Obama, la economía crece nuevamente. Fuerzas estadounidenses mataron a Osama Bin Laden. Millones de personas tienen hoy seguro médico gracias a un nuevo plan de salud de Obama. El matrimonio entre personas de un mismo sexo es un derecho amparado por la constitución.Los demócratas admiten que todavía hay mucho que hacer. La brecha entre ricos y pobres sigue siendo demasiado grande, arrecia la violencia y el uso de armas de fuego y las tensiones entre la policía y los negros generan episodios fatales. Pero Trump solo empeorará las cosas, afirman. Lo pintan como un pendenciero ególatra y embustero, peligrosamente ignorante, que no sabe nada de los asuntos nacionales ni de política exterior.