Nazareno pierde la visión, pero se aferra a sus estudios

Lunes 19 de junio de 2017
Ayuda en changas de albañilería a su padre, quien busca trabajo. | Foto: María R. Fernández
Nazareno Olivera, el joven que cuando niño cumplió el sueño de su escuela en el programa televisivo de Marcelo Tinelli, cumplirá  hoy 19 años. Y en esta etapa de su vida, su proyecto es de índole más personal: necesita unos anteojos para mejorar la calidad de su visión que se vio afectada por la toxoplasmosis que padeció. Los lentes le permitirán seguir la escuela y terminar sus estudios.
Nazareno perdió totalmente la visión en un ojo y, poco a poco, pierde la visión del otro. No pudo comprarse los lentes recetados por la complicada situación económica que atraviesa su familia.
El sueño del muchacho cuando pasó por el programa más popular de la televisión argentina, en 2009, consistió en contar con un transporte escolar para que tanto él como sus compañeros no tuvieran que recorrer varios kilómetros a pie para llegar a la escuela de Las Correderas, en muchos de los casos descalzos, pues son chicos de familias muy humildes.
El joven cursa el cuarto año en la escuela del Paraje 55, antes iba a la Epet, pero sus padres tuvieron que cambiarlo de colegio. Además, ayuda realiza trabajos de albañilería para ayudar a los suyos. Debió mudarse de la colonia a la localidad de San Javier, pero las necesidades son cada día mayores debido a su problema de salud.
Agustina, su madre, sostuvo en diálogo con El Territorio: “Me siento orgullosa de mi hijo porque a pesar de las carencias en las que vivimos, él lucha y tiene sueños, los que aún no pudo cumplir por falta de un buen trabajo para el padre o para él”.
“Nazareno es el menor de mis cinco hijos y a todos los hemos educado con respeto y humildad. Él es tímido, lucha mucho para estudiar porque por la enfermedad que tiene ya perdió la visión de un ojo y con el otro ojo ve mal, igual sigue estudiando, un poco atrasado para la edad, pero sigue, porque lo que más quiere es una casa digna en la que él pueda tener su propia habitación”, relató la mujer.
“Cuando salen changas de albañilería, mi esposo trabaja y Nazareno le ayuda; de eso vivimos, yo muchas veces me siento triste porque no podemos comprarle el anteojo que él necesita para fortalecer su ojo que aún tiene visión, pero creo en Dios y se que algún alma caritativa va a llegar con el regalo para mi hijo”, dijo la madre.
Nazareno Olivera, aquel niño de 11 años que en 2009 cumplió el sueño de su Escuela 563 del Paraje Las Correderas, hoy no puede cumplir los suyos por las carencias que lo rodean.