La luthería misionera viaja a Buenos Aires

Viernes 12 de mayo de 2017
Chiqui forma parte de Los Pola y tiene un taller de acordeón en Apóstoles.
La música del Litoral y el acordeón, su instrumento insignia, estarán bien representados en el Festival Nacional de Luthería 2017  de la mano de Tadeo ‘Chiqui’ Raczkowski, restaurador de acordeones con gran trayectoria en Apóstoles.
Esta es la cuarta edición del festival que reúne a más de 60 luthiers que ofrecerán sus instrumentos y dictarán clínicas de construcción y de técnicas especiales de lustre.
Se realizará del 18 al 21 de mayo en el Centro Cultural Kirchner de la capital argentina. Además habrá proyección de documentales inéditos y espectáculos en vivo: Juan Falú, Ernesto Snajer y otros artistas invitados.
Como parte de una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social nacional, la convocatoria llegó a Misiones y a través de la cartera local, del Parque del Conocimiento y en especial del músico apostoleño Sergio Tarnowski, encontró a Chiqui, quien como único luthier acordeonista expondrá restauración de instrumentos y de fuelle.
“El acordeón identifica a nuestra música de la zona”, alegó Chiqui en diálogo con El Territorio al destacar que el encuentro nacional es una excelente oportunidad “para el intercambio de conocimientos y la experiencia de conocer gente que hace muchos años está en el rubro”.
De esta manera, a través de Raczkowski, Misiones dirá presente en un encuentro que pretende mantener la esencia y el espíritu de la luthería, un trabajo artesanal que tiene larga tradición en nuestro país pero que a veces tiene dificultades para encontrar espacios de difusión, mostrar la producción, transmitir saberes y comercializar.

El arte de aprender y enseñar
Raczkowski es músico desde los 8 años e integra el grupo Los Pola, que si bien tiene años de trayectoria, se presentó con una nueva formación en el último Festival Nacional de la Música del Litoral el año pasado, ocasión en que la gente no pudo evitar despegarse de las épicas gradas posadeñas.
Su afición por la luthería arrancó en el taller del maestro Ricardo Ojeda ante la necesidad de arreglar su propio instrumento: “Empecé a trabajar con mi acordeón y después algunos músicos cercanos, como Rulo Grabovieski, me decían: ‘Vos tenés que afinar, tenés que arreglarnos el acordeón’”, contó Tadeo.
Así, tímidamente arrancó a experimentar y actualmente Chiqui fabrica piezas, arma y desarma acordeones de grandes músicos como el Chango Spasiuk, con la paciencia y prolijidad de todo artesano. “Muchas veces uno tiene que improvisar desde la madera o nácar para llegar a una pieza que no tenés”, explicó.
En la misma línea, consideró que la interacción entre pares es necesaria porque “siempre estamos en el intercambio de opiniones con colegas; en la búsqueda constate de los materiales de una madera mejor, un material mejor”.
 Por otro lado, detalló que cada zona tiene su particularidad, depende el instrumento que se utilice y las características técnicas de su afinación de acuerdo a la música que la identifique. Por ese motivo es que Chiqui recibe trabajos de distintas partes del mundo que se los envían para que tenga un estilo particular.
“Actualmente tengo dos acordeones: uno de Ushuaia que quiere que suene a música popular de Misiones como el chotis y la ranchera y otro de Formosa que quiere aproximarse al estilo chamamecero de Ernesto Montiel”, destacó Raczkowski, que además de plantar huella en el festival, tiene asegurado su legado de la mano de Santiago, el pequeño de 10 años que no sólo asombró junto al Chango Spasiuk y en el Festival Nacional de la Música del Litoral con su acordeón, sino que ya desarma instrumentos en el taller de su papá y realiza el pulido con mucho pasión. “Además de estudiar y dedicarse a la música, siempre está ahí, por el taller asomando la nariz, no creo que me salga abogado”, remató Chiqui.