Oberá quedó bajo agua y declaró la emergencia para asistir a afectados

Domingo 2 de diciembre de 2012
Unas 500 familias fueron afectadas por las intensas precipitaciones que se abatieron ayer sobre esta localidad y produjeron el desborde de arroyos, anegamiento de calles y cuantiosos daños materiales en centenares de viviendas.
Según estimaciones de Defensa Civil, en pocas horas cayeron más de 100 milímetros de agua, lo que saturó los sistemas de desagüe pluvial y sorprendió a los vecinos en las primeras horas del sábado.
Si bien no hubo que lamentar heridos, entrada la tarde había medio centenar de personas evacuadas en los albergues del polideportivo municipal Ian Barney.
El municipio decretó el estado de emergencia y se activaron los mecanismos de asistencia a los afectados. Personal de la comuna, Policía de la provincia y bomberos trabajaron desde temprano en diferentes sectores de la ciudad, colaborando con los afectados y organizando la evacuación.
En algunos casos el agua subió un metro dentro de las casas, ocasionando pérdidas totales y escenas de drama familiar.
En sectores un poco más elevados hubo tiempo de salvar algunos muebles y electrodomésticos mediante improvisadas mudanzas.
“Nos quedamos con lo puesto. A las 6 empezó la lluvia torrencial y cuando me di cuenta la cama estaba mojada. Las ojotas flotaban, le alcé a las criaturas y corrimos para la casa de mi cuñada, que vive más arriba, y nos refugiamos. Entró un metro de agua dentro de mi casa y arruinó todo”, graficó Cristina Rodríguez (28).
La mujer reside con sus pequeños de siete años y ocho meses en el barrio Tuichá, donde el desborde del arroyo del mismo nombre causó un tremendo estrago, al punto que los habitantes más antiguos no recuerdan una inundación de tal magnitud.

Agua y furia
Si bien la casa de la señora Rodríguez se halla a unos 20 metros del cauce del arroyo, la intensidad de la lluvia generó la rápida crecida y nada pudo hacer.
Desesperada por la situación, la mujer exhibió el lamentable estado en que quedaron sus pertenencias. El ropero del bebé sintetizó el drama: todas las ropitas mojadas y embarradas.
A un costado el televisor ya inservible, y los dos colchones empapados y sucios. Una marca en la pared de madera evidencia hasta dónde subió el agua.
“Hace cuatro años que vivo acá y nunca pasó una cosa así. Veremos cómo salimos adelante, por el momento me quedo con mi cuñada”.
La misma imagen se repitió en decenas de viviendas del barrio Tuichá. Don Juan Ramírez (68) contó que vive en el lugar desde hace 50 años y nunca padeció una situación similar.
“Es la primera vez que pasa esto. Acá el agua tapó la mesa de la cocina, y si uno cuenta capaz que no creen. Por suerte nadie se lastimó, pero perdimos muchas cosas y a esta edad es difícil levantarse”, dijo apesadumbrado.
El caudaloso arroyo superó la altura del puente de la calle Río Colorado, donde varias familias resultaron afectadas. Un grupo de vecinos abrió una zanja para descomprimir el caudal que anegaba las casas, poniendo en riesgo su propia integridad física.
Raúl Cáceres (27) contó que el agua arrastró parte de su vivienda, por lo que su esposa y sus dos hijos fueron evacuados. “Pero yo me voy a quedar acá porque no sea cosa que nos roben lo poquito que nos quedó”, señaló.
Según algunos vecinos, el anegamiento tendría relación con las obras de la nueva autovía, ya que no se habrían realizado los desagües adecuados.

Estado de emergencia
Los anegamientos fueron producidos por los desbordes de los arroyos Tuichá y Mbotaby, los que literalmente cruzan la ciudad y por ese motivo fueron muchos los  barrios afectados, como Sapucay, Kindgren, Villa Stemberg, Caballeriza, Tuichá, Tres Esquinas y Villa Cristen.
“Estamos en estado de emergencia y todo lo que haga el municipio resultará poco, por eso activamos el protocolo de Defensa Civil y varias instituciones colaboran”, señaló Raúl Zabala, secretario de Desarrollo Humano de la Municipalidad.
Comentó que “a las 6 de la mañana la Policía recibió los primeros pedidos, de inmediato se desplegó el mecanismo de coordinación y se evacuó a varias familias”.
Durante la mañana la lluvia fue torrencial y al mediodía comenzó a disminuir la intensidad. Ya entrada la tarde el sol se asomó, muestra del variable clima local.
Según datos de la Policía, fueron alrededor de 500 las familias afectadas, aunque un porcentaje ínfimo aceptó permanecer en el albergue.
“Algunos no quieren permanecer evacuados y prefieren volver a sus casas. En ese caso se los asiste con frazadas y mercadería”, agregó el funcionario.
También se produjeron daños en el puente sobre el arroyo Mbotaby, sobre calles Polonia y Tabay, que cayó y arrastró tres pilares particulares de energía eléctrica. En el lugar trabajó personal de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (Celo).
El temporal también causó daños en el tendido de energía eléctrica, telefonía e internet, afectando diferentes sectores de la ciudad por varias horas.
En la zona baja de la avenida De Las Américas se anegaron unas 15 casas, una situación de dimensiones inéditas.

Pérdida de cultivos en Alba Posse

Una fuerte granizada afectó ayer la zona norte de Alba Posse, en la localidad de San Francisco de Asís, hasta anoche, un equipo de la Municipalidad y la Policía desarrollaban un relevamiento por las chacras. Se reportó una pérdida de 80% en el cultivo de tabaco, no hubo heridos.


Número para donaciones

03755 - 405159

Ante la magnitud de las inundaciones, desde la comuna solicitaron la colaboración de personas y entidades que puedan donar frazadas, colchones, ropa, calzados y víveres secos. Las ayudas se centralizan en la sede del departamento de la Juventud, de calle San Martín 1055, al lado del Cine Teatro. El teléfono es el 03755 405159. También se puede llamar al número de emergencia 405005. En tanto, la Policía informó que el temporal afectó la zona baja de la localidad de Guaraní y debieron asistir a varias familias.
 

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