Una pareja de argentinos recorre escuelas del país y traza puentes entre distintas culturas

Miércoles 24 de enero de 2018 | 04:00hs.
Foto: Imagen Ilustrativa
El sueño de Ivan Kerner y Mey Clerici comenzó en 2014. Ellos son maestros de arte en Buenos Aires y se propusieron viajar por el mundo para incentivar a los chicos a que, a través de los dibujos, contaran cómo viven, qué piensan y sienten. Durante dos años recorrieron lugares como Etiopía, un centro de refugiados en Alemania y hasta un pueblito en Siria. Consiguieron el objetivo y más: trazaron puentes entre chicos de diferentes culturas. La experiencia fue tan exitosa que decidieron repetirla en la Argentina. 

En marzo de 2017 cargaron la camioneta con hojas, temperas, crayones y juegos y llegaron hasta el primer destino: una escuela rural en Santiago del Estero, en el paraje Diaspa. "Una escuelita muy humilde con nueve chicos de primero a séptimo grado. Una maestra que se encargaba de todo, hasta de preparar el guiso que almorzaban", explicó Iván.

De ahí siguieron viajando por otras provincias. La fórmula siempre es la misma: una escuela, en una provincia, durante una semana. Llegaron hasta Catamarca, donde también se encontraron con ocho chicos y una maestra. Así siguieron hasta llegar al sur de la Argentina. Ahora están en Bariloche y esperan ansiosos que empiecen las clases en marzo para cumplir el objetivo. "Nos faltan La Pampa, Buenos Aires y Entre Ríos", cuenta la pareja.

En cada escuela, además de dar los talleres, se quedaron a dormir, convivieron con los chicos, conocieron a sus familias y su cultura. "Estuvimos dando clases durante todo el año. Enseñamos a pintar, a hacer esculturas y a dibujar, y también les contábamos que lo más importante era que cada uno de ellos compartiera su conocimiento y dibujara sobre el lugar donde vivían. Así llevábamos todo ese material a otro lugar y hacíamos puentes entre diferentes realidades", consignó TN.

Ver la realidad de estas 20 escuelas los ayudó a tomar dimensión de las condiciones en las que los chicos aprenden en el país. "Había algunas escuelas que no estaban en buen estado. Nos encontramos con algunas muy chiquitas, una muy venida abajo, de la que nadie se entera que está ahí. Que sobreviven gracias a que hay padrinos que se encargan de llevar un montón de cosas. Otras en cambio, tienen wifi, y están más equipadas", analizaron.

Una vez que terminen este viaje a pulmón por toda la Argentina, esperan poder cumplir otro sueño: armar un libro que recopile todas las historias y hacerlo llegar a todas las escuelas para que sea material de divulgación. "Fuimos hasta donde los chicos estaban más invisibilizados y queremos que los conozcan que se sepa quienes son los chicos más invisibilizados de esa otra Argentina", concluyó Mey.