Brasil envió una fuerza de elite a las cárceles tras los motines

Miércoles 11 de enero de 2017
Una centena de policías arribó a la cárcel de Manaos para reforzar la seguridad en el lugar epicentro de las muertes.

El gobierno brasileño autorizó el envío de la Fuerza Nacional, un cuerpo de elite de la Policía, a los estados de Roraima y Amazonas, donde se registraron casi un centenar de asesinatos en las cárceles durante los primeros días del año.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, respondió al pedido de ambos estados, situados en el norte del país, y anunció el envío de 200 hombres, 100 por región, para ayudar a controlar la crisis en los presidios, los cuales registraron varios motines en la última semana.
Los agentes llegaron a los estados ayer por la madrugada con aviones de las Fuerzas Áreas Brasileñas (Fab) y su objetivo será  reforzar la vigilancia en las áreas próximas a las cárceles.

La autorización del Ejecutivo se produjo horas después de que el gobierno de Roraima anunciara que envió un oficio al presidente del país, Michel Temer, para solicitar con urgencia ayuda en la Penitenciaria Agrícola de Monte Cristo, situada en las afueras de Boa Vista, la capital regional.
En el pedido, la gobernadora de Roraima, Suely Campos, argumentó que la integridad física de los presos que hay en la cárcel es “prioridad inmediata” y también pidió recibir agentes de la Fuerza de Intervención Penitenciaria Integrada urgentemente, admitiendo que los efectivos de la Policía Militarizada regional no son suficientes para garantizar la seguridad en el presidio.
Además de Roraima y Amazonas, otros cinco estados pidieron ayuda federal para garantizar la seguridad en las prisiones, que sufren problemas de hacinamiento, enfrentamientos entre bandas rivales y precarias condiciones.
El pasado viernes, 33 presos murieron en la cárcel de Roraima por un supuesto ajuste de cuentas interno entre integrantes de la facción Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor de Brasil, según aseguró el ministro de Justicia.
Días antes el Complejo Penitenciario Anisio Jobim (Compaj) de Manaos, capital del estado de Amazonas, fue el escenario de una reyerta en la que miembros de Familia do Norte (FDN), supuestos aliados de la banda Comando Vermelho (CV), iniciaron una disputa con integrantes del PCC. El balance final fue de 56 muertos, la mayoría miembros del PCC, número que se elevó hasta los 60, pues otras cuatro personas fueron asesinadas en la Unidad de Prisión de Puraquequara (UPP), en una zona rural de Manaos, mientras que en una cárcel del estado de Paraíba hubo otras dos víctimas esta semana.

Destituyen al director de la cárcel
Por otro lado, el director de una cárcel en Brasil fue destituido ante sospechas de vínculos con una pandilla delictiva que mató docenas de presos la semana pasada. José Carvalho da Silva era acusado por otros reos de haber recibido sobornos de la mafia conocida como “La Familia del Norte”, informó la gobernación del estado de Amazonas.
Silva llevaba apenas unos días en el cargo cuando estalló la revuelta en la prisión de Manaos, donde por lo menos 56 presos murieron el primero de enero.
El gobierno federal de Brasil envió unos 200 policías adicionales a Amazonas para ayudar a lidiar con su crisis penitenciaria.
“La Familia del Norte” y la mayor organización criminal de Brasil, “El Comando Primero”, están enfrascadas en una brutal vendetta por el tráfico de droga a través del norte de Brasil.