En Mosul luchan por colocar un puente flotante sobre el Tigris

Lunes 27 de febrero de 2017
Desde los barrios más alejados hacia el centro, el avance de las tropas gubernamentales no se detiene en Mosul
Las fuerzas iraquíes combatían ayer a los yihadistas en la parte occidental de Mosul con el objetivo de instalar un puente flotante para cruzar el Tigris, el río que divide en dos la segunda ciudad de Irak, en manos del Estado Islámico (Isis).   
Las tropas gubernamentales pretenden unir la parte oriental de la ciudad, en su poder, al oeste donde luchan contra los combatientes del grupo Isis.
De momento el barco es el único medio para unir ambas orillas del río, ya que los cinco puentes sobre el Tigris quedaron inutilizados por las bombas desde el inicio de la batalla de Mosul en octubre.
"Hemos realizado una importante operación esta mañana para acercarnos a la zona del puente", explicó el coronel Falah al Wabdan, un comandante de las Fuerzas de Intervención Rápida del Ministerio del Interior.
El área reconquistada por sus tropas estaba llena de minas, explicó, y al menos 44 yihadistas murieron ayer por la mañana.
"Las unidades de zapadores podrán instalar un puente para que hagamos cruzar material y municiones", añadió.
El año pasado, el uso de un puente flotante se consideró como una etapa determinante en la reconquista de Ramadi, al oeste de Irak.
Desde el inicio de su ofensiva sobre el oeste de Mosul, el 19 de febrero, las tropas iraquíes han avanzado rápidamente desde el suroeste y han retomado el aeropuerto de la ciudad y una base adyacente. Ahora están apostadas en el barrio de Jawsaq del que expulsaron a la mayoría de los combatientes del Isis, pero afrontan una resistencia cada vez mayor de parte de los yihadistas a medida que se acercan a los barrios más poblados del centro. Según fuentes de inteligencia estadounidense, cerca de 2.000 yihadistas permanecen en el oeste de Mosul, donde recurren a sus habituales tácticas de guerrilla: tiradores, atentados suicidas y bombas.
Ante la ofensiva de las tropas iraquíes, cavan zanjas alrededor de las casas para desplazarse con discreción y, según comandantes iraquíes, provocan incendios para llenar el cielo de humo y dificultar la labor de la aviación enemiga.
También extienden telas para cubrir los callejones del casco antiguo con el fin de impedir la vigilancia aérea, según corresponsales periodísticos, y utilizan a los civiles como escudos humanos, indicó el teniente coronel Abdelamir al Mohamadawi.

Sitios históricos devenidos en estacionamientos

En la región de Mosul, inestimables sitios arqueológicos se convirtieron en estacionamientos. Para Irak y los expertos internacionales, una batalla de envergadura se anuncia para reparar los estragos causados por el grupo yihadista Estado Islámico (Isis). Desde hace meses, la reconquista de extensas franjas de territorio por parte de las fuerzas iraquíes permite descubrir el alcance de los daños, "más importantes de lo que se temía", según la Unesco. En 2014, en el apogeo del "califato" proclamado por el Isis en Irak y Siria, más de 4.000 yacimientos arqueológicos iraquíes estaban en manos de la organización extremista sunita. Solo en la región de Mosul, los yihadistas destrozaron al menos 66 sitios arqueológicos, indica el viceministro iraquí de Cultura, Qais Rasheed, durante una conferencia sobre la rehabilitación del patrimonio cultural iraquí organizada por la Unesco este fin de semana en París. Algunos yacimientos "fueron convertidos en aparcamientos, varios lugares de culto musulmanes y cristianos sufrieron destrucciones masivas, miles de manuscritos desaparecieron", dijo Rasheed. Apenas queda en pie un 20% de la antigua ciudad asiria de Nimrod, destrozada por las excavadoras y los explosivos del Isis.