Posadeño a juicio por estafar a productor ganadero correntino

Domingo 13 de agosto de 2017
Cabrera fue capturado en Puerto Rico e inmediatamente puesto a disposición del juez penal de Goya. | Foto: Archivo
Durante casi ocho años evadió una posible condena por el delito de estafa. Pese a que sobre sus hombros existía un pedido de captura internacional emanada desde un juzgado correntino se las ingenió para mantenerse en la clandestinidad hasta que, finalmente, fue detenido en cercanías de su nueva casa en la localidad de Puerto Rico.
Se llama Oscar Marcelo Cabrera, tiene 40 años. Desde que fue atrapado por los investigadores de la delegación Eldorado de la Policía Federal, en la noche del 23 de junio, está privado de su libertad a instancias de un dictamen del titular del Juzgado de Instrucción y Correccional Tres de la ciudad de Goya, Darío Ortiz, quien en paralelo decretó su prisión preventiva ante la firme posibilidad de que en libertad se vuelva a escapar.
Sin perder tiempo, el magistrado también fijó fecha para el postergado debate oral, suspendido hace casi tres años por la incomparecencia del acusado, que había sido excarcelado bajo caución real debiendo cumplir una serie de requisitos y prohibiciones, pero nunca más apareció.
Será juzgado el viernes 1 de septiembre.

El ardid
El delito que coloca a Cabrera en el banquillo de los acusados data del año 2009. La investigación marca que se hizo pasar por comisionista de hacienda para embaucar a un ganadero correntino que pagó casi 55 mil pesos por una cantidad determinada de cabezas de ganado que, finalmente, nunca recibió.
El expediente de la causa detalla que el 23 de septiembre de ese año, mediante el ardid consistente en exhibir animales como supuesto comisionista de hacienda en el campo de Luis Rafael Aguirre Acosta, ubicado en las inmediaciones de la localidad de Chavarría, indujo al denunciante, Jorge Eduardo Maggi, haciéndole creer que vendía ganado perteneciente a un tercero, logrando de parte del damnificado una transferencia bancaria de 54.940 pesos, que se efectivizó en horas posteriores en la sucursal Mercedes del Banco Nación.
Lo que Maggi no sabía es que estaba siendo víctima de una estafa. Pasados los días, y al notar que los animales adquiridos no les eran entregados tal cual lo pautado, radicó una denuncia penal que en pocas semanas derivó en la detención del presunto estafador.
Más de dos años después de estar privado de su libertad, con los plazos procesales vencidos, el juez de la causa le concedió la excarcelación bajo caución pero le prohibió ausentarse de la ciudad donde fijara domicilio por un lapso superior a los siete días, como también salir del país bajo perjuicio de que se le revocara el beneficio.
En tanto la investigación continuaba, el sospechoso prosiguió su vida normalmente en Misiones. Se suponía que estaba sometido a proceso pero cuando la causa se elevó a la instancia de debate, en diciembre de 2014, y le debieron notificar, nadie supo precisar su paradero.
Fue así que lo declararon en rebeldía e inmediatamente se pidió su captura internacional. Cuando finalmente lo detuvieron, hace menos de dos meses, se justificó diciendo que no estaba enterado del juicio debido a que había cambiado de domicilio sin notificarlo judicialmente.
Sus argumentos no convencieron al juez, que lo mandó a prisión hasta el día del juicio. En la ciudad de Gualeguaychú también posee una causa penal, presuntamente por el mismo delito.