“Mis nietos piden cosas y no se las puedo dar”

domingo 20 de mayo de 2018 | 5:00hs.

La situación por la que atraviesa el país obliga a Juana Pedrozo (62) a hacer malabarismo con el dinero que ingresa a la casa.

En una charla con El Territorio, la jubilada relató que hoy en día todo se le vuelve cuesta arriba. Además, contó que tuvo que empezar a prescindir de algunas cosas para llegar a fin de mes.

“Antes cobrábamos y comprábamos carne para hacer un asado, hoy ya no podemos hacer eso”, narró. A la vez, agregó que “ahora sólo nos alcanza para el puchero que ponemos en el guiso”.

Junto a su esposo, también jubilado, vive en el barrio Yohasá desde el año 82.

Juana es madre de siete hijos, todos mayores de edad. Pero más allá del rango etario, la mujer ayuda a uno de sus hijos, quien es viudo y tiene seis chicos, tres de ellos menores (7, 9 y 11 años), quienes asisten a la escuela primaria.

El viudo cobra la asignación universal y vende metal que junta en la ciudad.

Pedrozo dijo que “es desesperante y me causa tristeza, porque a veces los nietos nos piden cosas y no tenemos para darles”.

En cuanto a las tarifas, comentó que tienen el servicio solidario, por lo cual las boletas rondan los 130 o 150 pesos. “La vez pasada vino 200 pesos y parece poco, pero para nosotros representa mucho porque nos tenemos que ajustar en otros gastos”, señaló.

Muchos dependen del comedor

Desde el merendero, Emanuel, de Barrios de Pie, detalló que cada vez más niños y adultos dependen de la leche y la cena que brinda el lugar. Incluso en los últimos meses vecinos de chacras más lejanas se acercan hasta el espacio a preguntar si sobra un plato de comida. Se trata de vecinos que antes tenían trabajo pero por alguna razón ahora quedaron desempleados.

Silvia Lobos, quien está a cargo del merendero, puntualizó que “estoy también en una cooperativa y la gente me viene a preguntar cuándo hay cupo para ingresar, pero lamentablemente no hay lugares disponibles”.

Por Daiana Gómez Brauvano

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