Marcharon en San Ignacio contra la drogadicción y la trata de personas

Referentes de la educación y la salud reflejaron con crudeza el rápido avance de las problemáticas. En Montecarlo, proponen prevenir desde la primaria Págs.
jueves 30 de junio de 2016 | 6:00hs.
Marcharon en San Ignacio contra la drogadicción y la trata de personas
Marcharon en San Ignacio contra la drogadicción y la trata de personas

Más de un centenar de personas, entre estudiantes secundarios, docentes, padres, vecinos y empleados municipales, marcharon ayer a la tarde por el centro de San Ignacio para manifestarse contra la trata de personas, el abuso sexual infantil y la drogadicción.
Según consignaron fuentes consultadas por El Territorio, la iniciativa surgió de los propios alumnos, tras los últimos acontecimientos policiales que ocurrieron en la localidad. Tras la detención de un hombre acusado de obligar a tres niñas de entre 12 y 14 años a prostituirse en el sótano de su vivienda, los estudiantes entendieron que era el momento exacto de decir basta, de salir a las calles y de visibilizar las problemáticas a las que están expuestos.
Mirta Ramírez, vicedirectora de la Escuela Normal Superior N° 5, dialogó con El Territorio y expresó que “la idea surgió de los chicos. Ellos comentan muchas cosas en la escuela, pero nosotros no podemos ir a esos lugares. Somos docentes y eso excede a nuestras labores. Ellos no entienden cómo hasta ellos saben las cosas que pasan, dónde y quiénes están involucrados, y que los grandes no hagan nada”.
“Ellos cuentan lo que pasa en sus barrios y la escuela se hizo eco de eso e invitamos a las demás instituciones a marchar. Los chicos mismos comenzaron a sensibilizar a la gente de acá, en donde es triste que en una comuna tan chica estén sucediendo este tipo de cosas”, añadió la mujer  que tiene más de 30 años de antigüedad en el ámbito educativo.
Ramírez reconoció que la problemática de la drogadicción es uno de los mayores flagelos a los que se enfrentan en las escuelas. “Hemos tenido jóvenes que se han suicidado por la droga. Nosotros no podemos hacer mucho ante eso. Lo que hacemos es contenerlos, siempre con el diálogo y recibiendo la propuesta de ellos. Además, lo que vemos es que los padres se sienten impotentes ante esto, tendríamos que pensar en escuelas para padres ya, porque ellos admiten que a veces no saben como tratar con sus hijos adolescentes”.
Por su parte, Lorena Caballero, promotora de salud, también estuvo presente en la movilización y señaló que la droga “llega a todos los chicos por igual. Desde los más pobres hasta los hijos de familias de bien, en donde los padres están formados y prestan cuidado, pero igual ingresa la droga al hogar”.
La mujer además consideró que “el principal problema es la falta de control y de prevención en este tipo de cosas”.
Otra de las presentes en la marcha fue Olga Ravetti, pediatra de Salud Pública y quien con su equipo de trabajo realiza visita a barrios carenciados de San Ignacio como así también de otras localidades cercanas. Además trabaja en el hospital local.
La profesional fue una de las que aportó una visión más dura con respecto a las problemáticas exhibidas por los jóvenes. “Yo no soy de acá. Me mudé hace once años junto a mi familia por cuestiones laborales y nos instalamos acá pensando que era un lugar óptimo para que los chicos se puedan criar porque era un pueblo parecido a como era todo cuando nosotros éramos chicos, pero acá la droga está avanzando más rápido que nuestra propia civilización”, fueron sus primeras palabras al dialogar con este medio.
La mujer opinó que “la droga es como una plastilina que puede meterse mucho más rápido que cualquier otro mensaje bueno que cualquiera pueda dar. Siento que el pueblo hace once años que está igual, que no ha avanzado en cosas positivas y sin embargo la droga ha progresado mucho y ahora asusta”.
Ravetti también recordó las consecuencias más crudas de la drogadicción en la localidad, al indicar que en menos de un año al menos tres jóvenes fallecieron por problemas que fueron desencadenante de adicciones.
“La drogadicción es un caso serio en el hospital y ahí no entienden la importancia del registro escrito. Nosotros hemos visto chicos drogados morirse en este hospital, adolescentes de 17 años y a eso hay que sumarle la cantidad que llegan a la guardia totalmente descompensados”, describió.

La trata, un flagelo vox populi
Respecto del tema de la trata de personas, las tres entrevistadas reconocieron que la situación se hizo pública tras el descubrimiento del mencionado caso en que rescataron a tres niñas, aunque indicaron que la situación era un “vox populi” en la localidad.
“En el pueblo siempre se rumoreaba, aunque nunca había nada concreto pero cuando eso salió a luz no fue sorpresivo”, indicó Caballero, quienes además añadió su preocupación ante las reacciones de algunos habitantes tras la liberación del sospechoso.
“Lo más increíble es que en el barrio todos defienden al hombre y creen que la culpa de todo la tienen las madres que permitieron que las nenas estuviesen en una casa ajena. A él lo defienden porque las cuidaba y  alimentaba, eso es lo peor de todo. Ya es una cuestión cultural de no ver la problemática como tal”, alertó.
Por su parte, Ravetti describió que “si se recorre alrededor de las ruinas, esa zona por las noches no sólo es un lugar de trata, es un lugar de circulación de droga sabido y renombrado acá. Esto llegó a una instancia en la que parece que está totalmente naturalizado”.
La médica, que también recorre localidades como Loreto, Bonpland y Gobernador Roca, describió las situaciones con las que se encuentra en relación con el abuso sexual infantil.
“Tenemos muchísimos casos y la verdad es triste ver cuando uno hace todo y trabaja en equipo, pero no hay respuestas. Nosotros vamos a las casas, les damos el apoyo, los escuchamos y tenemos un montón de historias tristes. En más de una oportunidad tuvimos que ir nosotros a hacer las denuncias porque la Policía no les toma a familias humildes, que no se saben defender”, relató.
Además, recordó que “una vez estuve con la nena y todo, que describía perfectamente todo lo que sufría, años de maltrato y abusos de parte de toda la familia, y no me querían recibir la denuncia”.
Ante este contexto y antes de culminar, Ravetti confesó que se sienten “cansados. Como ese caso tengo al menos cuatro más y todos terminan de la misma forma. Se toma la denuncia, se ordena la captura y luego son liberados y el agresor comienza a amenazarnos a nosotros, ¿que podemos hacer ante eso?”.