Los no videntes reclaman normas de convivencia para evitar riesgos

sábado 16 de octubre de 2004 | 2:00hs.

POSADAS. Con volantes, afiches y bastón en mano, un grupo de no videntes encabezó ayer las actividades por el Día Mundial del Bastón Blanco de seguridad, en esta ciudad. Partieron desde el Centro de Rehabilitación del Ciego “Santa Rosa de Lima”, hasta la plaza San Martín, donde los integrantes de la Murga de las Flores teatralizaron el transcurrir diario de las personas con dificultades visuales en la vía pública.
El objetivo del paseo fue orientar y concientizar a la población sobre las barreras arquitectónicas que afectan a los no videntes. Como también el trato para con estos en casos de cruzar una calle o solicitar ayuda.
En la oportunidad reclamaron el cumplimiento de las normas de convivencia para evitar riesgos a discapacitados.
Al respecto el presidente del Centro de Rehabilitación del Ciego “Santa Rosa de Lima”, Luis Viarengo, consideró que cuanto más información reciba la ciudadanía con respecto a la realidad de las personas discapacitadas, “más rápido van a tomar conciencia de que Posadas es una ciudad que está bastante desordenada porque no todos cumplen con las ordenanzas municipales. Con lo cual comenzarán a  cambiar para que nadie se sienta excluido en su ciudad”.
En tal sentido remarcó que “estamos haciendo mucho hincapié en la zona del microcentro. Sobre todo porque los artesanos vendan sus productos en un lugar adecuado, que los bares que sacan sus mesas y sus sillas afuera dejen el espacio necesario para poder transitar. Que no dejen las rejas colocadas sobre los árboles, que no estacionen  motos o bicicletas en las veredas, entre otras cosas  que entorpecen el transitar de las personas con discapacidades visuales”, insistió.
Y agregó que aún existen edificios viejos y nuevos sin accesos especiales, “lo que significa que no están las disposiciones destinadas a favorecer el normal desplazamiento por las veredas. Es por eso que salimos a la calle a concientizar a la gente sobre el tema”.
Por su parte, los jóvenes que participaron en la caminata por el Día Mundial del Bastón Blanco de Seguridad manifestaron que uno de los obstáculos más frecuentes son las veredas en mal estado, sobre todo en los días de lluvia. Después le siguen la falta de señalización en los sectores de construcción y la mala distribución de canteros y macetas en las veredas.
También pidieron a la sociedad un poco más de solidaridad a la hora de ayudar a una persona no vidente a cruzar la calle.
Con respecto a la recepción que lograron ayer por parte de los comerciantes y transeúntes, durante el recorrido manifestaron que fue positiva y que esperan que tengan en cuenta las sugerencias establecidas en los folletos, para evitar así todo tipo de accidentes y un transitar más tranquilo para las personas discapacitadas.

Aún falta solidaridad
María Laura Denti, una de las responsables del grupo de orientación y aprendizaje de la movilidad expresó que este tipo de experiencias no solo enriquece a los integrantes del centro sino también a la sociedad en sí. “Este año decidimos recorrer el centro y contarle a la gente lo que significa ser no vidente y los problemas que causa la colocación de objetos en la vía pública como macetas, mesas y sillas, entre otros”, contó.
De igual manera resaltó que la sociedad se está dejando llevar por la solidaridad, cosa que hasta hace unos años no ocurría, “antes era común ver a un no vidente parado por horas en una esquina esperando para cruzar, hoy se están animando a ofrecer su ayuda a los que más lo necesitan”.
Cabe resaltar que ayer en el marco del Día Mundial del Bastón Blanco de Seguridad, los integrantes del Centro de rehabilitación del Ciego “Santa Rosa de Lima”, efectuaron la campaña “El Bastón Verde”, elemento que identifica a las personas con baja visión. El uso del mismo está instituido mundialmente desde el año 1999.


Un poco de historia 
Todo se inició durante el siglo XX cuando se comenzó seriamente a tratar de proporcionar a las personas ciegas medios seguros y confiables para desplazarse independientemente. Las autoridades militares de Estados Unidos desarrollaron un proyecto para la rehabilitación de los ciegos de la Segunda Guerra Mundial en el hospital General de Valley Forge (Pensilvania). El director del reacondicionamiento físico, el sargento, más tarde teniente y luego famoso oftalmólogo Richard Hoover, observó a los hombres ciegos arrastrarse por los corredores con sus bastones de madera sin llegar a ninguna parte, y pensó que esos hombres no necesitaban un bastón que los sostuviera, sino más bien una antena receptora de mensajes.
Hoover y su equipo comenzaron las investigaciones, con palos más largos y livianos, hasta que construyeron el bastón prototipo y fijaron las técnicas, constituyendo lo que hoy es la base de los programas actuales de orientación y movilidad.
En el año 1965, en una reunión efectuada en Colombo-Ceylan (República de la India), el Consejo Mundial para Bienestar de los Ciegos estableció que todos los 15 de octubre se recuerde el Día Mundial del Bastón Blanco de Seguridad.


Sugerencias para poner en práctica

  • No dejar sobre la vereda, motos, bicicletas, autos u otros vehículos estacionados.
  • No dejar abiertas las hojas de portones hacia fuera.
  • No colocar en la vereda carteles publicitarios, mesas y sillas o toldos a baja altura que sobresalgan peligrosamente de la línea de edificación.
  • No construir huellas con desniveles pronunciados frente a las entradas de vehículos. 
  • No instalar aires acondicionados a baja altura.
  • Cuando se ve a una persona ciega en una esquina o parada de colectivo, ofrecerle ayuda.
  • Cuando cruce una calle con un no vidente, dejar que este le tome el brazo o el hombro avanzando lentamente brindándole todo tipo de información que pueda requerir la persona a la que ayuda
  • Al subir una escalera o para sentarse colocar la mano de la persona ciega sobre el pasamano o sobre el respaldo del asiento.