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La vuelta al mundo según la escultora Silvana Kelm

martes 17 de julio de 2018 | 2:30hs.
La obra llevó 500 kilogramos de chatarra y elementos de vitrofusión.
“En Iguazú se puede dar la vuelta al mundo sin dejar el lugar”, coinciden quienes ven la gigante escultura de la artista plástica obereña Silvana Kelm, emplazada en el Centro de Convenciones del Amerian Portal del Iguazú.

Curiosamente, es el título de su obra que une puntos de referencia mundial.

No es la primera vez que la escultora deja su sello en la Ciudad de las Cataratas. En esta oportunidad, se trata de una obra por el 10° aniversario del hotel y que se convirtió en pocos días en un atractivo que congrega a chicos y adultos.

La escultura se presentó formalmente el sábado, aunque días antes, lugareños y turistas pudieron ver a la escultora en pleno montaje.
La escultura permite la interacción, ya que tiene grandes dimensiones y amplias formas de lectura.

Muchos ya tienen su fotografía en el modelado que aporta información sobre las distancias entre las siete maravillas del mundo y ciudades importantes a nivel internacional tomando como referencia a las Cataratas.

La vuelta al mundo demandó   horas y horas de planificación, más el tiempo de recolección de chatarras metálicas, que es el  material que compone la escultura. Para llevarla a cabo trabajaron dos herreros.

“Al equipo sumamos la colaboración del sector de mantenimiento del hotel, encargados de emplazar le estructura en el lugar y el trabajo de reciclaje de botellas utilizando el método vitrofusión”, contó Kelm a El Territorio.

  La titánica labor de fuerza y arte hizo posible que hoy las personas que transiten la avenida Tres Fronteras disfruten de una imponente escultura que formará parte del circuito de atractivos a conocer.

“El trabajo fue bastante arduo,  llevó tres meses desde su diseño hasta su instalación”, precisó.

La etapa del armado se inició en Oberá; allí tuvo su primera forma la esfera de tres metros de diámetro.

Además de su estética, el globo invita al observador a ser parte de la obra y a vivirla, ya que se puede ingresar al portal y tomarse fotos.
Todo el material pesa unos 500 kilogramos y fue trasladado a Iguazú para el armado definitivo. “La escultura fue realizada en su totalidad con chatarra metálica y fue pintada en color oxido, además cuanta con detalles en vidrio de botellas recicladas; un trabajo que realizaron las empleadas del hotel en su proyecto de vitrofusion, ellas aportaron la imagen de las cataratas, las mariposas que representan los años del hotel, además de otros detalles”, relató.

“La esfera tiene a las Cataratas del Iguazú como punto cero, hacia las demás maravillas del mundo, entonces la gente puede saber a cuántos kilómetros quedan esos atractivos y otras ciudades importantes del mundo”.

“Esta escultura permite a las personas recorrerla y descubrir no solamente las distancias, sino también poder observar las diferentes formas, tomarse fotos en el portal, la idea es que las personas puedan participar”, describió.
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