La montaña de colores en Perú descubierta hace 5 años está por desaparecer
miércoles 23 de mayo de 2018 | 2:00hs.
La montaña de colores en Perú descubierta hace 5 años está por desaparecer
La belleza natural siempre se ha escondido esperando ser descubierta, o por lo menos eso pensábamos antes. Encontrar un rincón del paraíso en la Tierra era tarea de exploradores, tiempo después de ellos esos sitios se convertían en el punto de peregrinaje de viajeros, nómadas y fieles que por alguna u otra razón se veían atraídos a esos lugares.
Sin embargo, tras la reciente noticia de un destino descubierto y expuesto al público, no podemos dejar de pensar en si lo correcto es visitar esos espacios o dejarlos intactos. Se trata de la montaña de colores en Perú, este destino se ha convertido en una atracción de gran importancia para los viajeros que saben que Perú es uno de los mejores destinos para viajar.
El problema con esto es que la montaña de colores no era conocida hasta hace unos cinco años, cuando el hielo finalmente desapareció de la montaña y dejó al descubierto una tierra multicolor, hermosa para la vista humana que parece un sueño hecho realidad. Eso, además de los senderos que permiten caminar hacia ella, la ha convertido en un foco turístico recientemente.
Parecería que el impulso a la economía local es lo único en lo que se debe pensar en estos casos, pues se trata de un descubrimiento que hace que los locales puedan encontrar nuevas formas de subsistir, pero en un sitio en el que el turismo era casi inexistente hace unos años y que ahora alberga hasta mil viajeros al día, las consecuencias pueden ser catastróficas.
Ecológicamente, el flujo de turistas está acabando con la zona montañosa hectárea a hectárea. Lo que antes era un terreno pantanoso en el que vivían muchos patos hoy está seco y se ha acondicionado como estacionamiento; además, una minera canadiense ya está buscando los derechos para explotar la tierra.
También es importante recordar que muchos extranjeros son estadounidenses o europeos, mismos que no saben español, mientras que los locales admiten no saber inglés ni primeros auxilios, lo cual es bastante peligroso en caso de una emergencia.
Sin embargo, tras la reciente noticia de un destino descubierto y expuesto al público, no podemos dejar de pensar en si lo correcto es visitar esos espacios o dejarlos intactos. Se trata de la montaña de colores en Perú, este destino se ha convertido en una atracción de gran importancia para los viajeros que saben que Perú es uno de los mejores destinos para viajar.
El problema con esto es que la montaña de colores no era conocida hasta hace unos cinco años, cuando el hielo finalmente desapareció de la montaña y dejó al descubierto una tierra multicolor, hermosa para la vista humana que parece un sueño hecho realidad. Eso, además de los senderos que permiten caminar hacia ella, la ha convertido en un foco turístico recientemente.
Parecería que el impulso a la economía local es lo único en lo que se debe pensar en estos casos, pues se trata de un descubrimiento que hace que los locales puedan encontrar nuevas formas de subsistir, pero en un sitio en el que el turismo era casi inexistente hace unos años y que ahora alberga hasta mil viajeros al día, las consecuencias pueden ser catastróficas.
Ecológicamente, el flujo de turistas está acabando con la zona montañosa hectárea a hectárea. Lo que antes era un terreno pantanoso en el que vivían muchos patos hoy está seco y se ha acondicionado como estacionamiento; además, una minera canadiense ya está buscando los derechos para explotar la tierra.
También es importante recordar que muchos extranjeros son estadounidenses o europeos, mismos que no saben español, mientras que los locales admiten no saber inglés ni primeros auxilios, lo cual es bastante peligroso en caso de una emergencia.
La belleza de las montañas radica en su libertad. Incluso al estar descubiertas por el hielo pierden un poco de su esencia, pero ahora, con más de mil turistas al día subiendo y bajando; sin una organización real en la zona y sin el mínimo cuidado del ecosistema, esto sólo refuerza la idea de que la gente viaja sin conocer realmente el destino en el que se encuentra.
Fuentes:
La Bioguia
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