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LA CLASE MEDIA, EN DESCENSO

domingo 20 de mayo de 2018 | 5:00hs.
LA CLASE MEDIA, EN DESCENSO
La clase media, de la que tanto se ocupara de manera crítica Arturo Jauretche, es la más afectada por la política implementada por el gobierno de Mauricio Macri, que generó en primer lugar una crisis financiera que se traslada a lo económico, social, político y hasta de comunicación, como se verá en este informe (páginas 4 a 13).
De los niveles socioeconómicos que conviven en el país, la clase media alta y la clase alta, que representan menos del 20 por ciento de la población argentina, encontraron respuestas desde la gestión de Cambiemos. Hasta los errores cometidos por la administración Macri desde diciembre resultaron beneficiosos para el mercado especulativo. Comenzó con el anuncio del cambio en las metas de inflación, que pasó del 8% al 15% anual.
El mercado interpretó que la medida llegaría con la baja de tasas en pesos y salieron a comprar dólares. Lo mismo sucedió cuando se aplicó impuesto a la renta financiera para inversores externos, cuando se desprendieron de las Lebac y de vuelta se refugiaron en el billete verde, siempre consiguiendo fortunas en estas operaciones. Son los que entienden y pueden especular con la lógica del mercado, además de tener información privilegiada. Así, al depreciarse el peso,las multinacionales, al tener sus casas centrales en el exterior, abaratan sus costos de producción en Argentina. 
Los que tienen su dinero afuera presionan porque en cada devaluación son más ricos y el mercado financiero juega con la economía como si estuviera en el casino, y con una buena jugada, con  devaluaciones de por medio, pueden ganar millones en pocas horas. La clase alta también se vio beneficiada al quitarse además retenciones fiscales a la soja o a la minería, y estos dólares dejaron de ir al Estado para terminar en las mineras extranjeras. 
En cuanto a los sectores más vulnerables, la administración nacional sigue manteniendo parte de la asistencia social que tanto cuestionaban de la anterior gestión.

La clase olvidada
Pero, como calificara Jauretche, del “medio pelo” argentino -que representa en promedio un 45 por ciento de la población y que con sus votos llevó al poder al actual gobierno- se tuvo poca atención y resultó el más golpeado por la política económica implementada por Cambiemos.
Una clara muestra de ello es lo que refleja un relevamiento concretado entre 2015 y 2017 en más de treinta ciudades del país, dando cuenta que la clase media, también conocida como C3 en la nomenclatura profesional, cayó 5 puntos de categoría. Esto implica un mayor empobrecimiento.
En otros términos, la clase media fue “seducida y abandonada” -por este gobierno-, como titularon su ensayo Alberto Minujin y Eduardo Anguita en el 2004.
En esa publicación de hace 14 años destacaban que fue la clase social que enorgulleció legítimamente al país.
Recuerdan los autores que Argentina fue durante buena parte del siglo XX el único país latinoamericano -en menor medida Uruguay y Chile- en el que podía hablarse realmente de la existencia de una clase media, no sólo cuantitativamente, sino sobre todo en relación a la menor diferencia de ingresos que la separaban tanto de la clase alta como de la baja. 
La movilidad social supo ser en Argentina -plantearon en el ensayo- un fenómeno real y una posibilidad al alcance de casi todos. 
Sin embargo, como se indicó, antes que salir de pobre y saltar a la clase media, está sucediendo un efecto inverso. 

Golpeada
La clase media que ahora está golpeada es la que supo defender los intereses del país o levantar sus voces ante medidas que afectaba al conjunto de la sociedad.
A pesar de ello, la clase media argentina sigue siendo el motor del consumo, aunque empezó a reorientar sus gastos. 
Son lo que siempre afirmaban tener las posibilidades de darse “algunos gustitos”, como vacaciones o cambiar el auto o enviar a sus hijos a un colegio o universidad privada y hasta llegar a la casa propia. 

Atado al dólar
Pero todo eso se está limitando,  porque todo está atado al dólar, comprar una vivienda o un auto, que están cotizados en pesos, pero sujetos al dólar, y ni hablar de ir de vacaciones, porque los boletos aéreos cotizan con la moneda verde.
La presidente de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), Sandra González, en entrevista con este matutino advirtió que la suba del dólar impactó en los precios de muchos productos que terminaron pegando duro “en la clase media, que está acorralada con ingresos que no son suficientes para hacer frente a la suba constante de productos esenciales de consumos y servicios”.

Dólar e inflación
Luego de que el dólar aumentó un 20 por ciento en dos semanas y se quedó en los 25 pesos, el Indec publicó que la inflación en los primeros cuatro meses del año alcanzó el 9,6 por ciento, cerca ya de la meta del 15% que marcó el Gobierno para todo 2018.
 En este sentido, según un trabajo elaborado por Chequeado en base al Indec y el Banco Central, los especialistas estiman que difícilmente se cumpla esta previsión y que la inflación sería similar o mayor a la del último año (24,8%). 
En esa línea, tanto el titular de la cartera de Hacienda, Nicolás Dujovne, como luego lo reconoció el propio presidente Mauricio Macri, en la Argentina “vamos a tener un poco más de inflación y menos crecimiento”. 
Argentina tiene la segunda inflación más alta del mundo después de Venezuela y la tasa de interés más alta del planeta.  Estos factores impactan de lleno en los sectores que dependen de un ingreso mensual.

Reprogramar inversiones
En consecuencia, las parejas de clase media comenzaron a reprogramar inversiones, como el caso de los que planificaban contar con un hogar y recurrían a los promocionados créditos como UVA, que fueron incrementándose y ahora  se recomienda esperar; lo mismo cuando se trata de operar con tarjetas de crédito o débito. 
Sobre el uso de este plástico, el contador y asesor de empresas, Raúl Karaben aconsejó a la gente evitar deudas por consumo con tarjetas de crédito o no engancharse con pagar el mínimo, para evitar pagar altos intereses. 
Algo similar plantean diversos analistas respecto a sacar algún crédito para comprarse el primer auto cero kilómetro o actualizar el existente. 
La palabra más usada es cautela. Son los efectos reales, o como se suele expresar en medio de un conflicto, efectos colaterales, producto de la convulsionada economía nacional, representada por la abrupta cotización del dólar y la depreciación del peso argentino, la inflación y los aumentos constantes de bienes y servicios.   
Todo un cóctel que terminó explotando en el bolsillo de la clase media. Esto mueve a los consumidores a caminar más buscando mejores precios.

En el gobierno
Desde la administración de Cambiemos sólo hubo una admisión al respecto. Fue la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien había señalado a principio de este mes que el presidente Macri debe darse cuenta de que “la clase media no da más”; aunque aún no se actuó en consecuencia.
Los de la clase media tendrán sus complejidades, como cuestionaba desde su mirada radical Jauretche, pero son los que pueden seguir moviendo la economía en el país.
Consultado por El Territorio, desde el Instituto de Estudios Sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea sostienen que el mayor problema con la suba de tipo de cambio será la inflación, y que la clase media sufrirá esta mayor inflación sobre su poder adquisitivo, porque difícilmente los salarios les ganen a los precios en 2018. No sólo por lo ocurrido con el tipo de cambio, sino también con las tarifas de los servicios públicos, advirtieron desde Ieral.
Pertenecer a la denominada “clase media” en la Argentina es una de las aspiraciones sociales que tiene una mayoría considerable de los habitantes del país.
El panorama actual indica que hoy no sólo resulta difícil a los sectores más desprotegidos ascender de clase social, sino los que pertenecen a la clase media -ante la política errante del Gobierno nacional-, hacen de todo para no caer en la pobreza. 

Estimaciones y encuestas


Las encuestas determinan cómo está el ánimo de los argentinos respecto a las medidas tomadas por el Gobierno nacional.  
Sypnosis Consultores observa el aumento de la valoración negativa en cuanto al desempeño del Gobierno de Mauricio Macri y con ello arrastra a sus principales colaboradores. 
“Todos los dirigentes del oficialismo registraron una retracción en la consideración pública entre 2 y 5 puntos”, añade Sypnosis.  
El dato más llamativo es que más del 50 por ciento de los consultados “ven con pesimismo el futuro del país”. 
Del mismo modo, el 51,5 por ciento está preocupado por la economía (36,1% por la inflación y 18,6% por el desempleo). 
La mitad de los consultados considera que la situación económica empeorará dentro un año y que el acuerdo con el Fondo Monetario no resolverá el problema económico del país. 

Poliarquía
Poliarquía Consultores, en medición de mayo, registró un fuerte retroceso en la aprobación de la gestión presidencial, que descendió nueve puntos (de 45% a 36%) y alcanzó el valor más bajo de la presidencia de Macri. 
“El fuerte descenso en la aprobación presidencial representa un potente llamado de atención para el gobierno, aunque de ninguna manera constituye un hecho definitivo ni excepcional”, plantean desde Poliarquía.
Advierte que “como era de esperarse, el anuncio de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional  generó resistencia en la mayor parte de la sociedad. 
Según el relevamiento de Poliarquía, el 63 por ciento consideró que el acercamiento al Fondo resultará perjudicial para el país. 

Por Antonio Villalba
avillalba@elterritorio.com.ar
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