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La búsqueda de Sotelo cubrió de policías y de tensión a todo Garupá

martes 17 de abril de 2018 | 10:25hs.
 La búsqueda de Sotelo cubrió de policías y de tensión a todo Garupá
En uno de los rastrillajes hallaron objetos y pertenencias que evidencian la presencia del sujeto en el medio del monte.
En uno de los rastrillajes hallaron objetos y pertenencias que evidencian la presencia del sujeto en el medio del monte.
 La tensión se apoderó de Garupá ayer. Más de 300 policías cercaron un radio de aproximadamente cinco hectáreas para dar con el principal sospechoso del ataque y violación de una niña en Pozo Azul, cometido el sábado  a la mañana, pero hasta anoche el escurridizo delincuente continuaba prófugo. 

La pesquisa se focalizó en esta ciudad del departamento Capital ayer a la mañana, luego de que el sospechoso, identificado como Franco Emanuel Sotelo (24), lograra escapar de un procedimiento en una vivienda del barrio Los Kiris de Posadas (ver Escape de película...). Luego de ese fallido operativo, la Policía recibió el dato de que el presunto violador había sido visto en cercanías al viejo puente de la ruta nacional 12 sobre el arroyo Garupá. 

Según lo indicado por fuentes consultadas por El Territorio, este alerta fue recibido promediando las 9.30 de la mañana y para las 10 la Policía ya estaba en la zona para cercar todas las vías de escape posibles.

Para el mediodía, el radio de búsqueda se encontraba totalmente cubierto por unos 300 policías de casi todas las dependencias policiales de la capital provincial y de localidades cercanas. 

Con las primeras averiguaciones, los uniformados lograron establecer que el muchacho primero adquirió una gaseosa en la zona y luego hizo contacto con un poblador de la costa con la intención de conseguir una canoa para escapar por el río Paraná, presuntamente hacia Paraguay.  Sin embargo, aparentemente reculó en su plan y decidió volver a ingresar al tupido monte de la zona.

Con toda esta información, efectivos especializados realizaron varios rastrillajes y barridos entre la vegetación, logrando encontrar rastros que evidencian la presencia del sujeto en ese lugar.

Las fuentes detallaron que los objetos encontrados fueron la botella de la gaseosa que recientemente había adquirido, como así también una chaqueta que había sustraído de una casa cercana a la vivienda de la cual había logrado escapar la noche anterior.

El Territorio acompañó gran parte del imponente procedimiento desplegado por la Policía y el momento de mayor tensión se dio cerca de las 16, cuando un cabo aseguró haber visto a Sotelo en inmediaciones de un complejo bailable (ex 622). 

De inmediato, el operativo se concentró en ese punto. Según la versión que trascendió en el lugar, mientras revisaban la parte exterior del complejo, desde la parte trasera de un muro una persona salió corriendo y volvió a ingresar al monte.

Desafortunadamente, su rastro volvió a perderse, pero el dato sirvió para que el radio de búsqueda sea aún más acotado y los voceros consideraran “tenerlo cercado”. 

Tras esta situación, los efectivos formaron un cordón de aproximadamente 200 metros de extensión para evitar que el sujeto pueda escapar hacia una villa de emergencia que hay en la zona. Todos los laterales estaban cubiertos, incluso la zona de ribera con el Paraná. 

Los uniformados de a poco comenzaron a ingresar al tupido monte para dar con el sospechoso, pero hasta el cierre de esta edición no se reportaron novedades y el reloj continuaba corriendo, a la par de la entrada de la noche.

Voceros aseguraron que el procedimiento iba a continuar toda la madrugada con una guardia permanente de 200 uniformados  y que hoy se reanudarán los rastrillajes con el doble de personal y más canes adiestrados. 

“Es un monte muy grande y tupido. Encima él es montaraz, conoce cómo manejarse en estos contextos. Ahí adentro hay arroyitos y vertientes, así que agua tiene si se cansa. Es cuestión se seguir y seguir, pero en algún momento caerá”, confió un pesquisa consultado ayer. 

Más fuentes consultadas incluso indicaron que el sujeto contaba con dinero y celular, pero no pudieron asegurar que estuviera desarmado, por lo que los recaudos eran extremos, dado el grado de peligrosidad que le atribuyen. 

“Es un muchacho que cuenta con una innumerable cantidad de robos calificados, pero ahora se le ocurrió cometer algo más grave y dejó a una nena al borde la muerte. Acá tiene que estar, no puede escapar, debemos agarrarlo por esa pobre nena”, fue la instrucción que un jefe policial emitió ayer a una cuadrilla que estaba a punto a ingresar al monte.

La niña sigue grave
El estado de salud de la nena de 6 años es desesperante. En las últimas horas no mostró evolución, por lo que sigue internada en terapia intensiva del Hospital de Pediatría de Posadas.

Las heridas que sufrió en la zona íntima durante el ataque sexual, además de los fuertes golpes que recibió en la cabeza estando en manos de su captor, la colocaron en un cuadro clínico de alto riesgo, por lo que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.Su hermana, en tanto, presentó una leve mejoría y, al igual que la menor, desde ayer a la mañana está internada en el pediátrico posadeño. Sus padres la acompañan.

El ataque ocurrió cuando las víctimas caminaban por la ruta provincial 20, camino a una despensa en Pozo Azul. Fueron interceptadas por un hombre a bordo de un automóvil que las golpeó con un hierro para obligarlas a subir al coche. La más grande forcejeó hasta escapar, no así su hermanita, que después de ser sometida sexualmente fue abandonada en una zona rural de Santiago de Liniers.

Escape de película en el barrio Los Kiris

Sotelo ya había concentrado a un importante grupo de policías el domingo a la noche en el barrio Los Kiris de Posadas, de donde logró escapar mediante un accionar con ribetes de película.

El sujeto posee domicilio en el barrio Cristo Resucitado de San Pedro, pero se alojaba transitoriamente en la casa de una joven en el mencionado barrio posadeño, donde llegó el domingo buscando ayuda y sabiendo que estaban detrás de sus pasos. Ni bien su nombre se vinculó con el caso, el pedido de detención en su contra fue emitido desde el Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente. El juez Gerardo Casco, con el dato concreto de que fue visto en Posadas, le solicitó a su par Marcelo Cardozo (del Juzgado Instrucción Uno), que se ponga al frente del allanamiento en la propiedad de la mencionada mujer.

Cuando los uniformados irrumpieron en la vivienda, seguros de que estaba ahí, el acusado escapó por el techo de una construcción vecina y se dio a la fuga por los angostos pasillos. La premura no le permitió llevar ni siquiera un bolso con ropa que dejó preparado sobre la cama. Sin embargo, la audacia del sujeto lo llevó a ingresar a una casa del mismo barrio sin ser advertido por nadie y de allí tomó una chaqueta que ayer fue hallada durante uno de los rastrillajes en Garupá. Los investigadores incautaron en las inmediaciones del barrio Los Kiris un Volkswagen Gol de similares características a las descriptas por una mujer, devenida en testigo clave en Pozo Azul. También teléfonos celulares que están siendo peritados por la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic).

El vehículo, en tanto, fue sometido a pericias de luminol que confirmaron la presencia de rastros de sangre humana en los asientos traseros y en parte de la butaca del acompañante, por lo que se tomaron muestras para cotejar con la de las víctimas. De detectarse compatibilidad genética, se confirmaría que Sotelo es el presunto abusador que busca la Policía.

Investigan vínculos 
La hipótesis sobresaliente, basada en testimonios, pericias y elementos incautados, apuntan a que el sujeto tuvo relación directa con la brutal violación que dejó al borde de la muerte a la nena más chica y en grave estado a su hermana -de 12 años- que zafó de ser abusada, pero recibió golpes en la cabeza que también la dejaron en estado crítico.

En relación con eso, el relato de una mujer fue clave para orientar la investigación. Esto es así porque aclaró ante los detectives que el auto que conducía el atacante era blanco pero de tres puertas, diferente al que manejaba el primer detenido a quien le incautaron un coche de idéntica marca pero con cinco puertas. Por estas horas, las divisiones policiales continúan trabajando de manera conjunta para tratar de determinar si existen vínculos entre ese aprehendido y Sotelo.  

Un policía preso
Por si faltaba alguna arista más para sumarle al caso, ayer se confirmó que un efectivo de la Policía provincial está detenido bajo sospecha de colaborar con Sotelo brindándole información para que éste pueda escapar de los operativos.

Según las fuentes, se trata de un suboficial que cumple funciones en la Comisaría Primera de Posadas y lo acusan de haber alertado al sospechoso que sus colegas estaban llegando a Los Kiris para detenerlo.Sobre eso, las fuentes judiciales indicaron que una captura de pantalla del celular de la dueña de la propiedad es la principal evidencia que conecta a ambos. “Decile que se las tome”, habría sido el mensaje.

Voceros del caso confirmaron también que el suboficial y Sotelo mantenían una relación de amistad. El uniformado pasó la noche detenido e incomunicado y ya fue pasado a disponibilidad por la Jefatura de Policía. 

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar
Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

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