Invernaderos y cultivos quedaron destruidos por los fuertes vientos

miércoles 13 de junio de 2018 | 5:00hs.
Invernaderos y cultivos quedaron destruidos por los fuertes vientos
Invernaderos y cultivos quedaron destruidos por los fuertes vientos
“Nos salvamos de milagro”. Esa fue la frase con la que, entre lágrimas, María Elena Correa de Yung comenzó a contar la amarga experiencia vivida en la madrugada de ayer en la localidad de Bonpland, otras de las ciudades que vivió de cerca la furia de la naturaleza. La mujer de 59 años, quien junto a su esposo Abelino Yung está al frente de la Fundación Jardín de los Niños, un lugar que se dedicaba a plantar en invernaderos todo tipo de verduras y hortalizas con la finalidad de generar alimento y trabajo para quienes no cuentan con esas posibilidades.
“El dolor es grande, perdimos todo”, expresó María Elena. En los invernaderos estaba depositada la esperanza de poder ganar un poco de dinero con la venta de las hortalizas y hojas verdes. Hasta el lunes el lugar reverdecia y para los Yung todo era felicidad.
Ayer, ante la visita de El Territorio, los rostros eran desgarradores. “El tinglado, las oficinas, el sector de las cámaras para la conserva de los alimentos, todo se perdió”, dijo la mujer entre sollozos, y agregó que, a pesar de la tristeza, da gracias a Dios porque están vivos.
“Sé que estamos acá de milagro. Mi hijo, mi nuera y mi nietita se salvaron porque entraron al baño de la casita que tenían. La casa también se destruyó casi por completo, sólo quedó la parte del baño y un par de paredes”, sostuvo. Abelino, por su parte, dijo que aún no entiende qué ocurrió. “Trato de digerir todo esto y no puedo, sé que la esperanza es lo único que no se pierde pero con esta destrucción muchas familias aquí quedaron sin nada, necesitamos voluntarios que nos ayuden”, dijo el hombre, quien contabilizó daños por más de 1 millón de pesos.

En San Javier, 47 viviendas dañadas
El temporal que azotó a gran parte de Misiones dejó como saldo 47 viviendas dañadas en San Javier. Los daños son de distinta consideración y los barrios más afectados fueron Niño Jesús, La Esperanza y Paso Barca.
Una de las familias afectadas es la de José Rivero, quien dijo que se despertó a las 4 de la mañana con los ruidos de las piedras y el fuerte viento. “Cuando quise darme cuenta el techo estaba todo agujereado y el agua entraba por todos lados, el viento era muy fuerte así que me metí dentro del ropero, era el único lugar que atiné a refugiarme. Fue muy feo todo, nunca viví eso”, dijo todavía conmocionado por lo sucedido.
Por su parte, Flora Josefa Rodríguez comentó algo similar, sólo que en su caso no tenían otro lugar donde ir con sus dos hijos y lo único que atinaron a hacer fue quedarse en el lugar y rezar hasta que todo pasó todo, expuso la madre de dos niños.
El caso más difícil lo vivió la familia de Ana Barnaske, quien no pudo hacer otra cosa que poner a sus hijitos debajo de la mesa y quedar esperando que pase el fuerte viento. Ana dijo haber quedado “muy mal” a causa de tan ingrata experiencia que le ha generado mucho miedo. “Eran ruidos muy fuertes, indescriptibles”, detalló la mujer con voz temblorosa.
Todas las familias consultadas comentaban algo similar. Los granizos que cayeron eran más grandes que el huevo de una gallina y ayer todavía varios los conservaban en sus heladeras como un recuerdo de una madrugada que fue catalogada como “de terror”.
Las piedras que caían sin cesar perforaron los techos de cartón de las casas más precarias de la ciudad. Y la inmediata lluvia que se precipitó junto a la granizada mojaron pertenencias como abrigos, colchones y comestibles. Ahora apelan a la solidaridad de los vecinos para poder recuperarse de semejante situación. 

Fueron atendidas 116 familias

La Subsecretaría de Protección Civil, dependiente del Ministerio de Gobierno, confirmó que fueron asistidas 116 familias como consecuencia del fenómeno climático que azotó a distintos puntos de la provincia en la madrugada de ayer. En una primera instancia, la ayuda a los damnificados consistió en la provisión de chapas, colchones, frazadas y módulos alimentarios. No obstante, continúan los relevamientos para atender las necesidades puntuales de cada familia. El subsecretario Enrique Parra destacó que “se trató de un trabajo articulado entre la Policía de Misiones, Bomberos Voluntarios de distintas localidades y el Ministerio de Salud Pública”.


Familias tabacaleras fueron afectadas en San Pedro

La tormenta que se desató entre la medianoche del lunes y la madrugada de ayer dejó a oscuras al casco urbano de San Pedro y zonas aledañas. Los fuertes vientos que se abatieron sobre la zona desde la tarde del lunes hicieron caer el servicio por más de 30 horas. El temporal afectó a tres familias de colonia Santa Rita, una de ellas sufrió voladuras del techo y derrumbe de un galpón.
La colonia donde se desató la tormenta con mayor fuerza se encuentra a unos 16 kilómetros de la zona urbana del municipio, además de la pérdida del galpón por completo, los vientos causaron daños en los cultivos, forestaciones y vivienda. "Fue un momento terrible, nos asustamos, estaba para lluvia el tiempo pero en cuestión de segundos se armó la tormenta. Hubo un vendaval, lluvia y algo de granizo, estamos contentos de que solo fueron pérdidas materiales, que se repara y la bendición de que los vecinos desde primera hora están ayudando a poner el techo, mis cinco hijos y mi señora, gracias a Dios, están bien”, indicó a este medio Walter Trinidad (38).
Los vientos doblaron trece chapas de zinc y en consecuencia los mobiliarios del hogar se mojaron y la mercadería se echó a perder. Las fuertes ráfagas arrancaron plantas de yerba y provocaron la caída de árboles. Es la segunda vez que Trinidad pasa por una situación similar, hace seis años un temporal de la misma magnitud se llevó todo por delante. “Esa vez pasó algo igual, la tormenta tumbó, igual que ahora, el galpón y me destechó la misma casa. Ahora vamos a reforzar y seguir trabajando. Volver a techar no es fácil, fue bravo pasar por la misma situación, las tormentas cada vez están más fuertes, que estén los vecinos ayuda mucho, peor es sentirse solo, con ellos el golpe casi no se siente”, reconoció Trinidad.
Junto a su esposa e hijos se dedican a la plantación de tabaco, yerba, forestación y cultivos anuales como así también cría de animales por lo que redoblarán esfuerzos para salir a flote, ya que ayuda no recibieron para volver a techar la vivienda. Ayer en la colonia se encontraba trabajando un equipo de Emsa para concretar las reparaciones en las líneas rurales. Al cierre de esta edición algunos sectores aún permanecían sin energía eléctrica, principalmente los que dependen de la línea entre San Vicente y San Pedro.