Innovan con un proyecto basado en la robótica

Estudiantes de la Comercio 17 de San Pedro dejaron volar su ingenio y se dedicaron a trabajar en un innovador proyecto basado en la robótica. Están avanzando en la construcción de un prototipo de edificio totalmente automático implementado dentro del área de domótica que remite a un sistema desde el cual se puede realizar acciones desde el teléfono.
Con esta reveladora idea los estudiantes buscan demostrar que con la robótica se pueden solucionar varios problemas sociocomunitarios mediante la aplicación de programación y técnicas; y que la robótica engloba mucho más que simples muñecos programables.
Cuando surgió la posibilidad de tener un espacio en el mundo de la autómata en la escuela de comercio, el número de interesados fueron dos estudiantes, pero a medida que la información se propagó, se fueron sumando más adeptos y ya son varios los alumnos de distintos cursos que incursionan en el área.
Fueron muchos los desafíos para estos estudiantes con orientación en comercio, pero no hubo imposibles. Recurrieron a profesores, tutoriales, y a la prueba y error para construir un grado automatizado. 

El proyecto
Se trata de un edificio programado donde mediante distintos comandos de programación se llevan adelante diversas tareas diarias, que por lo general se realizan de forma manual, requiriendo mayor recurso humano y tiempo.
El aula del futuro tiene como objetivo solucionar complicaciones diarias y brindar un espacio seguro. “Buscamos que el aula sea más seguro, que esto se pueda aplicar a la realidad y avanzar de tal manera que nuestro pueblo crezca. Es viable llevarlo a la práctica, en varios puntos del mundo ya se los utiliza”, señaló Nahuel Carballo. 
Para lograr un trabajo coordinado y eficiente el equipo se divide en roles, donde diseñadores, constructores, comunicadores y programadores cumplen con una función específica. La idea del resultado final es que las puertas del aula se abran solas, el sistema de calefacción se encienda de forma automática, la iluminación funcione con sensores y varias funciones más que se realizan mediante la disponibilidad de una placa.
Desde mayo de 2017 llevan adelante una serie de actividades en horario extracurricular para concluir esta sorprendente e importante idea. “Nos pareció una oportunidad muy linda ya que somos de una escuela de comercio, es encantador. Trabajar en grupo trajo varios beneficios, hemos desarrollado un aula inteligente, si bien desde la escuela de robótica nos han cedido materiales, nos falta mucho para concluir, hemos reutilizado y reciclado materiales hasta donde más pudimos”, indicó a El Territorio Tamara Burg, líder del grupo.
Entre los materiales utilizados para la construcción y funcionamiento de la maqueta se encuentran placas de  arduino que cuentan con un microcontrolador integrado. Además necesitaron cables, luces, dínamos, sensores de movimiento, pulsadores, fotocélulas, sensores de temperatura, entre otros. Cuenta con tres partes; techo, estructura y subsuelo; este último está pensado para mejorar la parte estética, ocultando todo lo referido a instalaciones.
En este sentido, Federico Basiluk, quien estuvo a cargo de la distinguida tarea de programación, destacó que “fue algo muy interesante, tardé cinco semanas en hacer la programación completa”. “Generalmente cando hablamos de robótica se cree que es un robot que hace acciones. Cuando empezamos con esto demostramos que podemos aplicar la robótica a otras cosas y también fue para nosotros muy innovador realizar diseños de maquetas, conceptos de electrónica. Esta parte fue el mayor desafío, a mí me apasiona porque pretendo seguir la carrera, es usar la imaginación para crear cosas con la tecnología, en todos los sentidos fue una experiencia muy enriquecedora”, concluyó.
Ante la falta de materiales una de las ideas que les queda por concluir es la instalación de un sistema de alarma.